/ domingo 29 de noviembre de 2020

SSP: alfombra roja

Este lunes 30 comparecerá ante el Congreso local el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, un licenciado en Derecho y Criminología egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León –entidad de la que es nativo–, quien presume oficialmente contar con dos maestrías y un doctorado, ¡de un año!, sobre el Nuevo Sistema Penal Acusatorio que no habría podido acreditar.

La semana anterior, Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de la Presidencia de la República, entrevistado en una estación de televisión que transmite por internet, le dio indirectamente un espaldarazo a Gutiérrez Maldonado, pariente de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente López Obrador, pues aunque el abogado sólo mencionó al gobernador Cuitláhuac García, reconoció que gracias a la coordinación que existe entre el gobierno de Veracruz y las fuerzas federales mediante las Mesas para la Construcción de la Paz, los índices criminales han descendido considerablemente en la entidad.

“Tenemos ejemplos muy claros, donde teníamos una violencia generalizada como Veracruz, en donde el Gobernador hizo un esfuerzo, se pudo cambiar al Fiscal General, hoy tenemos una tasa de homicidios muy por debajo de la que teníamos hace un año y hace dos años”, refirió Scherer Ibarra.

En efecto, últimamente en Veracruz ya no han ocurrido masacres como la de la palapa “Los Potros”, de Minatitlán, donde en abril antepasado fueron asesinadas 14 personas que se hallaban en una fiesta de cumpleaños, o la del bar “El Caballo Blanco”, en Coatzacoalcos, donde en agosto de 2019 fueron acribillados parroquianos y empleados, 32 en total; sin embargo las ejecuciones no cesan en el territorio veracruzano, algunas de alto impacto como la de la alcaldesa perredista de Jamapa, Florisel Ríos Delfín; la de la periodista María Elena Ferral, baleada en Papantla, o el atentado ocurrido hace un par de semanas en el domicilio particular del munícipe del PRD, Cuitláhuac Condado Escamilla, de Acayucan, donde el grupo criminal de José Roberto Sánchez Cortés, (a) “El 80”, vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación, sigue operando impunemente en la zona sur.

Esta situación obviamente genera una percepción negativa, pues según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI, hasta el primer trimestre de este año, 92.1 por ciento de los habitantes de esa región hasta Coatzacoalcos dijeron sentirse inseguros.

Ello, sin contar, con los abusos y excesos atribuidos a las propias fuerzas del orden.

Y es que algo que debería explicar también Gutiérrez Maldonado a los diputados en su comparecencia de este lunes es por qué nombró como director de la Academia de Policía de “El Lencero” a Evaristo Cruz Cabañas, excapitán de Fragata y excomandante del Vigésimo Noveno Batallón de Infantería de Marina, quien estuvo acusado por tortura junto con otros tres marinos en el Juzgado Primero de Distrito, en Campeche.

Por esa acusación Cruz Cabañas estuvo en una prisión militar hace cinco años, primero en Campeche y posteriormente trasladado a prisión militar en la Ciudad de México, según el amparo indirecto 50/2015.

Este lunes 30 comparecerá ante el Congreso local el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, un licenciado en Derecho y Criminología egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León –entidad de la que es nativo–, quien presume oficialmente contar con dos maestrías y un doctorado, ¡de un año!, sobre el Nuevo Sistema Penal Acusatorio que no habría podido acreditar.

La semana anterior, Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de la Presidencia de la República, entrevistado en una estación de televisión que transmite por internet, le dio indirectamente un espaldarazo a Gutiérrez Maldonado, pariente de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente López Obrador, pues aunque el abogado sólo mencionó al gobernador Cuitláhuac García, reconoció que gracias a la coordinación que existe entre el gobierno de Veracruz y las fuerzas federales mediante las Mesas para la Construcción de la Paz, los índices criminales han descendido considerablemente en la entidad.

“Tenemos ejemplos muy claros, donde teníamos una violencia generalizada como Veracruz, en donde el Gobernador hizo un esfuerzo, se pudo cambiar al Fiscal General, hoy tenemos una tasa de homicidios muy por debajo de la que teníamos hace un año y hace dos años”, refirió Scherer Ibarra.

En efecto, últimamente en Veracruz ya no han ocurrido masacres como la de la palapa “Los Potros”, de Minatitlán, donde en abril antepasado fueron asesinadas 14 personas que se hallaban en una fiesta de cumpleaños, o la del bar “El Caballo Blanco”, en Coatzacoalcos, donde en agosto de 2019 fueron acribillados parroquianos y empleados, 32 en total; sin embargo las ejecuciones no cesan en el territorio veracruzano, algunas de alto impacto como la de la alcaldesa perredista de Jamapa, Florisel Ríos Delfín; la de la periodista María Elena Ferral, baleada en Papantla, o el atentado ocurrido hace un par de semanas en el domicilio particular del munícipe del PRD, Cuitláhuac Condado Escamilla, de Acayucan, donde el grupo criminal de José Roberto Sánchez Cortés, (a) “El 80”, vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación, sigue operando impunemente en la zona sur.

Esta situación obviamente genera una percepción negativa, pues según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI, hasta el primer trimestre de este año, 92.1 por ciento de los habitantes de esa región hasta Coatzacoalcos dijeron sentirse inseguros.

Ello, sin contar, con los abusos y excesos atribuidos a las propias fuerzas del orden.

Y es que algo que debería explicar también Gutiérrez Maldonado a los diputados en su comparecencia de este lunes es por qué nombró como director de la Academia de Policía de “El Lencero” a Evaristo Cruz Cabañas, excapitán de Fragata y excomandante del Vigésimo Noveno Batallón de Infantería de Marina, quien estuvo acusado por tortura junto con otros tres marinos en el Juzgado Primero de Distrito, en Campeche.

Por esa acusación Cruz Cabañas estuvo en una prisión militar hace cinco años, primero en Campeche y posteriormente trasladado a prisión militar en la Ciudad de México, según el amparo indirecto 50/2015.

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