/ martes 17 de mayo de 2022

Se consumó el atropello en el Acuario

El despojo del Acuario de Veracruz se consumó la noche del lunes a través de la publicación de un decreto apresurado y deficiente, hecho sólo con el propósito de atropellar, quitar de la administración a un Patronato que por casi 30 años lo ha mantenido en excelentes condiciones, ampliándolo, prestigiándolo, con muchas y nuevas especies marinas, algunas en peligro de extinción como el último pez sierra y manatíes, además de pingüinos, tiburones y delfines hasta hace poco tiempo, lo que le ha valido certificaciones y reconocimientos internacionales como el mejor de Latinoamérica. Es, sin duda, uno de los principales atractivos turísticos del puerto de Veracruz. Eso no importó al gobernador Cuitláhuac García Jiménez y a los cercanos asesores que escucha, lo importante para él fue arrebatar los recursos que genera diariamente ese lugar, en todo el año, para disponer de ellos con opaca libertad. No existe otra explicación. Y, más inquietante aún, designa para operarlo alguien que carece de experiencia en el manejo de especies marinas, Sergio Rodríguez Cortés, procurador del Medio Ambiente (PMA), de muy mala fama pública, acusado en 2020 de extorsión por el corporativo Wal Mart “por una presunta multa” y queriéndolos obligar a adherirse a un nuevo programa de certificación verde “y a comprar producto sanitizante que ellos (la PMA) están ofreciendo”, según la denuncia de esa empresa transnacional. Así actúa el gobierno veracruzano. Y, también a su estilo, amenaza a los directivos despojados de la administración de ese recinto, con proceder legalmente en contra de ellos… si encuentran irregularidades. Es un acto contrario a la ley, según especialistas del Derecho, para quienes el caso podría prolongarse podría llegar a los tribunales, pues aunque el inmueble es propiedad del gobierno “fue cedido a la Fiduciaria y los permisos de operación federales están a nombre del Fideicomiso y de la Asociación Civil, y ni por arte de magia pueden pasar al Gobierno de Veracruz, como tampoco ninguna de las especies. Nada de eso puede hacerse con un decreto de extinción del Fideicomiso. Es un absurdo jurídico”, opinó el abogado Fidel Ordóñez. Acaso por lo mismo, el decreto del Gobernador dictó entrada gratuita en el segundo martes de cada mes, excepto en julio y diciembre; otorgar descuentos del 30% a los turistas que comprueben estar hospedados en hoteles de Veracruz-Boca del Río y de hasta 55% a estudiantes de carreras de biología y medio-ambiental. Nada de eso borra el abuso de autoridad que se cometió. ¿Cuánto tiempo va a durar el buen estado y la riqueza marina que posee el Acuario de Veracruz, hoy pomposamente rebautizado como Aquarium? No puede ser mucho en mano del gobierno, y menos del actual gobierno. Debe esperarse que, en los días por venir, arrecien las expresiones de rechazo a la medida del gobernador García Jiménez, no solamente de organizaciones vinculadas al tema de la biodiversidad marina, sino de los sectores económicos que por casi tres décadas han obtenido beneficios de que Veracruz tenga un buen Acuario, además de los trabajadores que desde ayer están en riesgo de perder sus empleos para abrir especio a familiares y amigos de los nuevos encargados y de los políticos para quienes ese lugar es un apetitoso pastel del que pueden servirse a su gusto.

opedro2006@gmail.com

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El despojo del Acuario de Veracruz se consumó la noche del lunes a través de la publicación de un decreto apresurado y deficiente, hecho sólo con el propósito de atropellar, quitar de la administración a un Patronato que por casi 30 años lo ha mantenido en excelentes condiciones, ampliándolo, prestigiándolo, con muchas y nuevas especies marinas, algunas en peligro de extinción como el último pez sierra y manatíes, además de pingüinos, tiburones y delfines hasta hace poco tiempo, lo que le ha valido certificaciones y reconocimientos internacionales como el mejor de Latinoamérica. Es, sin duda, uno de los principales atractivos turísticos del puerto de Veracruz. Eso no importó al gobernador Cuitláhuac García Jiménez y a los cercanos asesores que escucha, lo importante para él fue arrebatar los recursos que genera diariamente ese lugar, en todo el año, para disponer de ellos con opaca libertad. No existe otra explicación. Y, más inquietante aún, designa para operarlo alguien que carece de experiencia en el manejo de especies marinas, Sergio Rodríguez Cortés, procurador del Medio Ambiente (PMA), de muy mala fama pública, acusado en 2020 de extorsión por el corporativo Wal Mart “por una presunta multa” y queriéndolos obligar a adherirse a un nuevo programa de certificación verde “y a comprar producto sanitizante que ellos (la PMA) están ofreciendo”, según la denuncia de esa empresa transnacional. Así actúa el gobierno veracruzano. Y, también a su estilo, amenaza a los directivos despojados de la administración de ese recinto, con proceder legalmente en contra de ellos… si encuentran irregularidades. Es un acto contrario a la ley, según especialistas del Derecho, para quienes el caso podría prolongarse podría llegar a los tribunales, pues aunque el inmueble es propiedad del gobierno “fue cedido a la Fiduciaria y los permisos de operación federales están a nombre del Fideicomiso y de la Asociación Civil, y ni por arte de magia pueden pasar al Gobierno de Veracruz, como tampoco ninguna de las especies. Nada de eso puede hacerse con un decreto de extinción del Fideicomiso. Es un absurdo jurídico”, opinó el abogado Fidel Ordóñez. Acaso por lo mismo, el decreto del Gobernador dictó entrada gratuita en el segundo martes de cada mes, excepto en julio y diciembre; otorgar descuentos del 30% a los turistas que comprueben estar hospedados en hoteles de Veracruz-Boca del Río y de hasta 55% a estudiantes de carreras de biología y medio-ambiental. Nada de eso borra el abuso de autoridad que se cometió. ¿Cuánto tiempo va a durar el buen estado y la riqueza marina que posee el Acuario de Veracruz, hoy pomposamente rebautizado como Aquarium? No puede ser mucho en mano del gobierno, y menos del actual gobierno. Debe esperarse que, en los días por venir, arrecien las expresiones de rechazo a la medida del gobernador García Jiménez, no solamente de organizaciones vinculadas al tema de la biodiversidad marina, sino de los sectores económicos que por casi tres décadas han obtenido beneficios de que Veracruz tenga un buen Acuario, además de los trabajadores que desde ayer están en riesgo de perder sus empleos para abrir especio a familiares y amigos de los nuevos encargados y de los políticos para quienes ese lugar es un apetitoso pastel del que pueden servirse a su gusto.

opedro2006@gmail.com

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