Nadie desea que le vaya mal al nuevo gobierno. Por el contrario, se espera mucho de él sobre todo porque en los meses por venir el partido Morena tendrá la presidencia de la República, la gubernatura de Veracruz y el Congreso del Estado en sus manos lo que anticipa, cuando menos, que habrá entendimiento y fluirán los recursos que se requieren para atender las enormes necesidades de los veracruzanos. Hasta ahora poco se sabe de quiénes integrarán el gabinete de Cuitláhuac García Jiménez. Es el secreto mejor guardado pues el único nombre que ha trascendido como posible secretario de Gobierno es el de Éric Cisneros. De allí en fuera, nada se sabe sobre las mujeres y hombres que acompañarán al próximo gobernador en su encomienda; y nada se sabe tampoco sobre el proyecto de gobierno, salvo las propuestas generales vertidas en campaña por el hoy gobernador electo.
A nivel nacional Andrés Manuel López Obrador ya ha delineado las acciones que impulsará una vez en la presidencia de la República, particularmente la austeridad republicana, el combate a la corrupción y la reingeniería administrativa para hacer más eficiente al aparato burocrático; así como los nombres de los nuevos secretarios y subsecretarios federales. En el caso de Veracruz, repito, de momento no ha trascendido ni el gabinete ni el proyecto. No obstante, conforme transcurra el tiempo los veracruzanos iremos conociendo poco a poco cuáles serán las acciones que impulsará Cuitláhuac García, quien dicho sea de paso en estos días ha recorrido diversas regiones del estado para agradecer el apoyo de los electores y convivir con la sociedad.
Por el bien de Veracruz, ojalá que en el proceso de selección de perfiles tome en cuenta la trayectoria, la honestidad y la experiencia para que cada área esté encabezada por verdaderos conocedores de la administración pública. Mal haría en integrar un equipo de personas sin capacidad y que lleguen al cargo sólo por el pago de favores políticos o recomendaciones del centro. Basta ver, por ejemplo, lo ocurrido en el Ayuntamiento de Xalapa con la llegada de personajes de la capital del país que además del trato déspota con el que se dirigían al personal y a los ciudadanos, terminaron por retornar a la Ciudad de México una vez concluida la elección.
Cuitláhuac tiene frente a sí un reto enorme. Se trata de un hombre íntegro y honesto, pero no puede ni debe hacerlo todo solo. De allí la necesidad de nombrar a los mejores para cada área independientemente de la filiación política, pues ha dicho que su gobierno será plural. Se le desea la mejor de las suertes. De lo que haga en los próximos años dependerá el futuro de miles de familias en Veracruz. El gobernador electo tiene todo para hacer un buen papel, mientras mantenga los pies en la tierra y evite la soberbia y la arrogancia.
POSDATA:
Rudeza innecesaria la mostrada por el diputado local Sergio Rodríguez Cortés hacia la también diputada María Josefina Gamboa Torales, al burlarse de ella en plena tribuna y sostener que confundía el ejercicio periodístico con la labor legislativa. Lo anterior durante la sesión en que se nombró al fiscal anticorrupción. Siendo Veracruz un estado donde el periodismo ha sido castigado con muerte y abusos, lo menos que puede hacer el legislador Rodríguez Cortés es disculparse con el gremio y con la propia legisladora. Lo cortés, señor diputado, no quita lo valiente.
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