De ser cierta la cifra que ha difundido la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, diariamente se roban 241 automóviles, principalmente en los estados de México, Jalisco, CDMX, Puebla, Guanajuato y Veracruz, generando un costo para las aseguradoras y asegurados, de 12 mil millones de pesos anuales. Cada hora desaparecen o cambian de dueño 10 automóviles, que representan un daño patrimonial de difícil o imposible reparación.
En el Estado de Veracruz, el gobernador Cuitláhuac García Jimenez, ha declarado a la prensa, que la recuperación de unidades robadas ha marcado un récord sin precedentes y que la coordinación de los cuerpos de seguridad pública del Estado, con las policías municipales está arrojando los mejores resultados de los últimos 8 años, que incluyen las dos administraciones que le precedieron en la Entidad.
De los casi tres mil robos de autos que se han reportado en Veracruz en lo que va del año, el cincuenta por ciento ha sido con violencia, dejando muertos y heridos por la resistencia de los automovilistas, que se niegan a perder su patrimonio, sin considerar el riesgo que representa la oposición a un asalto. En Veracruz, los automóviles preferidos por la delincuencia, son los compactos de una marca japonesa, adquiridos por personas de la clase media, con escasos ingresos para obtener el seguro del automóvil y la renovación de la póliza.
Es por ello que en los últimos diez años y en las principales ciudades del país, los financiamientos para compra de automóviles económicos, para empleados y burócratas de medianos ingresos, se han convertido en las principales víctimas de los ladrones de autos. La falta de personal calificado en las Fiscalías y Agencias del Ministerio Público, dificulta cada vez más la recuperación de las unidades robadas y la corrupción, hace que se diluyan las esperanzas de las víctimas para recuperar su auto.
Según información oficial, las Plataformas Vehiculares de Jilotepec, Coatepec, Veracruz y Xalapa, tienen a disposición de los afectados, los registros de los bienes asegurados y los depósitos donde pueden ser reclamados por los agraviados. No estaría de más, la actualización del personal y el equipamiento de la dependencia encargada de la recuperación y custodia de vehículos robados, dado el crecimiento de este ilícito y los trámites burocráticos que dificultan en la mayoría de los casos la entrega de los autos robados a sus propietarios.
