/ domingo 10 de febrero de 2019

Sobre el plan de desarrollo

En el año 2014 comentaba con el doctor José Enrique Bailares Helgueres sobre planeación estratégica, del cual es especialista sobre los planes de desarrollo que por norma deben ejecutar los tres niveles de gobierno, una de sus conclusiones sobre el tema es que si no son vinculatorios ni evaluados sólo son por cumplir la Ley.

Al hablar de vinculatorios se refería a que deben estar alineados a problemas comunes y proyectos de desarrollo, desde el federal hasta el municipal, para que los disponibles sean aplicados con congruencia y con la medición establecer su efectividad y su consideración de continuarlos para hacerlo a mayor plazo.

Puso ejemplos de continuidad claros como los casos particulares de Chicago, con la planeación que se concibe a finales del siglo IXX cuando Chicago tenía ya 300 mil habitantes, la mayoría migrantes; empezaba a darse un desorden ocupacional del suelo, los principales en resolverlo fueron los comerciantes a los que se unió el Club de Comerciantes de Chicago. Así nace, en 1909, el Plan Chicago de Daniel Burnham, que incluía los siguientes puntos:

Mejora a la orilla del lago, un sistema regional de carreteras, mejora de terminales ferroviarias, nuevos parques exteriores, arreglo sistemático de calles, construcción de centros culturales y cívicos.

IMPLEMENTACIÓN.

Otro caso fue el de Londres, que data de 1965, cuando acordaron las 32 municipalidades, con el municipio de Londres y el gran consejo, la planeación de este territorio. En 1983 Margaret Tacher disuelve los acuerdos y crea un ente rector, el Great London Autority, que establece las bases de desarrollo de la capital inglesa.

El último de los ejemplos que comentamos fue el caso de Singapur, considerado el país más rico del mundo con las siguientes medidas:

Alto grado de libertad económica, baja presión fiscal y un gobierno esbelto, impuestos sobre la renta de los más bajos en el mundo, 0% sobre ingresos inferiores a los 20 mil dólares y el 20% a las rentas superiores a 320 mil dólares; impuesto a sociedades del 18%, exenciones para empresas nuevas que pueden ir del 50 al 70%; el estado sólo gasta el 5% del PIB, mientras que en otros países promedian el 45%. Concluyó que el ingreso per cápita es uno de los más altos en el mundo.

En México fue en la administración del presidente Miguel de la Madrid que se reformó el artículo 36 de la Constitución y se creó la Ley de Planeación, que incluye la obligatoriedad de que haya un plan de desarrollo sexenal al que esté sujeto la administración federal.

Se instituye el método de consulta como marco institucional, sin que esto signifique plebiscito; este plan no se cumplió por la crisis que vivió el país, alta inflación y el temblor de 1985. Con Salinas, el alto gasto; con Zedillo, la crisis de diciembre, y en términos generales expertos opinan que si los planes de desarrollo no cumplen sus objetivos para qué seguir presentándolos.

Bailleres es partidario de que continúen y él los presenta de esta manera:

Con un objetivo nacional: México a su alta potencia, cinco metas nacionales, México seguro, competitivo, en paz, en equidad, con responsabilidad global.

Tres metas transversales: Democratizar la productividad, gobierno cercano y moderno, perspectiva de género, Indicadores en la planeación estatal, por último implicaciones en la planeación estatal.

En Veracruz la Ley de Planeación en su capítulo IV contiene los pormenores del cómo y cuándo, en sus artículos del 12 al 20 las define:

Que deben partir de la consulta popular, precisar los objetivos estatales estrategias y prioridades, deben contener programas sectoriales, regionales e institucionales que no excederá del periodo constitucional.

Debe presentarse (de acuerdo con la última modificación a la ley) dentro de los seis meses siguientes de la nueva administración; las consultas se implementan con foros; se celebró ya el de bienestar social en Pueblo Viejo.

Yo pregunto quién conoce y se acuerda del presentado por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares (2016-2018), por cierto, formulado por la UV: con alta calidad y con una metodología técnica, diseñada en varios tomos, y memorándums que contienen los planes, donde destacan acciones temáticas y retos del Ejecutivo.

Citaré algunas para que evalúen si se cumplieron.

Seguridad pública, mayor presencia del Ejército mexicano, la Marina, Policía Federal y la Gendarmería Nacional; podrá designarse como secretario a un militar de alto rango, nuevos programas para prevenir el delito, especialmente en jóvenes; creación de un grupo de 50 elementos para combatir el secuestro, plan de emergencia para combatir el abigeato.

Así hay acciones de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, competitividad y desarrollo económico, finanzas publicas, http://www.veracruz.gob.mx/plan-veracruzano-de-desarrollo/

En síntesis, es un documento completo que resultaría positivo realizar foros de evaluación para ver su cumplimiento y utilidad.

Hay expertos (así lo escribe el maestro Rafael Pérez Cárdenas) que opinan que sólo es un instrumento de política pública, no vinculante; su cumplimiento no es obligatorio, tampoco hay sanción si no se cumple, su desconocimiento de los propios funcionarios al hacer el POA, hace evidente su utilidad.

Yo creo que debe ser un instrumento referente, para que la planeación, presupuesto, programación y evaluación sean congruentes que se transparenten, se hagan entendibles y que el pueblo juzgue si cumplió la administración o no.


