Cómo se han quejado los que circunstancial y temporalmente son los inquilinos de palacio de gobierno, allá en Xalapa...
Luego de que, por pifias de sus iletrados, pero bien pagados colaboradores, la Suprema Corte de Justicia de la Nación les revocó o echó abajo, aquella determinación de mayo pasado para recortar los recursos económicos que reciben como prerrogativas los partidos políticos. El inquilino de mayor jerarquía de palacio de gobierno en la capital del estado, lamentó este “palo” de la Suprema Corte y destacó que tal determinación obliga al gobierno estatal a devolver 54 millones de pesos que se hubieran ahorrado para destinarlos, por ejemplo, al apoyo de hospitales y enfrentar la pandemia del coronavirus. En sí, dijo el inquilino de mayor jerarquía de palacio de gobierno en la ciudad xalapeña, que la pretensión con la llamada reforma política aprobada por el Congreso del estado en mayo pasado, era ahorrarse en total, unos 500 millones de pesos que serían los mismos que dejarían de darles a los partidos políticos. Obvio, no reconoció el de la voz cantante que sus bien pagados colaboradores cometieron una pifia, se equivocaron, o como dicen en mi pueblo “la regaron”, por ello insistió en que, con la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el gobierno del estado de Veracruz tendrá que devolver 54 millones de pesos que ya se habían contemplado como ahorro.
BUEN JUEZ … La historia ha demostrado que para ser buen juez hay que predicar con el ejemplo, pues lo contrario es demagogia, dicho esto porque si realmente el gobierno estatal veracruzano quisiera ahorrar recursos económicos para destinarlos al sector hospitalario donde se está enfrentando el Coronavirus, bien podrían empezar por sus propias oficinas, o como reza aquella frase que se le atribuye a Mafalda de que cuando quieras componer el mundo, comienza por tu recámara. Dicho esto, amables lectores, porque esos 54 millones de pesos que se supone se ahorrarían con la pretendida reforma electoral, son “un pelo de gato” comparado con lo que nos cuesta a los que, si pagamos impuestos, el mantener a los que circunstancial y temporalmente están a cargo de la administración estatal veracruzana, o de esa entelequia llamada gobierno del estado de Veracruz. Por ejemplo, este año el presupuesto asignado a la “Oficina del C. Gobernador” es de 113 millones, 148 mil 446 pesos, recursos que en su mayoría se destinan a gastos de personal, o sea salarios de quienes allí laboran, que vaya que son bastantes, pues de acuerdo con el Presupuesto de Egresos del Gobierno del estado de Veracruz para el Ejercicio Fiscal 2020, en la oficina del inquilino de mayor jerarquía de palacio de gobierno laboran 478 personas, entre los de base y temporales. ¿Sabía usted amable lector que un presupuesto mayor se le asignó a la Secretaría de Gobierno para el Ejercicio Fiscal 2020? Para que no se queden con la duda, a esa área del gobierno estatal se le destinaron 502 millones 420 mil 75 pesos, que también en su mayoría se destinan para el pago de salarios, pues sus plazas autorizadas son mil 620.
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