/ lunes 24 de septiembre de 2018

Se acabó el Pemex donador

Por años Pemex fue gestor, constructor y proveedor de calles, carreteras, escuelas, mercados y hasta iglesias en varias partes del país. En el caso de Veracruz fue la gallina ponedora que cubrió las necesidades de infraestructura en decenas de comunidades y municipios.

Un ejemplo: la gran mayoría de las escuelas que se construyeron en Poza Rica en los años 50, 60 y todavía en los años 70 del siglo anterior, fueron patrocinadas, construidas y sostenidas por Pemex. Esas escuelas jamás supieron lo que era pagar el predial y la SEV nunca puso un peso para la construcción de una barda perimetral, un domo o más aulas. Todo lo proveía mamá Pemex.

A pesar de los vaivenes con el precio del barril, a pesar de que la producción petrolera comenzó a mermar y a pesar de todos los pesares, Pemex siguió construyendo, poniendo y donando. Hasta que la llave se cerró.

Hace un par de meses los directivos de una escuela primaria dijeron que estaban en apuros porque Pemex les anunció que ya no podría apoyarla. Y a esta escuela se sumaron más en cuestión de días.

Pero como en México los apoyos se convierten en compromisos y los compromisos en obligaciones, hubo padres de familia que anunciaron un plantón para “exigir” a la empresa que se siguiera mochando con los apoyos.

Agarrada en curva la SEV no sabe qué hacer. Por años el dinero de la Federación destinado a esas escuelas se ocupó en otros menesteres o simplemente se lo clavaron. Y la Federación dice que mientras no se comprueben gastos anteriores, no enviarán más apoyos.

Esto se convertirá en un círculo vicioso que afectará a las escuelas ayunas del apoyo de la paraestatal, y sin dinero de la SEV para cubrir sus necesidades.

Lo mismo está pasando en algunos municipios.

De acuerdo con una nota publicada en un portal de internet, el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, está esperando a que Pemex le entregue en donación cemento asfáltico para tapar los baches que existen en prácticamente todas las calles de la ciudad.

Pero Pemex quizá no entregue nada. Si en un tiempo lo hizo es porque tenía excedentes de todo y dinero de sobra.

En la actualidad padece un severo déficit presupuestario, su deuda al cierre del 2017 era de 2 billones 5 mil 800 millones de pesos (y hoy es mayor). El 87 por ciento de esa deuda fue contratada en dólares, por lo que tuvo que erogar 101 mil millones de dólares sólo por concepto de intereses.

A lo anterior hay que sumarle que el precio del barril bajó más de lo estipulado.

Lo anterior ha provocado el despido de cientos de trabajadores que han venido a engrosar las filas del desempleo.

Con todas las broncas que trae encima, ¿de dónde va a sacar Pemex para comprar cemento y donarlo para bachear las calles de Xalapa?

Pemex como empresa donadora se acabó. Los tiempos de abundancia quedaron atrás y quienes estaban acostumbrados a esas donaciones tendrán que buscar otra manera de agenciarse recursos.

En el caso de las escuelas, tendrán que pedir ayuda a la SEV que reitero, está en un brete ya que por años se gastó el recurso que estaba destinado a los centros educativos que Pemex apoyaba.

Los gobiernos municipales también deberán aprender a vivir sin Pemex. En el caso del bacheo a las calles de Xalapa, nada como disponer de la partida correspondiente, porque dinero para bachear sí hay; tiene que haber.

bernardogup@hotmail.com


Por años Pemex fue gestor, constructor y proveedor de calles, carreteras, escuelas, mercados y hasta iglesias en varias partes del país. En el caso de Veracruz fue la gallina ponedora que cubrió las necesidades de infraestructura en decenas de comunidades y municipios.

Un ejemplo: la gran mayoría de las escuelas que se construyeron en Poza Rica en los años 50, 60 y todavía en los años 70 del siglo anterior, fueron patrocinadas, construidas y sostenidas por Pemex. Esas escuelas jamás supieron lo que era pagar el predial y la SEV nunca puso un peso para la construcción de una barda perimetral, un domo o más aulas. Todo lo proveía mamá Pemex.

A pesar de los vaivenes con el precio del barril, a pesar de que la producción petrolera comenzó a mermar y a pesar de todos los pesares, Pemex siguió construyendo, poniendo y donando. Hasta que la llave se cerró.

Hace un par de meses los directivos de una escuela primaria dijeron que estaban en apuros porque Pemex les anunció que ya no podría apoyarla. Y a esta escuela se sumaron más en cuestión de días.

Pero como en México los apoyos se convierten en compromisos y los compromisos en obligaciones, hubo padres de familia que anunciaron un plantón para “exigir” a la empresa que se siguiera mochando con los apoyos.

Agarrada en curva la SEV no sabe qué hacer. Por años el dinero de la Federación destinado a esas escuelas se ocupó en otros menesteres o simplemente se lo clavaron. Y la Federación dice que mientras no se comprueben gastos anteriores, no enviarán más apoyos.

Esto se convertirá en un círculo vicioso que afectará a las escuelas ayunas del apoyo de la paraestatal, y sin dinero de la SEV para cubrir sus necesidades.

Lo mismo está pasando en algunos municipios.

De acuerdo con una nota publicada en un portal de internet, el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, está esperando a que Pemex le entregue en donación cemento asfáltico para tapar los baches que existen en prácticamente todas las calles de la ciudad.

Pero Pemex quizá no entregue nada. Si en un tiempo lo hizo es porque tenía excedentes de todo y dinero de sobra.

En la actualidad padece un severo déficit presupuestario, su deuda al cierre del 2017 era de 2 billones 5 mil 800 millones de pesos (y hoy es mayor). El 87 por ciento de esa deuda fue contratada en dólares, por lo que tuvo que erogar 101 mil millones de dólares sólo por concepto de intereses.

A lo anterior hay que sumarle que el precio del barril bajó más de lo estipulado.

Lo anterior ha provocado el despido de cientos de trabajadores que han venido a engrosar las filas del desempleo.

Con todas las broncas que trae encima, ¿de dónde va a sacar Pemex para comprar cemento y donarlo para bachear las calles de Xalapa?

Pemex como empresa donadora se acabó. Los tiempos de abundancia quedaron atrás y quienes estaban acostumbrados a esas donaciones tendrán que buscar otra manera de agenciarse recursos.

En el caso de las escuelas, tendrán que pedir ayuda a la SEV que reitero, está en un brete ya que por años se gastó el recurso que estaba destinado a los centros educativos que Pemex apoyaba.

Los gobiernos municipales también deberán aprender a vivir sin Pemex. En el caso del bacheo a las calles de Xalapa, nada como disponer de la partida correspondiente, porque dinero para bachear sí hay; tiene que haber.

bernardogup@hotmail.com