Algo pasó el sábado en el cierre de campaña del candidato de Morena a gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, al que asistió el presidenciable Andrés Manuel López Obrador, que la gente no llegó al estadio de futbol Luis “El Pirata” Fuente, o no como los organizadores previeron, lo que exhibió incapacidad de operadores para movilizar a los contingentes y, en todo caso, falta de oficio político. El estadio lució visiblemente vacío en el graderío general y en la zona baja de palcos y plateas tampoco hubo lleno total, de manera que asistieron no más de siete mil personas, contando a las que había en la cancha.
Ni siquiera el atractivo de la transmisión en pantallas gigantes del partido que jugaba ese día la selección de México frente a su similar Korea, o acaso por lo mismo, hubo poca asistencia de locales y foráneos. ¿Qué fue lo que en realidad pasó? Es claro que fallaron los organizadores, aunque Yeidckol Polevnsky, presidenta del Comité Nacional de Morena, esa misma tarde convocó a rueda de prensa para causar al gobierno del estado de haberlos bloqueado, pero no presentó evidencias, aunque dijo que “recabarán las pruebas para demostrar la presunta intervención del Gobernador para afectar al movimiento”. No las tenían. ¿Fueron detenidos autobuses en carretera para que no llegaran los contingentes? No, no hubo ese señalamiento, solo que los transportistas a la hora se negaron a prestar el servicio de transporte de esos simpatizantes, que no acarreados, aclaró la señora Polevnsky.
Quién sabe cuál sea la verdad, pero tendrán que demostrarla en los hechos cuando presenten esa denuncia que anuncian, y que el propio gobierno estatal pidió que hicieran al señalar que, por el contrario, les dieron facilidades para realizar su cierre de campaña, tal como fue prestarles el estadio de futbol que es propiedad del gobierno del estado, el estacionamiento adjunto del estadio de beisbol para que estacionaran los autobuses foráneos, y vigilancia para la seguridad de los asistentes. “Convocamos respetuosamente a los partidos y candidatos a que si tienen alguna queja o denuncia por lo que ellos supongan es una intervención indebida del Gobierno del Estado, la presenten ante las autoridades judiciales y electorales competentes y a que no traten de responsabilizar al gobierno de sus propias decisiones, en particular cuando éstas nos les den los resultados previstos como sucedió en el evento del día de hoy”, señaló en un comunicado oficial la administración estatal. Habrá que esperar lo que resulte si se presenta la denuncia, pero lo que es evidente, se insiste, es que lo sucedido fue resultado de una grave falla de los organizadores, por incapacidad de movilización u oficio político.
ABUSOS DEL PERSONAL DE ZEUS EN EL PUERTO
+++Si las autoridades municipales no ponen freno a los abusos del personal de la empresa ZEUS Monitoreo Vial que se encarga de los cuestionados parquímetros en el puerto de Veracruz, no puede descartarse que en algún momento pueda ocurrir una tragedia. El viernes, un empleado sometió a un usuario de los espacios públicos que esa empresa tiene acaparados por gracia del ex alcalde Julen Rementería que ahora quiere ser Senador y lo será si los ciudadanos olvidan y no le cobran esa ominosa factura, por el hecho de que el ciudadano no colocó el ticket de pago en el parabrisas, a la vista de los inspectores de esa empresa. Con toda razón, el cliente reaccionó molesto y, al hacerse de palabras, forcejeó con los empleados, uno de los cuales lo sometió tirándolo al suelo y aplicándole una “llave grecorromana”. El video circula en la red y se viralizó, ante lo cual la empresa ZEUS reaccionó victimizándose y señalando al agredido como el responsable de lo que pasó, porque incluso “jalaba el inmovilizador, tratando de romperlo y amenazando con robarlo”, como si ese artefacto de metal reforzado fuera fácil de quitar o romper. En su versión el infraccionado “golpeó en el rostro a un supervisor con el radio de éste” y por lo cual dicha persona debió ser atendido médicamente, excusa que no acompañó con ningún documento del servicio médico. Se insiste, deben frenarse esos abusos, o de plano, cancelar esos parquímetros.
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