/ miércoles 10 de febrero de 2021

Santa Lucía y pandemia, incompatibles

Inicialmente se dijo que el nuevo aeropuerto de Santa Lucía tendría un costo de 75 mil millones de pesos, ahora se anuncia un incremento que eleva su costo a 95 mil 260 millones de pesos, que incluye el costo de la infraestructura aeroportuaria. Para el presidente López Obrador, la construcción del aeropuerto internacional Felipe Ángeles constituye una obra magna, que solo China podría desarrollar actualmente, por su calidad y rapidez.

Al cambiar la obra de Texcoco hacia la base aérea de Santa Lucía, el gobierno de AMLO aseguró un “ahorro” de cien mil millones de pesos, en un proyecto clasificado como confidencial (por razones de seguridad nacional) y que según la Sedena, que es la encargada de la obra, de darse a conocer más detalles se podría dañar el proyecto.

Nadie cree ya los supuestos ahorros que en cada acción del gobierno de la 4T asegura AMLO. Lo único que el pueblo mira y registra es el derroche del dinero público en tres proyectos caprichosos que, de ante mano, están condenados al fracaso, pues además del Nuevo Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas correrán la misma suerte de quedar convertidos en elefantes blancos.

Y por más que se canten alabanzas y se expresen felicitaciones a López Obrador, por parte de sus colaboradores más cercanos, nunca se olvidarán el derroche y el endeudamiento por obras innecesarias, que resultan suntuosas e insultan a un pueblo que se debate en la más espantosa miseria.

Así como se recuerda el daño al bolsillo de los mexicanos mediante el Fobaproa y posteriormente con el “Error de Diciembre”, así se recordará al gobierno de la 4T y al presidente López Obrador, como los responsables de la última quiebra financiera ocasionada en nuestro país por la ineptitud de su gobierno.

La mayor necesidad en este tiempo, para salvar vidas y acabar con la pandemia del Covid-19, es la construcción de hospitales bien equipados y la adquisición de vacunas, cuya efectividad probada se apliquen en el menor tiempo posible, para salvar al mayor número de compatriotas.

Las obras faraónicas, inoperantes e innecesarias, decididas de forma autoritaria por el gobierno de la 4T, serán la tumba que sepultará el mal gobierno, que por el hartazgo de la población sufrirá una derrota aplastante en la elección del 2024.

Inicialmente se dijo que el nuevo aeropuerto de Santa Lucía tendría un costo de 75 mil millones de pesos, ahora se anuncia un incremento que eleva su costo a 95 mil 260 millones de pesos, que incluye el costo de la infraestructura aeroportuaria. Para el presidente López Obrador, la construcción del aeropuerto internacional Felipe Ángeles constituye una obra magna, que solo China podría desarrollar actualmente, por su calidad y rapidez.

Al cambiar la obra de Texcoco hacia la base aérea de Santa Lucía, el gobierno de AMLO aseguró un “ahorro” de cien mil millones de pesos, en un proyecto clasificado como confidencial (por razones de seguridad nacional) y que según la Sedena, que es la encargada de la obra, de darse a conocer más detalles se podría dañar el proyecto.

Nadie cree ya los supuestos ahorros que en cada acción del gobierno de la 4T asegura AMLO. Lo único que el pueblo mira y registra es el derroche del dinero público en tres proyectos caprichosos que, de ante mano, están condenados al fracaso, pues además del Nuevo Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas correrán la misma suerte de quedar convertidos en elefantes blancos.

Y por más que se canten alabanzas y se expresen felicitaciones a López Obrador, por parte de sus colaboradores más cercanos, nunca se olvidarán el derroche y el endeudamiento por obras innecesarias, que resultan suntuosas e insultan a un pueblo que se debate en la más espantosa miseria.

Así como se recuerda el daño al bolsillo de los mexicanos mediante el Fobaproa y posteriormente con el “Error de Diciembre”, así se recordará al gobierno de la 4T y al presidente López Obrador, como los responsables de la última quiebra financiera ocasionada en nuestro país por la ineptitud de su gobierno.

La mayor necesidad en este tiempo, para salvar vidas y acabar con la pandemia del Covid-19, es la construcción de hospitales bien equipados y la adquisición de vacunas, cuya efectividad probada se apliquen en el menor tiempo posible, para salvar al mayor número de compatriotas.

Las obras faraónicas, inoperantes e innecesarias, decididas de forma autoritaria por el gobierno de la 4T, serán la tumba que sepultará el mal gobierno, que por el hartazgo de la población sufrirá una derrota aplastante en la elección del 2024.