/ lunes 10 de septiembre de 2018

Una salida para el rector Graue sería un puesto de menor rango, en el equipo de López Obrador

Con un silencio entendible, pero no justificado, el rector de la UNAM, Enrique Graue, salió de la casa donde trabaja provisionalmente el Presidente Electo López Obrador; y sin declaraciones a los medios de comunicación, se especula sobre el fondo del conflicto estudiantil, pues se sigue insistiendo en que uno de los principales puntos del pliego petitorio estudiantil es la renuncia del rector de la UNAM. El Rector Graue apenas tiene 3 años en su puesto, por lo que de darse favorable respuesta, se iría sin cumplir su periodo ordinario de 4 años, con derecho a reelección por un periodo más.

Desde el pasado lunes 3 de septiembre, el rector de la UNAM ofreció “una disculpa pública” por la falta de previsión en cuanto a las agresiones de los porros hacia la clase estudiantil; una falla del CISEN próximo a desaparecer, no alertó a tiempo al doctor Enrique Graue, quien ahora se dice dispuesto a encontrar la solución para erradicar el porrismo y garantizar que no vuelvan a ocurrir, ni dentro ni fuera del campus universitario, las agresiones en contra de los estudiantes, por quienes sirven a los usufructuarios de los “intereses creados”, que nadie a querido identificar con nombre y apellido.

Lo peor del conflicto ha resultado ser la puesta en libertad de los dos porros identificados y detenidos por la Procuraduría de la CDMX, quienes en menos de 72 horas fueron liberados sin justificación alguna; todavía para complicar más la mala imagen de las autoridades de la UNAM y de las procuradurías federal y de la CDMX, la vieja justificación para “no violentar la autonomía” de la Universidad, sigue siendo el pretexto utilizado por el secretario de Seguridad Pública Raymundo Collins, cuya postura fue avalada por el Subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, Roberto Ochoa Romero, quien en representación de la PGR puntualizó que el personal de dicha dependencia se encuentra revisando los videos que le fueron enviados por el Gobierno Capitalino.

Del narcomenudeo, nadie ni nada de ha dicho, a qué se debe la tolerancia con que impera y se mantiene dentro de la Universidad y en muchas vocacionales que se encuentran alejadas de la zona universitaria, donde también anarquistas encapuchados han hecho de las suyas, sin que alguna autoridad les impida la comisión de ilícitos en contra de los estudiantes universitarios y de la sociedad civil.


Con un silencio entendible, pero no justificado, el rector de la UNAM, Enrique Graue, salió de la casa donde trabaja provisionalmente el Presidente Electo López Obrador; y sin declaraciones a los medios de comunicación, se especula sobre el fondo del conflicto estudiantil, pues se sigue insistiendo en que uno de los principales puntos del pliego petitorio estudiantil es la renuncia del rector de la UNAM. El Rector Graue apenas tiene 3 años en su puesto, por lo que de darse favorable respuesta, se iría sin cumplir su periodo ordinario de 4 años, con derecho a reelección por un periodo más.

Desde el pasado lunes 3 de septiembre, el rector de la UNAM ofreció “una disculpa pública” por la falta de previsión en cuanto a las agresiones de los porros hacia la clase estudiantil; una falla del CISEN próximo a desaparecer, no alertó a tiempo al doctor Enrique Graue, quien ahora se dice dispuesto a encontrar la solución para erradicar el porrismo y garantizar que no vuelvan a ocurrir, ni dentro ni fuera del campus universitario, las agresiones en contra de los estudiantes, por quienes sirven a los usufructuarios de los “intereses creados”, que nadie a querido identificar con nombre y apellido.

Lo peor del conflicto ha resultado ser la puesta en libertad de los dos porros identificados y detenidos por la Procuraduría de la CDMX, quienes en menos de 72 horas fueron liberados sin justificación alguna; todavía para complicar más la mala imagen de las autoridades de la UNAM y de las procuradurías federal y de la CDMX, la vieja justificación para “no violentar la autonomía” de la Universidad, sigue siendo el pretexto utilizado por el secretario de Seguridad Pública Raymundo Collins, cuya postura fue avalada por el Subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, Roberto Ochoa Romero, quien en representación de la PGR puntualizó que el personal de dicha dependencia se encuentra revisando los videos que le fueron enviados por el Gobierno Capitalino.

Del narcomenudeo, nadie ni nada de ha dicho, a qué se debe la tolerancia con que impera y se mantiene dentro de la Universidad y en muchas vocacionales que se encuentran alejadas de la zona universitaria, donde también anarquistas encapuchados han hecho de las suyas, sin que alguna autoridad les impida la comisión de ilícitos en contra de los estudiantes universitarios y de la sociedad civil.