Aunque para los perspicaces críticos de Morena y de sus gobiernos es motivo de alegría lo que declaran funcionarios y empresarios, para los gobernados veracruzanos es preocupante.
Lo que alegra a los contrarios al gobierno es que pueden decir “se los dije y hemos tenido razón desde un principio” y se refieren a lo que declaró ayer el titular de la Sedesol, Guillermo Fernández Sánchez.
Resulta que el secretario de Desarrollo Social admite que se ha aplicado sólo el 10% de los 480 millones de pesos federales que le fueron entregados al gobierno estatal para el ejercicio fiscal de este año.
Claro que explicó y justificó que a pesar de ser mínimo el monto ejercido, no se corre el riesgo de caer en un subejercicio fiscal, porque, según él, esos recursos del Fondo de Infraestructura Social para las Entidades (FISE) se puede aplicar hasta marzo de 2020.
Así lo dijo Fernández Sánchez, quien por cierto es diputado federal suplente de Rafael Hernández Villalpando, de Morena: "Hicimos un corte hace un par de semanas y efectivamente llevamos un retraso, pero no es un retraso grave, revisamos en todas las dependencias el programa de obra…”.
Pero además, que tienen la opción de pedir una prórroga para la aplicación de los recursos y actualmente está comprometido casi el 20% del mencionado fondo.
Los contrarios de Morena y de sus gobiernos se alegran de escuchar tales declaraciones porque de esa manera pueden decir que no se equivocaron al criticar la falta de experiencia y de conocimiento de quienes están gobernando.
Pero les alegra más que la voz empresarial también les dé la razón, como ocurre con lo que dijo ayer el presidente de la CMIC Veracruz Julio Enrique García Martínez.
Concretamente se refirió a que los recortes anunciados para el presupuesto federal de 2020 impedirán el desarrollo de obras importantes en el estado y en el país.
Ante la falta de recursos no se podrá invertir en infraestructura para carreteras, escuelas, hospitales y de saneamiento, entre otros rubros, según expresó el directivo empresarial.
Es más, García Martínez calificó como desalentador el panorama en el estado y explicó que Veracruz cuenta con la red de carretera más amplia del país, además de que tiene alrededor de 25 mil escuelas, hospitales y un sinnúmero de obras de agua y saneamiento que pueden quedarse estancados por un posible subejercicio.
Así detalló los números: Este año se presupuestaron 12 mil 791 millones de pesos para Veracruz y hasta julio sólo se había contratado lo de 2 mil 291 millones, además de que algunas dependencias como la Conagua "prácticamente no ha ejercido nada".
En el 2020 el presupuesto para Veracruz aumentará a 23 mil 332 millones de pesos, casi el doble, pero al menos 21 mil millones serán aplicados en la refinería de Minatitlán, lo que dejará sin inversión a los demás sectores que requieren de infraestructura.
Y entre las dos posiciones encontradas de morenistas y sus críticos ha surgido la versión de que gobiernos estatales y municipales afines a la administración federal estarían incurriendo a propósito en los subejercicios.
La razón es simple. Se trataría de que el partido que los llevó al poder pueda operar el proceso electoral que se avecina en 2021 y para hacerlo necesita recursos.
El gobierno federal se hace de recursos cuando los estados y municipios no ejercen la totalidad del presupuesto anual, pues dinero programado que no se aplica debe ser devuelto a la Federación.
Claro que éstos son comentarios y observaciones de los adversarios del presidente Andrés Manuel López Obrador y de su gobierno, que de esa manera tratan de evidenciar su política de austeridad, honradez y combate a la corrupción.
Es curioso, pero aunque no todos le llamen subejercicio, la realidad es que el gobierno estatal y varios municipales no están ejerciendo el total de los recursos presupuestados.
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