En la gira de trabajo el fin de semana pasado con la subsecretaría de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, por Chicontepec y Tantoyuca, donde se supervisó el avance de los programas de Pensión para Adultos Mayores y Personas con Discapacidad, se confirmó que el próximo año aumentará en otras 50 mil hectáreas el programa Sembrando Vida en la zona Huasteca Veracruzana y Tamaulipeca (35 mil para Veracruz y 15 mil en Tamaulipas), con lo cual en solamente dos años se llegará a casi 200 mil hectáreas en el estado de Veracruz y beneficiará al menos a 70 mil familias de productores. Actualmente la siembra es en 150 mil hectáreas de árboles maderables y frutales con cultivos intercalados de milpa o frijol en tres zonas del estado de Veracruz, donde se genera una dispersión mensual de 100 millones de pesos en cada una de ellas, de los cuales 90 millones se entrega a los productores a través de tarjetas del Banco del Bienestar y 10 millones se va a un fondo de ahorro para estos mismos campesinos; en suma, 300 millones de pesos mensuales en este momento, que aumentará aproximadamente a 400 millones de pesos a partir de 2020. La idea de hacer esta ampliación del programa en el norte de Veracruz es por su condición multiétnica de la región formada por 47 municipios, en su mayoría de pueblos nahuas, totonacas, huastecos, tepehuas y otomíes, zona muy amplia que incluye a Pánuco, Tuxpan, Tantoyuca, Tantima, Tamalín, Temapache, El Higo, Pueblo Viejo, Tampico Alto, Tempoal, Uzuluama, entre otros, con límites al norte de la entidad con Tamaulipas, al sur con la región del Totonacapan, desde el río Tamesí hasta el río Cazones, al este con el Golfo de México y al oeste con la región de la Sierra de Huayacocotla y los estados de San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla. En esencia, la implementación de este programa, que es uno de los ejes de la política social de esta administración, sirve para crear empleos, dar aprovechamiento a la riqueza natural y contribuir al mejoramiento del medio ambiente, que son acciones de un esfuerzo transversal para incentivar el desarrollo económico de las zonas más desprotegidas por medio de la derrama económica. A los beneficiarios, principalmente pequeños productores que disponen de parcelas con un mínimo de 2.5 hectáreas que se encuentren improductivas, reciben asesoría técnica y apoyos de cinco mil pesos mensuales para sembrar árboles y cultivos de consumo básico, de los cuales 500 pesos van a un fondo de ahorro para los propios beneficiarios, y tiene como fin propiciar el arraigo de los hombres del campo a sus lugares de origen y no tengan necesidad de abandonar sus comunidades en busca de trabajo, reactivar la economía en el medio rural y contribuir al objetivo de reforestación de varias regiones del país. Este programa impulsa el bienestar de hombres y mujeres del campo en sus comunidades a través de empleos permanentes que les permiten contar con recursos para mejorar su calidad de vida. En el primer año la estrategia se diseñó, en una primera etapa, para los estados de Veracruz, Chiapas, Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, y en noviembre próximo la incorporación de Durango, aunque la cobertura del año entrante será en 17 entidades federativas, y parte de la estrategia es la firma de convenios para la construcción y ampliación de nueve viveros militares de los que se calcula obtener 93.6 millones de plantas forestales para abastecer las necesidades de los productores forestales; uno de esos viveros se encuentra en Minatitlán, recientemente visitado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su homólogo de Honduras, Juan Orlando Hernández, además de acuerdos de colaboración con los gobiernos de los estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz para la producción en sus propios invernaderos de 22.6 millones de plantas frutales y maderables.
En la gira de trabajo el fin de semana pasado con la subsecretaría de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, por Chicontepec y Tantoyuca, donde se supervisó el avance de los programas de Pensión para Adultos Mayores y Personas con Discapacidad, se confirmó que el próximo año aumentará en otras 50 mil hectáreas el programa Sembrando Vida en la zona Huasteca Veracruzana y Tamaulipeca (35 mil para Veracruz y 15 mil en Tamaulipas), con lo cual en solamente dos años se llegará a casi 200 mil hectáreas en el estado de Veracruz y beneficiará al menos a 70 mil familias de productores. Actualmente la siembra es en 150 mil hectáreas de árboles maderables y frutales con cultivos intercalados de milpa o frijol en tres zonas del estado de Veracruz, donde se genera una dispersión mensual de 100 millones de pesos en cada una de ellas, de los cuales 90 millones se entrega a los productores a través de tarjetas del Banco del Bienestar y 10 millones se va a un fondo de ahorro para estos mismos campesinos; en suma, 300 millones de pesos mensuales en este momento, que aumentará aproximadamente a 400 millones de pesos a partir de 2020. La idea de hacer esta ampliación del programa en el norte de Veracruz es por su condición multiétnica de la región formada por 47 municipios, en su mayoría de pueblos nahuas, totonacas, huastecos, tepehuas y otomíes, zona muy amplia que incluye a Pánuco, Tuxpan, Tantoyuca, Tantima, Tamalín, Temapache, El Higo, Pueblo Viejo, Tampico Alto, Tempoal, Uzuluama, entre otros, con límites al norte de la entidad con Tamaulipas, al sur con la región del Totonacapan, desde el río Tamesí hasta el río Cazones, al este con el Golfo de México y al oeste con la región de la Sierra de Huayacocotla y los estados de San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla. En esencia, la implementación de este programa, que es uno de los ejes de la política social de esta administración, sirve para crear empleos, dar aprovechamiento a la riqueza natural y contribuir al mejoramiento del medio ambiente, que son acciones de un esfuerzo transversal para incentivar el desarrollo económico de las zonas más desprotegidas por medio de la derrama económica. A los beneficiarios, principalmente pequeños productores que disponen de parcelas con un mínimo de 2.5 hectáreas que se encuentren improductivas, reciben asesoría técnica y apoyos de cinco mil pesos mensuales para sembrar árboles y cultivos de consumo básico, de los cuales 500 pesos van a un fondo de ahorro para los propios beneficiarios, y tiene como fin propiciar el arraigo de los hombres del campo a sus lugares de origen y no tengan necesidad de abandonar sus comunidades en busca de trabajo, reactivar la economía en el medio rural y contribuir al objetivo de reforestación de varias regiones del país. Este programa impulsa el bienestar de hombres y mujeres del campo en sus comunidades a través de empleos permanentes que les permiten contar con recursos para mejorar su calidad de vida. En el primer año la estrategia se diseñó, en una primera etapa, para los estados de Veracruz, Chiapas, Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, y en noviembre próximo la incorporación de Durango, aunque la cobertura del año entrante será en 17 entidades federativas, y parte de la estrategia es la firma de convenios para la construcción y ampliación de nueve viveros militares de los que se calcula obtener 93.6 millones de plantas forestales para abastecer las necesidades de los productores forestales; uno de esos viveros se encuentra en Minatitlán, recientemente visitado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su homólogo de Honduras, Juan Orlando Hernández, además de acuerdos de colaboración con los gobiernos de los estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz para la producción en sus propios invernaderos de 22.6 millones de plantas frutales y maderables.
