/ domingo 12 de mayo de 2019

Urbanidad

La forma es fondo...

Cerca de cumplirse los primeros seis meses de las nuevas administraciones federal y estatal, que encabezan respectivamente Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez, muchos son los temas de análisis en torno a esta nueva forma de gobernar de los emanados del partido Movimiento de Regeneración Nacional, mejor conocido como Morena, quienes están rompiendo con las tradicionales maneras de hacer política, entendida ésta, entre otras acepciones, como la forma de ejercer el poder.

En este México de arraigadas tradiciones, de celebraciones familiares tan institucionalizadas como el Día de las Madres, mencionado esto para ejemplificar la importancia de las costumbres de los mexicanos en general, que como cantara el divo de Ciudad Juárez, Juan Gabriel, son más fuertes que el amor, desde el pasado uno de diciembre se vive una transición al giro de 180 grados, al amparo de un propósito partidista, el de la llamada Cuarta Transformación.

Teniendo como bandera ese propósito partidista, los gobernantes emanados de Morena —decíamos— están imprimiendo en México un nuevo —que no mejor— estilo de gobernar, donde lo primero son los pobres y acabar con la corrupción, antidemocracia, injusticia e ilegalidad.

Porque seguramente, amable lector, usted se estará preguntando a qué viene todo esto, le responderemos, aunque quizá no lo crea, que el comentario surge por una plática con alvaradeños, en Alvarado, gente muy sincera y directa que se dice confundida con el actuar del gobernador del estado Cuitláhuac García Jiménez.

Confundidos, porque “Cuí”, como le dicen los de la Generosa, cuando llega a Alvarado, se apoltrona en el Italian Coffee del bulevar Gabriel Carballo y desde allí atiende asuntos diversos, como si no existiera una autoridad municipal que aun cuando no provenga de las mismas siglas partidistas que él, constitucionalmente es el representante del pueblo alvaradeño y nos referimos al ahora Verde Ecologista y expriista Bogar Ruiz Rosas, quien ante las inesperadas incursiones del gobernador del estado, mantiene guardia permanente en el establecimiento comercial donde García Jiménez gusta tomar café, para saber —al menos— por qué está allí “el jefe”.

En política la forma es fondo, dicen nuestros interlocutores alvaradeños que de esa manera resumen la displicencia política de “Cuí” hacia la autoridad municipal de la Generosa.

Cuando se es gobernante, se gobierna para todos, hasta para aquellos que no votaron por él, insisten los alvaradeños que, sinceros como son, califican como inusual el actuar del Ejecutivo del estado Cuitláhuac García Jiménez, quien dicen, debe aprender que la urbanidad política es…

Pero no crea, amable lector, que esto sólo sucede en el puerto de Alvarado, cerca de la desembocadura del Papaloapan, pues de lo mismo se quejan otros presidentes municipales, sobre todo en la zona montañosa de Veracruz, pero, como dijera la nana Goya, ésa es otra historia.

YA DE POR AHÍ … Por cierto, los alvaradeños se dicen preocupados por la falta de interés de los de la cuarta transformación para el mejoramiento de la Generosa y ponen como ejemplo el pésimo estado de la carretera que va de Paso del Toro a la ciudad de Alvarado, que tiene tantos baches que es casi imposible transitar en ella.

Les preocupa que, por el mal estado de esa cinta asfáltica, tengan que transitar a baja velocidad, exponiéndose a los asaltos que, dicho sea de paso, son cada vez más numerosos.

Piden por ello que al menos se tapen los hoyos en la carretera, aunque lo mejor sería reencarpetarla.

guadalupehmar@yahoo.com

La forma es fondo...

Cerca de cumplirse los primeros seis meses de las nuevas administraciones federal y estatal, que encabezan respectivamente Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez, muchos son los temas de análisis en torno a esta nueva forma de gobernar de los emanados del partido Movimiento de Regeneración Nacional, mejor conocido como Morena, quienes están rompiendo con las tradicionales maneras de hacer política, entendida ésta, entre otras acepciones, como la forma de ejercer el poder.

En este México de arraigadas tradiciones, de celebraciones familiares tan institucionalizadas como el Día de las Madres, mencionado esto para ejemplificar la importancia de las costumbres de los mexicanos en general, que como cantara el divo de Ciudad Juárez, Juan Gabriel, son más fuertes que el amor, desde el pasado uno de diciembre se vive una transición al giro de 180 grados, al amparo de un propósito partidista, el de la llamada Cuarta Transformación.

Teniendo como bandera ese propósito partidista, los gobernantes emanados de Morena —decíamos— están imprimiendo en México un nuevo —que no mejor— estilo de gobernar, donde lo primero son los pobres y acabar con la corrupción, antidemocracia, injusticia e ilegalidad.

Porque seguramente, amable lector, usted se estará preguntando a qué viene todo esto, le responderemos, aunque quizá no lo crea, que el comentario surge por una plática con alvaradeños, en Alvarado, gente muy sincera y directa que se dice confundida con el actuar del gobernador del estado Cuitláhuac García Jiménez.

Confundidos, porque “Cuí”, como le dicen los de la Generosa, cuando llega a Alvarado, se apoltrona en el Italian Coffee del bulevar Gabriel Carballo y desde allí atiende asuntos diversos, como si no existiera una autoridad municipal que aun cuando no provenga de las mismas siglas partidistas que él, constitucionalmente es el representante del pueblo alvaradeño y nos referimos al ahora Verde Ecologista y expriista Bogar Ruiz Rosas, quien ante las inesperadas incursiones del gobernador del estado, mantiene guardia permanente en el establecimiento comercial donde García Jiménez gusta tomar café, para saber —al menos— por qué está allí “el jefe”.

En política la forma es fondo, dicen nuestros interlocutores alvaradeños que de esa manera resumen la displicencia política de “Cuí” hacia la autoridad municipal de la Generosa.

Cuando se es gobernante, se gobierna para todos, hasta para aquellos que no votaron por él, insisten los alvaradeños que, sinceros como son, califican como inusual el actuar del Ejecutivo del estado Cuitláhuac García Jiménez, quien dicen, debe aprender que la urbanidad política es…

Pero no crea, amable lector, que esto sólo sucede en el puerto de Alvarado, cerca de la desembocadura del Papaloapan, pues de lo mismo se quejan otros presidentes municipales, sobre todo en la zona montañosa de Veracruz, pero, como dijera la nana Goya, ésa es otra historia.

YA DE POR AHÍ … Por cierto, los alvaradeños se dicen preocupados por la falta de interés de los de la cuarta transformación para el mejoramiento de la Generosa y ponen como ejemplo el pésimo estado de la carretera que va de Paso del Toro a la ciudad de Alvarado, que tiene tantos baches que es casi imposible transitar en ella.

Les preocupa que, por el mal estado de esa cinta asfáltica, tengan que transitar a baja velocidad, exponiéndose a los asaltos que, dicho sea de paso, son cada vez más numerosos.

Piden por ello que al menos se tapen los hoyos en la carretera, aunque lo mejor sería reencarpetarla.

guadalupehmar@yahoo.com

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