/ jueves 12 de abril de 2018

Una vez más, el factor Duarte

El anuncio del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares con relación a un nuevo decomiso de bienes a Javier Duarte, no es el primero y con seguridad no será el último.

Javier Duarte ha estado en el discurso y en la acción de gobierno de Yunes Linares, como un ejemplo de combate a la corrupción que imperó durante la pasada administración.

Desde la campaña de 2016, incluso antes, el actual ejecutivo veracruzano ha insistido en su lucha contra todo lo que representó el duartismo en términos de abusos, atropellos a la sociedad y saqueo de los recursos públicos.

Cuando apenas llegó al cargo de gobernador, en diciembre de 2016, Yunes Linares anunció que la administración estatal tomaba posesión del rancho El Faunito, en Fortín, cuya propiedad se atribuyó a Duarte. Eran 60 mil metros cuadrados con instalaciones a todo lujo. Se habló entonces de un valor superior a 200 millones de pesos.

Unos meses después, en febrero de 2017, trascendió el hallazgo de una bodega repleta de bienes muebles también propiedad de Javier Duarte y Karime Macías. Entre los artículos decomisados había de todo, lo mismo despensas que sillas de ruedas, así como la famosa y fina libreta Mont Blanc en la que con su puño y letra la expresidenta del DIF escribió una y otra vez “sí merezco abundancia, sí merezco abundancia…” y así hasta terminar la plana del cuaderno.

Ranchos, casas, dinero, departamentos y hasta aeronaves han sido decomisados en ese esfuerzo al exgobernador del estado y a quienes se identifican como cómplices del saqueo

Decenas de cuentas bancarias de Duarte, familiares, colaboradores cercanos y prestanombres han sido congeladas por las autoridades.

El más reciente anuncio sobre un decomiso ocurrió este miércoles, cuando el gobernador veracruzano informó que cuatro departamentos del exejecutivo, hoy preso en el Reclusorio Norte, pasaron a manos del gobierno de la entidad, previa entrega de la Procuraduría General de la República.

Esos departamentos, ubicados en la famosa Torre Pelícano de Boca del Río, tienen un precio estimado de casi 50 millones de pesos, sin contar con la enorme cava, diseñada para almacenar en buenas condiciones unas 500 botellas de vino.

Es, como para tener una idea, lo que cuestan 125 casas de interés social en cualquier modesta unidad habitacional.

Suena mucho, pero en realidad es poca cosa comparándole con el monto del dinero público que fue desviado durante el sexenio de Javier Duarte, de acuerdo con las revisiones de la Auditoría Superior de la Federación.

Pues bien, Yunes Linares apareció este miércoles con dicho anunció —después de un silencio de varios días— y no faltó quien apuntara que la verdadera intención del mandatario estatal era utilizar el factor Duarte, el escándalo de los hechos de corrupción y los correspondientes decomisos y denuncias, para desprestigiar aún más al Partido Revolucionario Institucional (como si eso fuera necesario), para mantener vivo el tema del combate a la corrupción y vincular al desprestigiado gobierno anterior con el Movimiento de Regeneración Nacional; es decir, usar como argumento los supuestos apoyos que se habrían entregado desde Casa Veracruz al partido que lidera López Obrador en el ámbito nacional.

Todo entra, por supuesto, en el terreno de la especulación.

Mientras tanto, desde el Organismo Público Local Electoral el consejero Juan Manuel Vázquez Barajas aclaró que el Ejecutivo estatal no violó la veda electoral al informar sobre el decomiso, por lo que se infiere que con toda la frecuencia que le sea posible, y administrando el parque, Yunes Linares mantendrá su discurso de combate a la corrupción y a la impunidad.

@luisromero85


El anuncio del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares con relación a un nuevo decomiso de bienes a Javier Duarte, no es el primero y con seguridad no será el último.

Javier Duarte ha estado en el discurso y en la acción de gobierno de Yunes Linares, como un ejemplo de combate a la corrupción que imperó durante la pasada administración.

Desde la campaña de 2016, incluso antes, el actual ejecutivo veracruzano ha insistido en su lucha contra todo lo que representó el duartismo en términos de abusos, atropellos a la sociedad y saqueo de los recursos públicos.

Cuando apenas llegó al cargo de gobernador, en diciembre de 2016, Yunes Linares anunció que la administración estatal tomaba posesión del rancho El Faunito, en Fortín, cuya propiedad se atribuyó a Duarte. Eran 60 mil metros cuadrados con instalaciones a todo lujo. Se habló entonces de un valor superior a 200 millones de pesos.

Unos meses después, en febrero de 2017, trascendió el hallazgo de una bodega repleta de bienes muebles también propiedad de Javier Duarte y Karime Macías. Entre los artículos decomisados había de todo, lo mismo despensas que sillas de ruedas, así como la famosa y fina libreta Mont Blanc en la que con su puño y letra la expresidenta del DIF escribió una y otra vez “sí merezco abundancia, sí merezco abundancia…” y así hasta terminar la plana del cuaderno.

Ranchos, casas, dinero, departamentos y hasta aeronaves han sido decomisados en ese esfuerzo al exgobernador del estado y a quienes se identifican como cómplices del saqueo

Decenas de cuentas bancarias de Duarte, familiares, colaboradores cercanos y prestanombres han sido congeladas por las autoridades.

El más reciente anuncio sobre un decomiso ocurrió este miércoles, cuando el gobernador veracruzano informó que cuatro departamentos del exejecutivo, hoy preso en el Reclusorio Norte, pasaron a manos del gobierno de la entidad, previa entrega de la Procuraduría General de la República.

Esos departamentos, ubicados en la famosa Torre Pelícano de Boca del Río, tienen un precio estimado de casi 50 millones de pesos, sin contar con la enorme cava, diseñada para almacenar en buenas condiciones unas 500 botellas de vino.

Es, como para tener una idea, lo que cuestan 125 casas de interés social en cualquier modesta unidad habitacional.

Suena mucho, pero en realidad es poca cosa comparándole con el monto del dinero público que fue desviado durante el sexenio de Javier Duarte, de acuerdo con las revisiones de la Auditoría Superior de la Federación.

Pues bien, Yunes Linares apareció este miércoles con dicho anunció —después de un silencio de varios días— y no faltó quien apuntara que la verdadera intención del mandatario estatal era utilizar el factor Duarte, el escándalo de los hechos de corrupción y los correspondientes decomisos y denuncias, para desprestigiar aún más al Partido Revolucionario Institucional (como si eso fuera necesario), para mantener vivo el tema del combate a la corrupción y vincular al desprestigiado gobierno anterior con el Movimiento de Regeneración Nacional; es decir, usar como argumento los supuestos apoyos que se habrían entregado desde Casa Veracruz al partido que lidera López Obrador en el ámbito nacional.

Todo entra, por supuesto, en el terreno de la especulación.

Mientras tanto, desde el Organismo Público Local Electoral el consejero Juan Manuel Vázquez Barajas aclaró que el Ejecutivo estatal no violó la veda electoral al informar sobre el decomiso, por lo que se infiere que con toda la frecuencia que le sea posible, y administrando el parque, Yunes Linares mantendrá su discurso de combate a la corrupción y a la impunidad.

@luisromero85