/ viernes 6 de abril de 2018

¿Se le irían el sueño y el hambre a Trump ante lo dicho por el presidente Peña y los candidatos?


No es la primera vez que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanza críticas y amenaza a otro país y a su gobierno. En el caso de México no se había dado una acción tan directa como la de militarizar la frontera.

Lo que el mandatario gringo había hecho ya era amenazar con suspender el TLC a menos que se hicieran modificaciones que favorezcan más a EU y menos a México. En este rubro siguen las negociaciones y están las posturas encontradas de los grupos de ambos países.

Pero también ha criticado y descalificado a los migrantes indocumentados mexicanos que trabajan en tierra estadounidense. Para él, quienes van buscando el sueño americano son delincuentes que no aportan nada bueno al país vecino.

Al mismo tiempo ha emprendido acciones de persecución contra mexicanos sin importar si su estancia es legal o ilegal y ha hecho deportaciones cancelando toda posibilidad de regreso a estudiantes o trabajadores con documentos.

Una y otra vez habla de que va a construir un muro en la frontera y que de un modo u otro lo va a pagar México y mientras se concreta la edificación firmó el acuerdo para militarizar la línea divisoria entre ambos países.

Por supuesto se quejó de México, del gobierno de Enrique Peña Nieto y de los migrantes, que para él representan una amenaza, y por eso advirtió de las medidas que piensa tomar contra nuestro país.

Pretende enviar entre 2 mil y 4 mil miembros de la Guardia Nacional a la frontera con México y planea mantener a esos elementos "hasta que se construya una gran proporción del muro fronterizo".

Ante esas y otras acciones y ofensas del presidente gringo el gobierno mexicano había mantenido una postura más que prudente a pesar de que a EU parece no importarle las afectaciones que le traería un rompimiento con México.

Pero por fin, ayer llegó la respuesta del gobierno mexicano y en un mensaje de cinco minutos, el presidente Enrique Peña expuso: “La relación bilateral conlleva enormes oportunidades, que ambas naciones debemos aprovechar.

“Se trata de una relación intensa y dinámica, que naturalmente también nos presenta retos. Pero estos desafíos nunca justificarán actitudes amenazantes o faltas de respeto entre nuestros países.

De manera directa, el presidente mexicano le dijo: “Presidente Trump, si usted quiere llegar a acuerdos con México, estamos listos. Como lo hemos demostrado hasta ahora, siempre dispuestos a dialogar con seriedad, de buena fe y con espíritu constructivo.

“Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones”.

Peña refirió incluso a un exmandatario de EU: “Evocando las palabras de un gran presidente de los Estados Unidos de América: No tendremos miedo a negociar. Pero nunca vamos a negociar con miedo.

“Estamos convencidos de que, poniéndonos de acuerdo, como amigos, socios y buenos vecinos, a ambos países nos va a ir mucho mejor que confrontándonos. Estamos listos para negociar, sí, pero siempre partiendo de la base del respeto mutuo”.

Ya de manera contundente, el gobernante mexicano estableció: “Hay algo que a todos, absolutamente a todos los mexicanos nos une y nos convoca: la certeza de que nada ni nadie está por encima de la dignidad de México”.

Claro que falta ver la reacción de Trump y ver si pudo dormir anoche luego de lo expresado por su homólogo y por los candidatos presidenciales José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López y Margarita Zavala.

Hay quienes creen que hasta el hambre se le fue al belicoso gobernante americano.

¿Será?

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter @renedelvalleb. También puede leernos en la web sitewww.diariodexalapa.com.mx.


No es la primera vez que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanza críticas y amenaza a otro país y a su gobierno. En el caso de México no se había dado una acción tan directa como la de militarizar la frontera.

Lo que el mandatario gringo había hecho ya era amenazar con suspender el TLC a menos que se hicieran modificaciones que favorezcan más a EU y menos a México. En este rubro siguen las negociaciones y están las posturas encontradas de los grupos de ambos países.

Pero también ha criticado y descalificado a los migrantes indocumentados mexicanos que trabajan en tierra estadounidense. Para él, quienes van buscando el sueño americano son delincuentes que no aportan nada bueno al país vecino.

Al mismo tiempo ha emprendido acciones de persecución contra mexicanos sin importar si su estancia es legal o ilegal y ha hecho deportaciones cancelando toda posibilidad de regreso a estudiantes o trabajadores con documentos.

Una y otra vez habla de que va a construir un muro en la frontera y que de un modo u otro lo va a pagar México y mientras se concreta la edificación firmó el acuerdo para militarizar la línea divisoria entre ambos países.

Por supuesto se quejó de México, del gobierno de Enrique Peña Nieto y de los migrantes, que para él representan una amenaza, y por eso advirtió de las medidas que piensa tomar contra nuestro país.

Pretende enviar entre 2 mil y 4 mil miembros de la Guardia Nacional a la frontera con México y planea mantener a esos elementos "hasta que se construya una gran proporción del muro fronterizo".

Ante esas y otras acciones y ofensas del presidente gringo el gobierno mexicano había mantenido una postura más que prudente a pesar de que a EU parece no importarle las afectaciones que le traería un rompimiento con México.

Pero por fin, ayer llegó la respuesta del gobierno mexicano y en un mensaje de cinco minutos, el presidente Enrique Peña expuso: “La relación bilateral conlleva enormes oportunidades, que ambas naciones debemos aprovechar.

“Se trata de una relación intensa y dinámica, que naturalmente también nos presenta retos. Pero estos desafíos nunca justificarán actitudes amenazantes o faltas de respeto entre nuestros países.

De manera directa, el presidente mexicano le dijo: “Presidente Trump, si usted quiere llegar a acuerdos con México, estamos listos. Como lo hemos demostrado hasta ahora, siempre dispuestos a dialogar con seriedad, de buena fe y con espíritu constructivo.

“Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones”.

Peña refirió incluso a un exmandatario de EU: “Evocando las palabras de un gran presidente de los Estados Unidos de América: No tendremos miedo a negociar. Pero nunca vamos a negociar con miedo.

“Estamos convencidos de que, poniéndonos de acuerdo, como amigos, socios y buenos vecinos, a ambos países nos va a ir mucho mejor que confrontándonos. Estamos listos para negociar, sí, pero siempre partiendo de la base del respeto mutuo”.

Ya de manera contundente, el gobernante mexicano estableció: “Hay algo que a todos, absolutamente a todos los mexicanos nos une y nos convoca: la certeza de que nada ni nadie está por encima de la dignidad de México”.

Claro que falta ver la reacción de Trump y ver si pudo dormir anoche luego de lo expresado por su homólogo y por los candidatos presidenciales José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López y Margarita Zavala.

Hay quienes creen que hasta el hambre se le fue al belicoso gobernante americano.

¿Será?

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter @renedelvalleb. También puede leernos en la web sitewww.diariodexalapa.com.mx.