/ domingo 12 de junio de 2022

¿Simpatía o eficacia?

Lo dicho en la anterior entrega: ¡los dardos envenenados contra Movimiento Ciudadano y su coordinador nacional Dante Delgado, arreciaron, tras ser conocidos los resultados de las elecciones del pasado 5 de junio!

Nos pasó lo que al enfermo, cuando se empieza a quejar en su familia, en el trabajo y con cualquier conocido con quien se tope uno en la calle, le empiezan a diagnosticar, sin ser doctores, tanto la enfermedad como los remedios-medicinas con que se curará.

Así sucedió desde el día lunes 6, cuando cualquier hijo de vecino se convirtió en politólogo de Harvard, Stanford o La Sorbona y empezaron a invadir con sus comentarios todas las redes sociales, colmándonos en nuestros grupos de chat, telegrams, correos electrónicos, twitter´s, o al pie de nuestros artículos en los portales electrónicos y periódicos que nos los publican, con anotaciones describiendo de pe a pa lo que sucedió en las elecciones de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo, precisando (según ellos) los errores que cometió la alianza Va por México, los aciertos de la otra encabezada por Morena y las culpas que cometió, vuelvo a precisar, según ellos, Movimiento Ciudadano, cual si fueran profesionales expertos en la materia, como si vivieran de lo que cobran por esos diagnósticos.

Perdí la cuenta desde el martes, de los cientos, en serio, de los cientos de mensajes de esos “politólogos” que sorprendentemente viven de otras actividades, menos de la política o que pasaron fugazmente por algún cargo de elección popular, y ahora se han convertido en todólogos, con especialidad en “como hacer que López Obrador deje el cargo, o su partido Morena pierda las elecciones”, por todas las torpezas que ha cometido como presidente de la República, o por haber prometido el cielo y las estrellas como candidato, y ya como titular del Poder Ejecutivo Federal no ha cumplido con nada.

Recetas y más recetas. Hojas de ruta del que hacer, como hacerlo y cuando hacerlo, para lograr que, en el 2024, no triunfe el candidato o candidata de AMLO, que me hizo preguntarme ¿Dónde estaban escondidos todos estos tesoros hace dos meses? ¿Por qué no salieron en abril o mayo a disertar sobre la teoría y la práctica para derrotar a Morena? ¿Por qué carajos no se les acercaron a sus partidos -hay muchos que son del PRI y del PAN-, y les vendieron ese cumulo de teorías para que el pasado 5 de junio, esos institutos les hubieran entregado sendos reconocimientos por sus atinadas estrategias electorales, y desde luego, estoy seguro, acompañados de jugosos cheques por tanta sabiduría, que hizo que, al aplicarla, consumaran el objetivo de ganarle al partido magenta?

Les juro estimados lectores y demás amigos que estuve tentado de contestarles a cada uno con una sola recomendación: “abandonen la actividad económica u ociosa que estén realizando, y vayan de inmediato a las oficinas del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano y denles a conocer sus tesis triunfadoras. Pero luego reflexioné que alguno de ellos/as podría tomárselo en serio y… me vi comprando un bosque para perderme en el.

Y si, después de las elecciones, el escenario que surge con estos politólogos es como aquel otro cuando el hombre o mujer se enferma, y todos a su alrededor se convierten en médicos y le recetan, cual si fueran especialistas en el cuerpo humano, y todavía cuando se despiden terminan afirmándole: vas a ver que con eso, te vas aliviar.

Todo esto por culpa de no saber transmitirle a la sociedad votante –incluyéndome-, que no es lo mismo simpatía que eficacia.

Si encontráramos el lenguaje apropiado para hacer reflexionar a las masas que Andrés Manuel está aprobado en simpatía, pero reprobado en eficacia, acompañando la explicación con estadísticas, con ejemplos, que lo hagan pensar y reflexionar sobre el desastroso México que tenemos, otro gallo nos cantaría.

plazacaracol@hotmail.com

TW: @HELÍHERRERA.es

Lo dicho en la anterior entrega: ¡los dardos envenenados contra Movimiento Ciudadano y su coordinador nacional Dante Delgado, arreciaron, tras ser conocidos los resultados de las elecciones del pasado 5 de junio!

