/ viernes 18 de octubre de 2019

Seguridad, salud y otros pendientes de la 4T

Tiene razón el coordinador de Programas Sociales Federales cuando dice que salud y seguridad son los grandes pendientes del presidente Andrés Manuel López Obrador.

También la tiene cuando dice que la seguridad no es un problema que se pueda resolver en 6 meses o en un año y ayer, una vez más, quedó demostrado.

En Nogales, un policía resultó herido al suscitarse un enfrentamiento y persecución con integrantes de la delincuencia organizada.

Asimismo se evidenció tal afirmación con los ataques, balaceras, autos incendiados, fuga de reos y pánico en Culiacán, donde hasta anoche no terminaban de contar las víctimas mortales.

El delegado Manuel Huerta trata de justificar a López Obrador, pero ocurre que el presidente ofreció dar resultados en materia de seguridad en seis meses y eso fue en abril pasado durante una gira en Veracruz.

Ya pasaron esos seis meses y Veracruz, al menos, sigue siendo escenario de secuestros, desapariciones, feminicidios, asaltos, robos y demás hechos violentos que colocan al estado en primer lugar nacional en inseguridad y violencia.

Pero no sólo eso, en materia de salud también es líder Veracruz, pues el dengue está convertido en epidemia incontrolable, los medicamentos para atender a niños enfermos de cáncer no llegan, los condones se acabaron y el gobierno no puede comprar más.

Este panorama, a casi un año de gobierno, no es el mismo que encontraron Andrés Manuel y Cuitláhuac García cuando iniciaron sus respectivas administraciones.

El panorama actual está peor y no se ve que vaya a mejorar por ningún lado, al menos no en las materias de seguridad y de salud.

Como tampoco se ve mejoría en materia de empleo, pues seguimos viendo largas filas de egresados universitarios y normalistas en las ferias de empleo donde lo más que ofertan son oficios en talleres, tiendas y negocios pequeños.

Sí, esos son y seguirán siendo los pendientes, porque la corrupción y los recomendados en el gobierno no se han acabado aunque el gobierno diga que sí una y otra vez en cada conferencia mañanera que ofrece todos los días el presidente.

Tampoco han bajado los precios de las gasolinas ni las tarifas de luz ni el gas. En cambio los costos de frutas y verduras, así como de insumos siguen subiendo.

Entre la población hay incertidumbre, como lo reconoce Huerta, y también hay miedo, enojo, angustia y muchos otros sentimientos encontrados porque ve como cada día se complican más las cosas.

Ahí está, por ejemplo, lo ocurrido en Oteapan, donde la gente está decidida a no permitir que operen los delincuentes y por eso se organizó y se armó como pudo para defenderse ante las eventuales extorsiones y cobros por derecho de piso.

"Oteapan no es laguna de lagartos ajenos, no vamos a permitir que operen delincuentes", dijeron más de mil habitantes de ese municipio que se reunieron con la participación de comerciantes y otros sectores de la población.

Se trata de uno de los municipios más pequeños del estado que apenas alcanza los 20 mil habitantes. Colinda al norte con Chinameca, al sur con Zaragoza, al este con Cosoleacaque y al oeste con Jáltipan.

Recibieron la amenaza de que llegarían grupos de la delincuencia organizada a realizar el cobro de piso, secuestros y extorsiones.

A lo que los vecinos respondieron: “Oteapan unido, jamás será vencido, el pueblo unido jamás será vencido”.

Pidieron el ingreso del Ejército y que la policía realmente atienda la denuncia ciudadana y no los engañen. Asimismo demandaron retenes de vigilancia en todas las entradas y salidas del municipio para garantizar la seguridad de las familias.

Ante la falta de cumplimento del gobierno, la gente se organiza para defenderse. Este otro de los grandes pendientes de la cuarta transformación.

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com yrvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter @renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.

Tiene razón el coordinador de Programas Sociales Federales cuando dice que salud y seguridad son los grandes pendientes del presidente Andrés Manuel López Obrador.

También la tiene cuando dice que la seguridad no es un problema que se pueda resolver en 6 meses o en un año y ayer, una vez más, quedó demostrado.

En Nogales, un policía resultó herido al suscitarse un enfrentamiento y persecución con integrantes de la delincuencia organizada.

Asimismo se evidenció tal afirmación con los ataques, balaceras, autos incendiados, fuga de reos y pánico en Culiacán, donde hasta anoche no terminaban de contar las víctimas mortales.

El delegado Manuel Huerta trata de justificar a López Obrador, pero ocurre que el presidente ofreció dar resultados en materia de seguridad en seis meses y eso fue en abril pasado durante una gira en Veracruz.

Ya pasaron esos seis meses y Veracruz, al menos, sigue siendo escenario de secuestros, desapariciones, feminicidios, asaltos, robos y demás hechos violentos que colocan al estado en primer lugar nacional en inseguridad y violencia.

Pero no sólo eso, en materia de salud también es líder Veracruz, pues el dengue está convertido en epidemia incontrolable, los medicamentos para atender a niños enfermos de cáncer no llegan, los condones se acabaron y el gobierno no puede comprar más.

Este panorama, a casi un año de gobierno, no es el mismo que encontraron Andrés Manuel y Cuitláhuac García cuando iniciaron sus respectivas administraciones.

El panorama actual está peor y no se ve que vaya a mejorar por ningún lado, al menos no en las materias de seguridad y de salud.

Como tampoco se ve mejoría en materia de empleo, pues seguimos viendo largas filas de egresados universitarios y normalistas en las ferias de empleo donde lo más que ofertan son oficios en talleres, tiendas y negocios pequeños.

Sí, esos son y seguirán siendo los pendientes, porque la corrupción y los recomendados en el gobierno no se han acabado aunque el gobierno diga que sí una y otra vez en cada conferencia mañanera que ofrece todos los días el presidente.

Tampoco han bajado los precios de las gasolinas ni las tarifas de luz ni el gas. En cambio los costos de frutas y verduras, así como de insumos siguen subiendo.

Entre la población hay incertidumbre, como lo reconoce Huerta, y también hay miedo, enojo, angustia y muchos otros sentimientos encontrados porque ve como cada día se complican más las cosas.

Ahí está, por ejemplo, lo ocurrido en Oteapan, donde la gente está decidida a no permitir que operen los delincuentes y por eso se organizó y se armó como pudo para defenderse ante las eventuales extorsiones y cobros por derecho de piso.

"Oteapan no es laguna de lagartos ajenos, no vamos a permitir que operen delincuentes", dijeron más de mil habitantes de ese municipio que se reunieron con la participación de comerciantes y otros sectores de la población.

Se trata de uno de los municipios más pequeños del estado que apenas alcanza los 20 mil habitantes. Colinda al norte con Chinameca, al sur con Zaragoza, al este con Cosoleacaque y al oeste con Jáltipan.

Recibieron la amenaza de que llegarían grupos de la delincuencia organizada a realizar el cobro de piso, secuestros y extorsiones.

A lo que los vecinos respondieron: “Oteapan unido, jamás será vencido, el pueblo unido jamás será vencido”.

Pidieron el ingreso del Ejército y que la policía realmente atienda la denuncia ciudadana y no los engañen. Asimismo demandaron retenes de vigilancia en todas las entradas y salidas del municipio para garantizar la seguridad de las familias.

Ante la falta de cumplimento del gobierno, la gente se organiza para defenderse. Este otro de los grandes pendientes de la cuarta transformación.

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com yrvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter @renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.