/ lunes 21 de marzo de 2022

Una obra del pueblo

La construcción del aeropuerto “Felipe Ángeles”, que entregó al pueblo de México este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador, es simbólica desde todos los ángulos por donde se le quiera ver. Fue levantado en tiempo récord y detrás de la obra tenemos un mensaje firme, contundente, radical, en contra de los neoliberales que intentaban apoderarse del país con proyectos faraónicos, como el que se pretendía hacer en Texcoco. En una visita que realizó al sitio durante su campaña presidencial, lo dijo claro y fuerte: “es una obra marcada por el influyentismo y la corrupción. No nos lo van a perdonar nuestros hijos ni nuestros nietos”. Quienes pensaban que, al llegar al gobierno, López Obrador daría un giro, un viraje hacia los intereses de los “poderosos”, se equivocaron y las pruebas saltan a la vista. Según las estimaciones que se han dado a conocer, en el aeropuerto de Texcoco se iban a invertir unos 300 mil millones de pesos y en el “Felipe Ángeles”, el actual gobierno gastó poco más de 75 mil millones de pesos, en una obra moderna y funcional. Con el ahorro que se obtuvo, lo dijo el mandatario mexicano al cineasta Epigmenio Ibarra en el documental “Una obra del pueblo”, se financió casi el 70 por ciento del Tren Maya, de mil 500 kilómetros de vías férreas. “Eso es lo que significa este aeropuerto”, comentó.

Por cierto, vale la pena ver el trabajo de Ibarra, quien en una vista al mandatario nacional, el pasado 17 de marzo, dijo que se echó la cámara al hombro con un equipo de compañeros “y, a partir del principio de Guillermo Prieto, de ‘revolución que canta, triunfa’”, vio, miró, desde el asombro y la admiración “esa obra gigantesca. Esa epopeya consumada por un pueblo y por un pueblo uniformado. Esa combinación extraordinaria que, a mi juicio, es una síntesis de lo que es la transformación”, indicó.

El documental de una hora y ocho minutos, montado en la plataforma de Youtube y en las redes sociales, es un homenaje a quienes construyeron el aeropuerto, destacando la visión social, comprometida, del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Esta obra se hizo a pesar de las resistencias de grupos de intereses creados y también de quienes quisieran que nos fuera mal. Inclusive que le fuera mal al país para que se pudiese evidenciar al gobierno que represento. Han llegado a excesos, a inventar cosas”, insistió el jefe de las instituciones del país este lunes en su mañanera. Así que por donde se le quiera ver, la obra del aeropuerto “Felipe Ángeles” es histórica y lanza un mensaje en contra de los intereses creados y la corrupción que ya van pasando a la historia en nuestro país.

Este domingo 27 de marzo vamos a elecciones extraordinarias en los municipios de Chiconamel, Tlacotepec de Mejía, Amatitlán y Jesús Carranza. El miércoles 23 concluyen las campañas y vienen los días de silencio para que los ciudadanos reflexionen y tomen la mejor decisión en esta jornada comicial. Nuevamente llegamos a una elección con el discurso de las obras. Las palabras sobran cuando detrás de un partido, como el del Movimiento de Regeneración Nacional, están las obras y las acciones en beneficio de la gente, del pueblo. No necesitamos más, ese es el discurso más efectivo. La estructura legal está lista: nuestras compañeras y compañeros estarán pendientes de que se respete la voluntad popular y que los partidos tradicionales no intenten aplicar sus viejas prácticas. No tenemos ninguna duda de que la voluntad popular nos dará su confianza, porque reitero, en las obras y en la congruencia social está nuestra fortaleza.

La construcción del aeropuerto “Felipe Ángeles”, que entregó al pueblo de México este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador, es simbólica desde todos los ángulos por donde se le quiera ver. Fue levantado en tiempo récord y detrás de la obra tenemos un mensaje firme, contundente, radical, en contra de los neoliberales que intentaban apoderarse del país con proyectos faraónicos, como el que se pretendía hacer en Texcoco. En una visita que realizó al sitio durante su campaña presidencial, lo dijo claro y fuerte: “es una obra marcada por el influyentismo y la corrupción. No nos lo van a perdonar nuestros hijos ni nuestros nietos”. Quienes pensaban que, al llegar al gobierno, López Obrador daría un giro, un viraje hacia los intereses de los “poderosos”, se equivocaron y las pruebas saltan a la vista. Según las estimaciones que se han dado a conocer, en el aeropuerto de Texcoco se iban a invertir unos 300 mil millones de pesos y en el “Felipe Ángeles”, el actual gobierno gastó poco más de 75 mil millones de pesos, en una obra moderna y funcional. Con el ahorro que se obtuvo, lo dijo el mandatario mexicano al cineasta Epigmenio Ibarra en el documental “Una obra del pueblo”, se financió casi el 70 por ciento del Tren Maya, de mil 500 kilómetros de vías férreas. “Eso es lo que significa este aeropuerto”, comentó.

Por cierto, vale la pena ver el trabajo de Ibarra, quien en una vista al mandatario nacional, el pasado 17 de marzo, dijo que se echó la cámara al hombro con un equipo de compañeros “y, a partir del principio de Guillermo Prieto, de ‘revolución que canta, triunfa’”, vio, miró, desde el asombro y la admiración “esa obra gigantesca. Esa epopeya consumada por un pueblo y por un pueblo uniformado. Esa combinación extraordinaria que, a mi juicio, es una síntesis de lo que es la transformación”, indicó.

El documental de una hora y ocho minutos, montado en la plataforma de Youtube y en las redes sociales, es un homenaje a quienes construyeron el aeropuerto, destacando la visión social, comprometida, del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Esta obra se hizo a pesar de las resistencias de grupos de intereses creados y también de quienes quisieran que nos fuera mal. Inclusive que le fuera mal al país para que se pudiese evidenciar al gobierno que represento. Han llegado a excesos, a inventar cosas”, insistió el jefe de las instituciones del país este lunes en su mañanera. Así que por donde se le quiera ver, la obra del aeropuerto “Felipe Ángeles” es histórica y lanza un mensaje en contra de los intereses creados y la corrupción que ya van pasando a la historia en nuestro país.

Este domingo 27 de marzo vamos a elecciones extraordinarias en los municipios de Chiconamel, Tlacotepec de Mejía, Amatitlán y Jesús Carranza. El miércoles 23 concluyen las campañas y vienen los días de silencio para que los ciudadanos reflexionen y tomen la mejor decisión en esta jornada comicial. Nuevamente llegamos a una elección con el discurso de las obras. Las palabras sobran cuando detrás de un partido, como el del Movimiento de Regeneración Nacional, están las obras y las acciones en beneficio de la gente, del pueblo. No necesitamos más, ese es el discurso más efectivo. La estructura legal está lista: nuestras compañeras y compañeros estarán pendientes de que se respete la voluntad popular y que los partidos tradicionales no intenten aplicar sus viejas prácticas. No tenemos ninguna duda de que la voluntad popular nos dará su confianza, porque reitero, en las obras y en la congruencia social está nuestra fortaleza.