Nos pasó lo que al enfermo, cuando se empieza a quejar en su familia, en el trabajo y con cualquier conocido con quien se tope uno en la calle, le empiezan a diagnosticar, sin ser doctores, tanto la enfermedad como los remedios-medicinas con que se curará.

Así sucedió desde el día lunes 6, cuando cualquier hijo de vecino se convirtió en politólogo de Harvard, Stanford o La Sorbona y empezaron a invadir con sus comentarios todas las redes sociales, colmándonos en nuestros grupos de chat, telegrams, correos electrónicos, twitter´s, o al pie de nuestros artículos en los portales electrónicos y periódicos que nos los publican, con anotaciones describiendo de pe a pa lo que sucedió en las elecciones de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo, precisando (según ellos) los errores que cometió la alianza Va por México, los aciertos de la otra encabezada por Morena y las culpas que cometió, vuelvo a precisar, según ellos, Movimiento Ciudadano, cual si fueran profesionales expertos en la materia, como si vivieran de lo que cobran por esos diagnósticos.

Perdí la cuenta desde el martes, de los cientos, en serio, de los cientos de mensajes de esos “politólogos” que sorprendentemente viven de otras actividades, menos de la política o que pasaron fugazmente por algún cargo de elección popular, y ahora se han convertido en todólogos, con especialidad en “como hacer que López Obrador deje el cargo, o su partido Morena pierda las elecciones”, por todas las torpezas que ha cometido como presidente de la República, o por haber prometido el cielo y las estrellas como candidato, y ya como titular del Poder Ejecutivo Federal no ha cumplido con nada.

Recetas y más recetas. Hojas de ruta del que hacer, como hacerlo y cuando hacerlo, para lograr que, en el 2024, no triunfe el candidato o candidata de AMLO, que me hizo preguntarme ¿Dónde estaban escondidos todos estos tesoros hace dos meses? ¿Por qué no salieron en abril o mayo a disertar sobre la teoría y la práctica para derrotar a Morena? ¿Por qué carajos no se les acercaron a sus partidos -hay muchos que son del PRI y del PAN-, y les vendieron ese cumulo de teorías para que el pasado 5 de junio, esos institutos les hubieran entregado sendos reconocimientos por sus atinadas estrategias electorales, y desde luego, estoy seguro, acompañados de jugosos cheques por tanta sabiduría, que hizo que, al aplicarla, consumaran el objetivo de ganarle al partido magenta?

Les juro estimados lectores y demás amigos que estuve tentado de contestarles a cada uno con una sola recomendación: “abandonen la actividad económica u ociosa que estén realizando, y vayan de inmediato a las oficinas del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano y denles a conocer sus tesis triunfadoras. Pero luego reflexioné que alguno de ellos/as podría tomárselo en serio y… me vi comprando un bosque para perderme en el.

Y si, después de las elecciones, el escenario que surge con estos politólogos es como aquel otro cuando el hombre o mujer se enferma, y todos a su alrededor se convierten en médicos y le recetan, cual si fueran especialistas en el cuerpo humano, y todavía cuando se despiden terminan afirmándole: vas a ver que con eso, te vas aliviar.

Todo esto por culpa de no saber transmitirle a la sociedad votante –incluyéndome-, que no es lo mismo simpatía que eficacia.

Si encontráramos el lenguaje apropiado para hacer reflexionar a las masas que Andrés Manuel está aprobado en simpatía, pero reprobado en eficacia, acompañando la explicación con estadísticas, con ejemplos, que lo hagan pensar y reflexionar sobre el desastroso México que tenemos, otro gallo nos cantaría.

plazacaracol@hotmail.com

TW: @HELÍHERRERA.es