Bastante falta que les hace a varios del gabinete federal, impuestos a pesar de la ausencia de estudios universitarios, algunos truncos, otros de plano sin ni siquiera haber pisado un salón de clases de educación superior.
Se trata de las universidades públicas que prometió Andrés Manuel López Obrador y que desde que se fundó Morena se viene intentando impulsar, primero presuntamente con aportaciones de legisladores de ese partido y ahora como gobierno, ya con presupuesto federal.
Antes de ser gobierno, ya fungía como coordinadora del programa de universidades, quien había sido secretaria de Desarrollo Social en el Distrito Federal, Raquel Sosa Elizaga, muy cercana al presidente.
En 2017 cuando impulsaron los apoyos a universidades, sobre todo en delegaciones de la Ciudad de México, se toparon con el problema de no obtener el registro ante la Secretaria de Educación Pública con Aurelio Nuño todavía a la cabeza.
En aquel tiempo, el gobierno priista justificó la negativa aduciendo que las certificaciones a instituciones de educación superior se emiten cuando los solicitantes acreditan la preparación adecuada para educar.
Pero ahora las cosas son diferentes, con gobierno a nivel federal y con mayoría en los congresos; interesante será ver si es que logran sacar adelante un ambicioso programa que contempla 100 nuevas universidades públicas totalmente gratuitas, en las que dicen, también se incluirían sin costo los materiales.
Llama la atención que el propio secretario de Educación y quien quedó a deber materias de leyes, anunció que hasta 2020 la nueva reforma quedara concluida.
Esto querría decir, que si en este año arrancan las nuevas universidades públicas, no contarían con las nuevas regulaciones y planes de estudio acorde a la cuarta transformación.
Lo que sí se sabe es que el presupuesto para poder a echar a andar las universidades “amlistas” aún no se logra saber exactamente de donde saldrá.
Aunque se tenían contempladas desde campaña, los números que encontraron el 1 de diciembre les obligaron a cambiar de planes, más con la cancelación del aeropuerto que costó a los mexicanos más de 100 mil millones de pesos.
Habrá que seguir de cerca la capacidad de quienes, en su momento, impartan clases en las universidades públicas de AMLO, porque si el nivel académico de los altos funcionarios deja mucho que desear, imaginemos a un profesor de petroquímica que tenga estudios de agronomía o de diseño de modas.
Ágora
Firmeza y contundencia del actual titular de Finanzas en Veracruz, al confirmar que la tarde del 30 de noviembre del 2018 habrían desaparecido de cuentas del gobierno que estaba por concluir, nada menos que 400 millones de pesos.
Obligación será llevar el tema hasta las últimas consecuencias.
@monicamarena
