A Veracruz parece lloverle sobre mojado, pues al problema de inseguridad y violencia que tienen al estado en los primeros lugares, se suman otros asuntos no menos graves.
Está por ejemplo el tema que reveló el investigador del Inecol Martín Aluja Schuneman-Hoffer, para quien Veracruz ha perdido el liderazgo en casi todos los cultivos de fruta.
El motivo, según argumentó, es por el ataque de plagas en los plantíos y por el castigo en los precios.
En su opinión, la respuesta a esta crisis es buscar el aprovechamiento de otras partes de la frutas, como la semilla, o incluso las hojas de los árboles que las producen.
No quiere decir que se ha dejado de producir fruta, pero sí ocurre que el liderazgo que tenía el estado en esta materia ya no existe.
En cambio, además de los secuestros, los feminicidios y las ejecuciones que lidera Veracruz a nivel nacional, se suman además los casos de dengue.
Está confirmado que 6 mil 107 personas han padecido o padecen este mal y 15 han muerto como consecuencia del mismo.
Estos números también ponen a Veracruz a la cabeza a nivel nacional.
Las cifras representan el 29.20% de los casos registrados a nivel nacional al corte del 30 de septiembre, según indica el reporte epidemiológico de la Secretaría de Salud federal.
Como para que se vea la proporción del crecimiento de enfermos, el dato oficial señala que en el mismo periodo del año pasado, el número de casos confirmados fue de mil 115 y hubo sólo un fallecimiento en esos 9 meses de 2018.
Veracruz supera en cifras a Jalisco que registró 5 mil 47 casos, a Chiapas que ha tenido mil 939, a Oaxaca que registra mil 193, a Quintana Roo donde hay 889 enfermos, a Puebla que tiene 863, a Morelos donde se registran 846 y a SanLuis Potosí que lleva 763.
Otros estados grandes y con pocos enfermos son Michoacán con 636 casos, Guerrero que 582 y Tabasco que tiene sólo 489.
Pero no sólo está el incremento de enfermos de un año a otro, sino que en tan solo nueve días se sumaron casi otros mil casos, pues al 23 de septiembre pasado se habían contabilizado 5 mil 267 casos y dos personas habían muerto hasta entonces.
Y como ha venido ocurriendo hasta ahora, que las autoridades culpan a otros, en materia de salud, la voz oficial culpó a los laboratorios de la falta de medicamentos para los enfermos de cáncer y en el caso del dengue la culpa se la echaron al cambio climático.
Cómo olvidar que cada vez que ocurría una masacre o sucedían ejecuciones y secuestros, la voz oficial culpaba al exfiscal Jorge Winckler. Hoy que este abogado ya no está al frente de la Fiscalía, los hechos delictivos siguen a la orden del día.
Ahí está por ejemplo el panorama que vivimos el martes pasado, el primer día de octubre, cuando ocurrieron enfrentamientos entre delincuentes, secuestros y ejecuciones.
Ese día, la inseguridad dejó un rastro de sangre que parece no tener fin, lo que mantiene preocupada a la población.
Como decía líneas arriba, a esta noble tierra le llueve sobre mojado, y así lo confirma lo dicho por el director de Epidemiología de la Secretaría de Salud federal, José Luis Alomía Zegarra, quien ubica a Veracruz en estado de emergencia por los casos de dengue.
En una entrevista radiofónica, no quiso decir si faltó trabajo preventivo de las autoridades estatales porque “con los actuales elementos no se puede emitir un juicio”, pero sí advirtió que en Veracruz, la carga de la enfermedad requiere acciones inmediatas para el control de criaderos de moscos.
Se requieren acciones intensivas y extraordinarias para detener los brotes.
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