En el año 2014 comentaba con el doctor José Enrique Bailares Helgueres sobre planeación estratégica, del cual es especialista sobre los planes de desarrollo que por norma deben ejecutar los tres niveles de gobierno, una de sus conclusiones sobre el tema es que si no son vinculatorios ni evaluados sólo son por cumplir la Ley.

Al hablar de vinculatorios se refería a que deben estar alineados a problemas comunes y proyectos de desarrollo, desde el federal hasta el municipal, para que los disponibles sean aplicados con congruencia y con la medición establecer su efectividad y su consideración de continuarlos para hacerlo a mayor plazo.

Puso ejemplos de continuidad claros como los casos particulares de Chicago, con la planeación que se concibe a finales del siglo IXX cuando Chicago tenía ya 300 mil habitantes, la mayoría migrantes; empezaba a darse un desorden ocupacional del suelo, los principales en resolverlo fueron los comerciantes a los que se unió el Club de Comerciantes de Chicago. Así nace, en 1909, el Plan Chicago de Daniel Burnham, que incluía los siguientes puntos:

Mejora a la orilla del lago, un sistema regional de carreteras, mejora de terminales ferroviarias, nuevos parques exteriores, arreglo sistemático de calles, construcción de centros culturales y cívicos.

IMPLEMENTACIÓN.

Otro caso fue el de Londres, que data de 1965, cuando acordaron las 32 municipalidades, con el municipio de Londres y el gran consejo, la planeación de este territorio. En 1983 Margaret Tacher disuelve los acuerdos y crea un ente rector, el Great London Autority, que establece las bases de desarrollo de la capital inglesa.

El último de los ejemplos que comentamos fue el caso de Singapur, considerado el país más rico del mundo con las siguientes medidas:

Alto grado de libertad económica, baja presión fiscal y un gobierno esbelto, impuestos sobre la renta de los más bajos en el mundo, 0% sobre ingresos inferiores a los 20 mil dólares y el 20% a las rentas superiores a 320 mil dólares; impuesto a sociedades del 18%, exenciones para empresas nuevas que pueden ir del 50 al 70%; el estado sólo gasta el 5% del PIB, mientras que en otros países promedian el 45%. Concluyó que el ingreso per cápita es uno de los más altos en el mundo.

En México fue en la administración del presidente Miguel de la Madrid que se reformó el artículo 36 de la Constitución y se creó la Ley de Planeación, que incluye la obligatoriedad de que haya un plan de desarrollo sexenal al que esté sujeto la administración federal.

Se instituye el método de consulta como marco institucional, sin que esto signifique plebiscito; este plan no se cumplió por la crisis que vivió el país, alta inflación y el temblor de 1985. Con Salinas, el alto gasto; con Zedillo, la crisis de diciembre, y en términos generales expertos opinan que si los planes de desarrollo no cumplen sus objetivos para qué seguir presentándolos.

Bailleres es partidario de que continúen y él los presenta de esta manera:

Con un objetivo nacional: México a su alta potencia, cinco metas nacionales, México seguro, competitivo, en paz, en equidad, con responsabilidad global.

Tres metas transversales: Democratizar la productividad, gobierno cercano y moderno, perspectiva de género, Indicadores en la planeación estatal, por último implicaciones en la planeación estatal.

En Veracruz la Ley de Planeación en su capítulo IV contiene los pormenores del cómo y cuándo, en sus artículos del 12 al 20 las define:

Que deben partir de la consulta popular, precisar los objetivos estatales estrategias y prioridades, deben contener programas sectoriales, regionales e institucionales que no excederá del periodo constitucional.

Debe presentarse (de acuerdo con la última modificación a la ley) dentro de los seis meses siguientes de la nueva administración; las consultas se implementan con foros; se celebró ya el de bienestar social en Pueblo Viejo.

Yo pregunto quién conoce y se acuerda del presentado por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares (2016-2018), por cierto, formulado por la UV: con alta calidad y con una metodología técnica, diseñada en varios tomos, y memorándums que contienen los planes, donde destacan acciones temáticas y retos del Ejecutivo.

Citaré algunas para que evalúen si se cumplieron.

Seguridad pública, mayor presencia del Ejército mexicano, la Marina, Policía Federal y la Gendarmería Nacional; podrá designarse como secretario a un militar de alto rango, nuevos programas para prevenir el delito, especialmente en jóvenes; creación de un grupo de 50 elementos para combatir el secuestro, plan de emergencia para combatir el abigeato.

Así hay acciones de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, competitividad y desarrollo económico, finanzas publicas, http://www.veracruz.gob.mx/plan-veracruzano-de-desarrollo/

En síntesis, es un documento completo que resultaría positivo realizar foros de evaluación para ver su cumplimiento y utilidad.

Hay expertos (así lo escribe el maestro Rafael Pérez Cárdenas) que opinan que sólo es un instrumento de política pública, no vinculante; su cumplimiento no es obligatorio, tampoco hay sanción si no se cumple, su desconocimiento de los propios funcionarios al hacer el POA, hace evidente su utilidad.

Yo creo que debe ser un instrumento referente, para que la planeación, presupuesto, programación y evaluación sean congruentes que se transparenten, se hagan entendibles y que el pueblo juzgue si cumplió la administración o no.