/ miércoles 19 de junio de 2019

Turquía, el salto a la modernidad

Después de casi cinco siglos de dominio otomano sobre Turquía y otras partes del mundo, el sultán fue derrocado, el califato desapareció y se fundó la República Turca en 1923. El líder de esta hazaña fue Mustafá Kemal Ataturk. No sólo hizo un cambio político, sino adoptó diversas instituciones para catapultar a Turquía no al pasado sino a la modernidad. El país era y es musulmán en 98%; sin embargo Mustafá prohibió el velo a las mujeres y las alentó a usar vestimenta occidental, él mismo puso el ejemplo. Suprimió la grafía árabe por un alfabeto latino, y todos los turcos entre seis y 40 años fueron obligados a ir a la escuela para aprender el nuevo alfabeto. En 1933 —20 años antes que en México— se otorgó a las mujeres el voto y el derecho a ser votadas para cargos en el Parlamento, y así, pocos años después hubo 18 mujeres parlamentarias y una en la Corte Suprema; se promulgó una Constitución; se adoptó el calendario cristiano en lugar del musulmán; se declaró la laicidad del Estado turco; se introdujo el uso de apellidos; se declaró el domingo como día de descanso obligatorio; se adoptó el Código Civil Suizo que reivindicaba el derecho de las mujeres e instituía la monogamia; se adoptó el Código Penal Italiano; se aperturaron escuelas de artes plásticas a pesar que la religión Islámica prohíbe reproducir el rostro y figura humanas. Se puso especial énfasis en la cultura como palanca para el cambio. “La cultura es la base de la República Turca”, fue el lema de Mustafá Kemal. Y al mismo Mustafá se le podía ver en un parque público cualquiera frente a una pizarra enseñando a un grupo de niños el nuevo alfabeto. (Con información de Wikipedia.org/Mustafá Kemal Ataturk). De esta manera, a lo largo de un siglo Turquía se ha acercado enormemente a la cultura europea. Uno entra a sus librerías y al lado de secciones en lengua turca, también las hay en inglés, francés y otras lenguas. Los temas son variados. No se advierte imposición alguna. Y lo mismo pasa en las galerías de arte. Si comparamos por sus rasgos fundamentales cómo es el sistema de vida bajo las teocracias musulmanas, lo hecho por Mustafá Kemal fue un giro de 180 grados a la sociedad turca. Hoy Mustafá Kemal tiene en una colina de Ankara, la capital turca, un enorme mausoleo semejante al Partenón de Atenas, sólo que con más sencillez arquitectónica, sin las columnas ni capiteles neoclásicos. El interior es un museo que da cuenta de la vida y hazañas del héroe.

evaz2010@hotmail.com

Después de casi cinco siglos de dominio otomano sobre Turquía y otras partes del mundo, el sultán fue derrocado, el califato desapareció y se fundó la República Turca en 1923. El líder de esta hazaña fue Mustafá Kemal Ataturk. No sólo hizo un cambio político, sino adoptó diversas instituciones para catapultar a Turquía no al pasado sino a la modernidad. El país era y es musulmán en 98%; sin embargo Mustafá prohibió el velo a las mujeres y las alentó a usar vestimenta occidental, él mismo puso el ejemplo. Suprimió la grafía árabe por un alfabeto latino, y todos los turcos entre seis y 40 años fueron obligados a ir a la escuela para aprender el nuevo alfabeto. En 1933 —20 años antes que en México— se otorgó a las mujeres el voto y el derecho a ser votadas para cargos en el Parlamento, y así, pocos años después hubo 18 mujeres parlamentarias y una en la Corte Suprema; se promulgó una Constitución; se adoptó el calendario cristiano en lugar del musulmán; se declaró la laicidad del Estado turco; se introdujo el uso de apellidos; se declaró el domingo como día de descanso obligatorio; se adoptó el Código Civil Suizo que reivindicaba el derecho de las mujeres e instituía la monogamia; se adoptó el Código Penal Italiano; se aperturaron escuelas de artes plásticas a pesar que la religión Islámica prohíbe reproducir el rostro y figura humanas. Se puso especial énfasis en la cultura como palanca para el cambio. “La cultura es la base de la República Turca”, fue el lema de Mustafá Kemal. Y al mismo Mustafá se le podía ver en un parque público cualquiera frente a una pizarra enseñando a un grupo de niños el nuevo alfabeto. (Con información de Wikipedia.org/Mustafá Kemal Ataturk). De esta manera, a lo largo de un siglo Turquía se ha acercado enormemente a la cultura europea. Uno entra a sus librerías y al lado de secciones en lengua turca, también las hay en inglés, francés y otras lenguas. Los temas son variados. No se advierte imposición alguna. Y lo mismo pasa en las galerías de arte. Si comparamos por sus rasgos fundamentales cómo es el sistema de vida bajo las teocracias musulmanas, lo hecho por Mustafá Kemal fue un giro de 180 grados a la sociedad turca. Hoy Mustafá Kemal tiene en una colina de Ankara, la capital turca, un enorme mausoleo semejante al Partenón de Atenas, sólo que con más sencillez arquitectónica, sin las columnas ni capiteles neoclásicos. El interior es un museo que da cuenta de la vida y hazañas del héroe.

evaz2010@hotmail.com