/ miércoles 11 de abril de 2018

Siguen apareciendo cartuchos quemados

Uno de los sobrevivientes del Grupo San Ángel es “El Nene”, sobrenombre impuesto al político e intelectual Jorge Castañeda, quien en su juventud se identificó como hombre de izquierda, solo que esa tendencia ideológica le duró de la década de los 70 a la de los 80.

Fue canciller de México durante los primeros tres años del gobierno de Vicente Fox Quesada y ha sido señalado por sus detractores, como un personaje conflictivo, arrogante e inestable; además de que sus acciones en la política militante lo han caracterizado como un personaje “entreguista”.

Las reminiscencias del famoso grupo San Ángel, constituido desde mediados de 1994, consignan 20 compromisos por la democracia, de los que a la fecha pocos se han cumplido, pues la primera aspiración por lograr la independencia del IFE (ahora INE) no se ha alcanzado, como consta en el cuestionado resolutivo que entre el TEPJF y el INE, que acaban de acordar dar el registro, sin más trámite, a la candidatura del “Bronco”.

Otras de las aspiraciones incumplidas del Grupo San Ángel son la igualdad en el financiamiento público a los partidos, la equidad en los medios de comunicación, la fiscalización de los gastos de campaña entre partidos y candidatos, la penalización enérgica de los delitos electorales y el poder ciudadano, que nuevamente ha sido rebasado por la partidocracia.

Hoy resulta que don Jorge Castañeda “subestimó a priori” la capacidad y tenacidad de Ricardo Anaya para llegar a la presidencia de la República y bajo el argumento de que con una charla lo convenció, don Jorge Castañeda se ha convertido en el coordinador de Estrategia de la campaña del candidato de la coalición Por México al Frente; y en medio de Santiago Creel y Dante Delgado, el excanciller se desdice de sus críticas y de lo mal que habló del trapecista Ricardo Anaya, tragándose todas sus palabras para manifestarse convencido de que Anaya es la mejor opción. Una más de las transfiguraciones de quien fuera en su juventud un izquierdista, en su madurez un capitalista y hoy en la tercera edad, un disminuido defensor de la democracia.

Solo falta que el recalcitrante panista que fue don Vicente Fox Quesada se decida a cambiar de chaqueta por el PRI de Pepe Meade o por la Alianza de Ricardo Anaya, para aumentar la desconfianza y el desencanto de los electores que decidirán con su voto en favor del próximo presidente.

Uno de los sobrevivientes del Grupo San Ángel es “El Nene”, sobrenombre impuesto al político e intelectual Jorge Castañeda, quien en su juventud se identificó como hombre de izquierda, solo que esa tendencia ideológica le duró de la década de los 70 a la de los 80.

Fue canciller de México durante los primeros tres años del gobierno de Vicente Fox Quesada y ha sido señalado por sus detractores, como un personaje conflictivo, arrogante e inestable; además de que sus acciones en la política militante lo han caracterizado como un personaje “entreguista”.

Las reminiscencias del famoso grupo San Ángel, constituido desde mediados de 1994, consignan 20 compromisos por la democracia, de los que a la fecha pocos se han cumplido, pues la primera aspiración por lograr la independencia del IFE (ahora INE) no se ha alcanzado, como consta en el cuestionado resolutivo que entre el TEPJF y el INE, que acaban de acordar dar el registro, sin más trámite, a la candidatura del “Bronco”.

Otras de las aspiraciones incumplidas del Grupo San Ángel son la igualdad en el financiamiento público a los partidos, la equidad en los medios de comunicación, la fiscalización de los gastos de campaña entre partidos y candidatos, la penalización enérgica de los delitos electorales y el poder ciudadano, que nuevamente ha sido rebasado por la partidocracia.

Hoy resulta que don Jorge Castañeda “subestimó a priori” la capacidad y tenacidad de Ricardo Anaya para llegar a la presidencia de la República y bajo el argumento de que con una charla lo convenció, don Jorge Castañeda se ha convertido en el coordinador de Estrategia de la campaña del candidato de la coalición Por México al Frente; y en medio de Santiago Creel y Dante Delgado, el excanciller se desdice de sus críticas y de lo mal que habló del trapecista Ricardo Anaya, tragándose todas sus palabras para manifestarse convencido de que Anaya es la mejor opción. Una más de las transfiguraciones de quien fuera en su juventud un izquierdista, en su madurez un capitalista y hoy en la tercera edad, un disminuido defensor de la democracia.

Solo falta que el recalcitrante panista que fue don Vicente Fox Quesada se decida a cambiar de chaqueta por el PRI de Pepe Meade o por la Alianza de Ricardo Anaya, para aumentar la desconfianza y el desencanto de los electores que decidirán con su voto en favor del próximo presidente.