/ domingo 8 de noviembre de 2020

Riesgos sin el Fonden

Tabasco y Chiapas registran grandes estragos en varios de sus municipios por las afectaciones en viviendas y bienes materiales de miles de pobladores debido al exceso de lluvias...

Además de daños a cultivos y actividades pecuarias, y esos estados son ejemplo de lo que espera al país sin el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), uno de los 109 fideicomisos que decidió extinguir la mayoría de diputados federales de Morena; a partir del próximo año, sólo si existiera disponibilidad presupuestal, la Tesorería de la Federación será la que atienda las necesidades que puedan presentarse por afectaciones de fenómenos meteorológicos. A partir de entonces, los apoyos serían discrecionales, sin reglas de operación ni órganos colegiados que analicen cada caso para la toma de decisiones, lo que además podría dar lugar a mayor opacidad en el manejo de los recursos públicos, según advertencia de diversos analistas y actores políticos. Ese Fondo fue eliminado, al igual que los demás, bajo señalamientos de corrupción en su manejo, pero de lo cual no se han exhibido pruebas ni existe un solo proceso penal iniciado para fincar responsabilidades a los que presumiblemente haya cometido algún tipo de desvío. No es tema menor. El Fondo de Desastres Naturales a cargo de la Secretaría de Gobernación se creó para dar ese auxilio y asistencia a estados y municipios en situaciones de emergencia, para la protección de la vida y salud de la población. ¿Qué va a pasar ahora? Lo que ya puede verse en estas dos entidades afectadas por inundaciones en poblados rurales y ciudades, tras más de una semana con el agua al cuello, fuera de lo que han recibido apoyo del Ejército Mexicano con el plan DN-III para realizar las evacuaciones de sus viviendas, llevarlos hasta albergues seguros y ofrecerles comida diaria. La mayoría de los afectados perdieron sus pocos enseres domésticos como camas, salas, estufas, refrigeradores y ropa, que difícilmente van a poder recuperar; para eso servía dicho fondo, para reponer al menos en parte, esas pérdidas materiales, más allá si existió un mal manejo de recursos públicos que, en todo caso, pudieron y debieron castigarse ejemplarmente. El escenario es inquietante para todas las poblaciones del territorio nacional susceptibles, inclusido obre todo el estado de Veracruz, cuando ocurran sismos, huracanes y otro tipo de fenómenos naturales. En la entidad, en época de lluvias constantemente se presentan deslaves en zonas serranas, lo mismo que inundaciones por las crecientes de los muchos ríos de respuesta rápida que se tienen en la entidad; huracanes, sismos y hasta heladas en las sierras, para lo cual ya no habrá la disposición de ese Fondo para Desastres, los pobladores que sufran consecuencias catastróficas estarán sujetos a la voluntad del secretario de Hacienda o del titular del Ejecutivo federal para autorizar lo que en cada caso se determine aportar, y siempre dependiendo de la disposición de recursos que manejan a libre disposición, lo cual coloca en una posición de vulnerabilidad a toda la población mexicana.

La pregunta es: si ya se sabe que una necesidad la operación del Fonden, sobre lo cual difícilmente se dará marcha atrás en la determinación de su extinción ¿se tendrá el acierto de crear otro órgano que asuma esas funciones?

mail: opedro2006@gmail.com

Tabasco y Chiapas registran grandes estragos en varios de sus municipios por las afectaciones en viviendas y bienes materiales de miles de pobladores debido al exceso de lluvias...

Además de daños a cultivos y actividades pecuarias, y esos estados son ejemplo de lo que espera al país sin el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), uno de los 109 fideicomisos que decidió extinguir la mayoría de diputados federales de Morena; a partir del próximo año, sólo si existiera disponibilidad presupuestal, la Tesorería de la Federación será la que atienda las necesidades que puedan presentarse por afectaciones de fenómenos meteorológicos. A partir de entonces, los apoyos serían discrecionales, sin reglas de operación ni órganos colegiados que analicen cada caso para la toma de decisiones, lo que además podría dar lugar a mayor opacidad en el manejo de los recursos públicos, según advertencia de diversos analistas y actores políticos. Ese Fondo fue eliminado, al igual que los demás, bajo señalamientos de corrupción en su manejo, pero de lo cual no se han exhibido pruebas ni existe un solo proceso penal iniciado para fincar responsabilidades a los que presumiblemente haya cometido algún tipo de desvío. No es tema menor. El Fondo de Desastres Naturales a cargo de la Secretaría de Gobernación se creó para dar ese auxilio y asistencia a estados y municipios en situaciones de emergencia, para la protección de la vida y salud de la población. ¿Qué va a pasar ahora? Lo que ya puede verse en estas dos entidades afectadas por inundaciones en poblados rurales y ciudades, tras más de una semana con el agua al cuello, fuera de lo que han recibido apoyo del Ejército Mexicano con el plan DN-III para realizar las evacuaciones de sus viviendas, llevarlos hasta albergues seguros y ofrecerles comida diaria. La mayoría de los afectados perdieron sus pocos enseres domésticos como camas, salas, estufas, refrigeradores y ropa, que difícilmente van a poder recuperar; para eso servía dicho fondo, para reponer al menos en parte, esas pérdidas materiales, más allá si existió un mal manejo de recursos públicos que, en todo caso, pudieron y debieron castigarse ejemplarmente. El escenario es inquietante para todas las poblaciones del territorio nacional susceptibles, inclusido obre todo el estado de Veracruz, cuando ocurran sismos, huracanes y otro tipo de fenómenos naturales. En la entidad, en época de lluvias constantemente se presentan deslaves en zonas serranas, lo mismo que inundaciones por las crecientes de los muchos ríos de respuesta rápida que se tienen en la entidad; huracanes, sismos y hasta heladas en las sierras, para lo cual ya no habrá la disposición de ese Fondo para Desastres, los pobladores que sufran consecuencias catastróficas estarán sujetos a la voluntad del secretario de Hacienda o del titular del Ejecutivo federal para autorizar lo que en cada caso se determine aportar, y siempre dependiendo de la disposición de recursos que manejan a libre disposición, lo cual coloca en una posición de vulnerabilidad a toda la población mexicana.

La pregunta es: si ya se sabe que una necesidad la operación del Fonden, sobre lo cual difícilmente se dará marcha atrás en la determinación de su extinción ¿se tendrá el acierto de crear otro órgano que asuma esas funciones?

mail: opedro2006@gmail.com