/ lunes 29 de junio de 2020

Sin dinero a la 4T le queda hacer leyes

Los sexenios que tuvo que aguantar para llegar a la presidencia se le debieron hacer eternos a López Obrador. Ahora sus años en la presidencia se le deben pasar como agua entre los dedos… sin los resultados que desea.

¿Cómo reaccionará, qué hará cuando admita que los grandes problemas no los ha podido resolver y que el tiempo ya está en su contra?

Hasta ahora con resultados económicos negativos, una violencia e inseguridad igual o peor que antes, una pandemia mal tratada y con poco dinero para sacar adelante sus principales programas ya no digamos los generales del gobierno, López Obrador debiera saber que, a estas alturas, está en riesgo su cuarta transformación.

Y es que prácticamente consumió un tercio de su mandato con mínimos resultados, esos que la gente quiere ver y sentir: obras, seguridad y más pesos en sus bolsillos porque tiene trabajo o su pequeño negocio vende más.

En 2020 (como en 2019) tampoco hubo ese tipo de resultados. Si bien falta medio año para que termine, la pandemia del coronavirus vino a sepultar cualquier posibilidad de mejorar. En lo que resta del año la mayoría de los sectores hará lo mismo: tratar de aguantar, resistir.

Y en el próximo año seguirá todo igual o podría estar más acentuada la crisis, pues el país no podrá reponerse en cuestión de meses.

Para que vuelva a echarse a andar la maquinaria generadora de dinero entre la población pasará un buen tiempo y por lo mismo el gobierno, que ya venía a la baja en el cobro de impuestos, dispondrá de menos recursos.

Lo que haya, está más que visto, se destinará a los proyectos de la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto, el Tren Maya… y a los programas sociales del gobierno: becas a jóvenes desempleados, a estudiantes y a los adultos mayores, así como a los de Sembrando Vida.

Pero no será mucho. Al Fondo Estabilizador le dieron un bajón. De impuestos recibirán menos. Por petróleo andarán en las mismas y en las aduanas también entra menos. Apretarán a las grandes empresas que evaden impuestos, pero no será suficiente. ¿Qué hacer entonces?

Será año electoral y López Obrador, quien a toda hora y todos los días hace política, estará dedicado a hacer ganar a su partido y aliados. Se le irá la vida en eso. Si no retiene el control de la Cámara de Diputados y gana un buen número de gubernaturas, tendrá que decir adiós a su cuarta transformación, que al tercer año estaría prácticamente muerta.

En fin, ¿qué hace un político de estos niveles cuando gobierna y no tiene dinero? Pues hace leyes.

Preparémonos entonces para ver qué iniciativas de leyes son las que envía en los meses por venir, para intentar que su cuatroté esté vigente en la mayoría de los mexicanos.

Que nadie se alegre de esta situación en el gobierno del presidente López Obrador. Toda la sociedad pierde y lo peor que puede pasar es que crezca la polarización en medio de una crisis de salud, económica y de inseguridad.

Los sexenios que tuvo que aguantar para llegar a la presidencia se le debieron hacer eternos a López Obrador. Ahora sus años en la presidencia se le deben pasar como agua entre los dedos… sin los resultados que desea.

¿Cómo reaccionará, qué hará cuando admita que los grandes problemas no los ha podido resolver y que el tiempo ya está en su contra?

Hasta ahora con resultados económicos negativos, una violencia e inseguridad igual o peor que antes, una pandemia mal tratada y con poco dinero para sacar adelante sus principales programas ya no digamos los generales del gobierno, López Obrador debiera saber que, a estas alturas, está en riesgo su cuarta transformación.

Y es que prácticamente consumió un tercio de su mandato con mínimos resultados, esos que la gente quiere ver y sentir: obras, seguridad y más pesos en sus bolsillos porque tiene trabajo o su pequeño negocio vende más.

En 2020 (como en 2019) tampoco hubo ese tipo de resultados. Si bien falta medio año para que termine, la pandemia del coronavirus vino a sepultar cualquier posibilidad de mejorar. En lo que resta del año la mayoría de los sectores hará lo mismo: tratar de aguantar, resistir.

Y en el próximo año seguirá todo igual o podría estar más acentuada la crisis, pues el país no podrá reponerse en cuestión de meses.

Para que vuelva a echarse a andar la maquinaria generadora de dinero entre la población pasará un buen tiempo y por lo mismo el gobierno, que ya venía a la baja en el cobro de impuestos, dispondrá de menos recursos.

Lo que haya, está más que visto, se destinará a los proyectos de la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto, el Tren Maya… y a los programas sociales del gobierno: becas a jóvenes desempleados, a estudiantes y a los adultos mayores, así como a los de Sembrando Vida.

Pero no será mucho. Al Fondo Estabilizador le dieron un bajón. De impuestos recibirán menos. Por petróleo andarán en las mismas y en las aduanas también entra menos. Apretarán a las grandes empresas que evaden impuestos, pero no será suficiente. ¿Qué hacer entonces?

Será año electoral y López Obrador, quien a toda hora y todos los días hace política, estará dedicado a hacer ganar a su partido y aliados. Se le irá la vida en eso. Si no retiene el control de la Cámara de Diputados y gana un buen número de gubernaturas, tendrá que decir adiós a su cuarta transformación, que al tercer año estaría prácticamente muerta.

En fin, ¿qué hace un político de estos niveles cuando gobierna y no tiene dinero? Pues hace leyes.

Preparémonos entonces para ver qué iniciativas de leyes son las que envía en los meses por venir, para intentar que su cuatroté esté vigente en la mayoría de los mexicanos.

Que nadie se alegre de esta situación en el gobierno del presidente López Obrador. Toda la sociedad pierde y lo peor que puede pasar es que crezca la polarización en medio de una crisis de salud, económica y de inseguridad.