/ domingo 31 de enero de 2021

¡Una vacunación sin vacunas!; ¿una enfermedad sin enfermo?

En medio de su convalecencia a causa del contagio por Covid-19, el Presidente López Obrador tuvo este viernes la fuerza y la audacia de enviar un mensaje a la nación, otra vez plagada de prejuicios, señalamientos e imprecisiones que sólo confirman el verdadero diagnóstico de la 4T: la mentira como enfermedad de un gobierno mitómano.

El gobierno federal ha mentido en todo: en el dinero de los fideicomisos destinado a la compra de vacunas, en el número de dosis adquiridas, en sus fechas de entrega, en su costo, en su origen, en el calendario de aplicación y grupos de población por vacunar, en la autorización a estados y empresas para adquirirla, y hasta en la decisión “humanista” de renunciar a las vacunas adquiridas para ayudar a países pobres. Todo es mentira.

Con un semblante que envidiaría cualquiera del millón 857 mil personas que hasta la fecha se han contagiado de manera oficial en México, el mandatario aseguró que “afortunadamente no nos han rebasado las circunstancias y hemos podido atender a todos". Sin embargo, lejos de los apacibles pasillos de Palacio Nacional, miles de personas se debaten entre la vida y la muerte por falta de atención hospitalaria y una grave escasez de oxígeno.

Ayer terminó el mes de enero, el peor mes de la pandemia y febrero podría ser aún más grave. Sólo este mes murieron en México más de 30 mil personas, la quinta parte de lo que va de la pandemia. Durante 2021, en promedio, cada minuto y medio muere una persona y otras diez se contagian en el país.

Contrario a lo que informan al Presidente, el sistema de salud está colapsado y no se ha podido atender a todos. Los propios trabajadores de hospitales y pacientes confirman que se ha vuelto una hazaña encontrar una cama disponible para quienes la necesitan. Con 158 mil 074 –casi el triple de lo pronosticado como “la peor pandemia”-, México ya es el tercer país con más muertes en el mundo, sólo detrás de Estados Unidos y Brasil.

Dijo también que ya se ha vacunado al personal médico y que esta semana se inicia la etapa de vacunación a los adultos mayores, lo que se podrá cumplir con la llegada de unas 18 millones de vacunas de diferentes países y laboratorios. Eso también es falso. México no tiene más vacunas en este momento. No sabemos cuándo llegarán, quién las proveerá, ni si habrá recursos suficientes para adquirirlas.

Según el plan de vacunación del gobierno federal, para el 31 de enero –el día de ayer- un millón 100 mil profesionales de salud debieron estar inmunizados, pero hasta el sábado sólo llevaban 662 mil 217, es decir, el 60% del personal y ya no hay vacunas suficientes para aplicar la segunda dosis. El martes 19 de enero, México recibió el último cargamento de vacunas de Pfizer contra Covid-19 y el próximo será hasta el próximo 15 de febrero. También en eso mintió el Presidente.

Para cumplir con la etapa de vacunación de adultos mayores se requiere vacunar 1 millón 827 mil personas por semana -261 mil diarias-, y con ello, cubrir los poco más de 15.4 millones de mexicanos mayores de 60 años al 31 de marzo. Es decir, en los próximos dos meses se tendrán que aplicar diariamente casi un tercio de todas las vacunas que se utilizaron entre diciembre y enero.

El problema es que los 18 millones de vacunas anunciadas por el Presidente –entre ellas 1.8 millones que proveerá gratuitamente la ONU- son una utopía. Los laboratorios no han garantizado el abastecimiento oportuno y continúan las gestiones para hacerse con dosis de la vacuna británica de AstraZeneca, así como la rusa SputnikV y la china CanSino.

En el caso de la vacuna SputnikV –la misma en la que el gobierno de la 4T tiene postradas todas sus esperanzas -, resulta que ni siquiera hay una solicitud en Cofepris para que se permita su uso, por lo que tampoco puede haber una “autorización interna” como ha dicho el gobierno. Este trámite dura al menos dos semanas.

Pero ni el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología “Gamaleya”, ni el Ministerio de Salud de la Federación Rusa, ni ninguna dependencia de ese gobierno, ni la embajada rusa en México, ni tampoco ninguno de sus representantes legales, han solicitado a Cofepris autorización para que se aplique en nuestro país la vacuna SputnikV, confirmaron este fin de semana los periodistas Ciro Gómez Leyva y Federico Arreola. Mintieron al Presidente y el Presidente mintió a los mexicanos.

Desde Palacio Nacional nos envió a los mexicanos un mensaje aun más grave: no importa si estás sano o si te has contagiado, no es necesario que uses cubrebocas. ¿Acaso también se trata de una enfermedad sin enfermo?

Hasta siempre, querido compadre

El sábado por la noche falleció mi queridísimo compadre Juan José Pelayo y Roa, quien siempre llevó a Misantla en su corazón. Fue un honor celebrar juntos los 450 años de su tierra. Siempre será un personaje inolvidable y un amigo entrañable. A su esposa Luz, a sus hijos y a mi querida Misantla, mi cariño y solidaridad siempre.

