/ jueves 5 de diciembre de 2019

Tenemos mucho presidente: Marcelo Ebrard

Desde la primera Constitución Política de 1824 se consideró la inclusión de un vicepresidente, que en caso de ausencia del presidente habría de ejercer las facultades y prerrogativas de éste, según se consignó en el artículo 75 de dicha Ley Fundamental.

Aunque en la Constitución de 1857 ya no aparece la figura del vicepresidente, sino hasta 1904, en que por una adición se instituye nuevamente dicha figura, que solo sirvió para despertar la ambición de quienes se sintieron con posibilidades de relevar al depositario del Poder Ejecutivo federal.

Recordemos la traición del general Victoriano Huerta, quien por su ambición para ocupar la Presidencia de México apresó al presidente Francisco I. Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez, y con el fusilamiento de ambos personajes desató la lucha por el máximo poder político durante la llamada “Decena Trágica”, hasta que promulgada la Constitución de 1917 se estabilizó el país y posteriormente con la asunción a la Presidencia del general Plutarco Elías Calles se inicia la conversión de México a un país de instituciones y de leyes.

Llama la atención el cuestionamiento hecho al canciller Ebrard por la senadora Alejandra Reynoso Sánchez del PAN, sobre el papel que viene desempeñando como hombre de confianza del presidente López Obrador, en todo lo concerniente a sus facultades y atribuciones legales y a las encomiendas y cabildeos nada fáciles, con el presidente de los Estados Unidos y con los presidentes y líderes de diversos países latinoamericanos, para mantener el prestigio diplomático y el liderazgo internacional de nuestro país.

A diferencia de otros miembros del gabinete que se han mostrado inseguros y titubeantes, la respuesta de Ebrard Casaubón fue contundente al negar que se haya extralimitado en la representación del presidente Andrés Manuel López Obrador; dejando bien claro que en México hace muchos años no hay vicepresidentes y que no se necesitan porque “tenemos mucho presidente”.

El reproche infundado de la senadora Alejandra Reynoso también incluyó cuestionamientos sobre la intervención de Marcelo Ebrard en asuntos migratorios y en asuntos de seguridad nacional.

Esto como el hecho de rechazar la intromisión de la policía norteamericana para practicar indagatorias sobre la masacre de los LeBarón o para frenar la amenaza de Donald Trump de declarar “terroristas” a los miembros del crimen organizado y narcotraficantes de México.

A diferencia de otros miembros del gabinete que se han mostrado inseguros y titubeantes, la respuesta de Ebrard Casaubón fue contundente al negar que se haya extralimitado en la representación del presidente López Obrador ; dejando bien claro que en México hace muchos años no hay vicepresidentes

Desde la primera Constitución Política de 1824 se consideró la inclusión de un vicepresidente, que en caso de ausencia del presidente habría de ejercer las facultades y prerrogativas de éste, según se consignó en el artículo 75 de dicha Ley Fundamental.

Aunque en la Constitución de 1857 ya no aparece la figura del vicepresidente, sino hasta 1904, en que por una adición se instituye nuevamente dicha figura, que solo sirvió para despertar la ambición de quienes se sintieron con posibilidades de relevar al depositario del Poder Ejecutivo federal.

Recordemos la traición del general Victoriano Huerta, quien por su ambición para ocupar la Presidencia de México apresó al presidente Francisco I. Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez, y con el fusilamiento de ambos personajes desató la lucha por el máximo poder político durante la llamada “Decena Trágica”, hasta que promulgada la Constitución de 1917 se estabilizó el país y posteriormente con la asunción a la Presidencia del general Plutarco Elías Calles se inicia la conversión de México a un país de instituciones y de leyes.

Llama la atención el cuestionamiento hecho al canciller Ebrard por la senadora Alejandra Reynoso Sánchez del PAN, sobre el papel que viene desempeñando como hombre de confianza del presidente López Obrador, en todo lo concerniente a sus facultades y atribuciones legales y a las encomiendas y cabildeos nada fáciles, con el presidente de los Estados Unidos y con los presidentes y líderes de diversos países latinoamericanos, para mantener el prestigio diplomático y el liderazgo internacional de nuestro país.

A diferencia de otros miembros del gabinete que se han mostrado inseguros y titubeantes, la respuesta de Ebrard Casaubón fue contundente al negar que se haya extralimitado en la representación del presidente Andrés Manuel López Obrador; dejando bien claro que en México hace muchos años no hay vicepresidentes y que no se necesitan porque “tenemos mucho presidente”.

El reproche infundado de la senadora Alejandra Reynoso también incluyó cuestionamientos sobre la intervención de Marcelo Ebrard en asuntos migratorios y en asuntos de seguridad nacional.

Esto como el hecho de rechazar la intromisión de la policía norteamericana para practicar indagatorias sobre la masacre de los LeBarón o para frenar la amenaza de Donald Trump de declarar “terroristas” a los miembros del crimen organizado y narcotraficantes de México.

A diferencia de otros miembros del gabinete que se han mostrado inseguros y titubeantes, la respuesta de Ebrard Casaubón fue contundente al negar que se haya extralimitado en la representación del presidente López Obrador ; dejando bien claro que en México hace muchos años no hay vicepresidentes