Facebook.com/HectorYunes

Instagram: hectoryuneslanda

Twt: @HectorYunes



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En medio de su convalecencia a causa del contagio por Covid-19, el Presidente López Obrador tuvo este viernes la fuerza y la audacia de enviar un mensaje a la nación, otra vez plagada de prejuicios, señalamientos e imprecisiones que sólo confirman el verdadero diagnóstico de la 4T: la mentira como enfermedad de un gobierno mitómano.

El gobierno federal ha mentido en todo: en el dinero de los fideicomisos destinado a la compra de vacunas, en el número de dosis adquiridas, en sus fechas de entrega, en su costo, en su origen, en el calendario de aplicación y grupos de población por vacunar, en la autorización a estados y empresas para adquirirla, y hasta en la decisión “humanista” de renunciar a las vacunas adquiridas para ayudar a países pobres. Todo es mentira.

Con un semblante que envidiaría cualquiera del millón 857 mil personas que hasta la fecha se han contagiado de manera oficial en México, el mandatario aseguró que “afortunadamente no nos han rebasado las circunstancias y hemos podido atender a todos". Sin embargo, lejos de los apacibles pasillos de Palacio Nacional, miles de personas se debaten entre la vida y la muerte por falta de atención hospitalaria y una grave escasez de oxígeno.

Ayer terminó el mes de enero, el peor mes de la pandemia y febrero podría ser aún más grave. Sólo este mes murieron en México más de 30 mil personas, la quinta parte de lo que va de la pandemia. Durante 2021, en promedio, cada minuto y medio muere una persona y otras diez se contagian en el país.

Contrario a lo que informan al Presidente, el sistema de salud está colapsado y no se ha podido atender a todos. Los propios trabajadores de hospitales y pacientes confirman que se ha vuelto una hazaña encontrar una cama disponible para quienes la necesitan. Con 158 mil 074 –casi el triple de lo pronosticado como “la peor pandemia”-, México ya es el tercer país con más muertes en el mundo, sólo detrás de Estados Unidos y Brasil.

Dijo también que ya se ha vacunado al personal médico y que esta semana se inicia la etapa de vacunación a los adultos mayores, lo que se podrá cumplir con la llegada de unas 18 millones de vacunas de diferentes países y laboratorios. Eso también es falso. México no tiene más vacunas en este momento. No sabemos cuándo llegarán, quién las proveerá, ni si habrá recursos suficientes para adquirirlas.

Según el plan de vacunación del gobierno federal, para el 31 de enero –el día de ayer- un millón 100 mil profesionales de salud debieron estar inmunizados, pero hasta el sábado sólo llevaban 662 mil 217, es decir, el 60% del personal y ya no hay vacunas suficientes para aplicar la segunda dosis. El martes 19 de enero, México recibió el último cargamento de vacunas de Pfizer contra Covid-19 y el próximo será hasta el próximo 15 de febrero. También en eso mintió el Presidente.

Para cumplir con la etapa de vacunación de adultos mayores se requiere vacunar 1 millón 827 mil personas por semana -261 mil diarias-, y con ello, cubrir los poco más de 15.4 millones de mexicanos mayores de 60 años al 31 de marzo. Es decir, en los próximos dos meses se tendrán que aplicar diariamente casi un tercio de todas las vacunas que se utilizaron entre diciembre y enero.

El problema es que los 18 millones de vacunas anunciadas por el Presidente –entre ellas 1.8 millones que proveerá gratuitamente la ONU- son una utopía. Los laboratorios no han garantizado el abastecimiento oportuno y continúan las gestiones para hacerse con dosis de la vacuna británica de AstraZeneca, así como la rusa SputnikV y la china CanSino.

En el caso de la vacuna SputnikV –la misma en la que el gobierno de la 4T tiene postradas todas sus esperanzas -, resulta que ni siquiera hay una solicitud en Cofepris para que se permita su uso, por lo que tampoco puede haber una “autorización interna” como ha dicho el gobierno. Este trámite dura al menos dos semanas.

Pero ni el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología “Gamaleya”, ni el Ministerio de Salud de la Federación Rusa, ni ninguna dependencia de ese gobierno, ni la embajada rusa en México, ni tampoco ninguno de sus representantes legales, han solicitado a Cofepris autorización para que se aplique en nuestro país la vacuna SputnikV, confirmaron este fin de semana los periodistas Ciro Gómez Leyva y Federico Arreola. Mintieron al Presidente y el Presidente mintió a los mexicanos.

Desde Palacio Nacional nos envió a los mexicanos un mensaje aun más grave: no importa si estás sano o si te has contagiado, no es necesario que uses cubrebocas. ¿Acaso también se trata de una enfermedad sin enfermo?

Hasta siempre, querido compadre

El sábado por la noche falleció mi queridísimo compadre Juan José Pelayo y Roa, quien siempre llevó a Misantla en su corazón. Fue un honor celebrar juntos los 450 años de su tierra. Siempre será un personaje inolvidable y un amigo entrañable. A su esposa Luz, a sus hijos y a mi querida Misantla, mi cariño y solidaridad siempre.

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