/ domingo 4 de abril de 2021

“Va por México” sigue dando pica-pica al Presidente

Ayer arrancaron las campañas políticas de lo que será la elección más grande y más importante en la historia moderna del país. Nunca se habían elegido tantos cargos de elección en una sola jornada; nunca el futuro del país depende tanto del resultado de las urnas.

Por ello, unas horas antes de que iniciaran las campañas de los candidatos a gobernadores y diputados federales, el presidente López Obrador volvió a interferir en el proceso electoral violentando el Acuerdo Nacional por la Democracia que él mismo convocó. La alianza “Va por México” le sigue dando mucha pica-pica.

El Presidente intenta imponer un falso dilema a los mexicanos: la elección servirá para decidir quiénes están con él y quienes están contra él. Eso es falso. Como lo dije a fines de diciembre del año pasado, la alianza “Va por México” trata de garantizar que el Estado mexicano siga teniendo los contrapesos que se establecen en la Constitución para acotar el presidencialismo, sin importar quien despache desde Palacio Nacional.

Ante la crisis social y económica que vive el país, necesitamos un Estado fuerte, no un presidencialismo autoritario. En consecuencia, no trata de frenar a López Obrador; sólo él lo ve como un asunto personal y por eso le genera tanta comezón en la piel. Ha decidido convertirse en el jefe de campaña de Morena.

En los primeros minutos de ayer domingo, los candidatos de la alianza para gobernar los estados de Chihuahua, Zacatecas, Sinaloa, Querétaro, Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Michoacán y Tlaxcala iniciaron sus actividades de campaña, al igual que los candidatos que aspiran a formar parte de la Cámara de Diputados en San Lázaro. Hace algunas semanas, las campañas se iniciaron en Campeche, Colima, Guerrero, Nuevo León, San Luis Potosí y Sonora.

Es evidente que al Presidente poco le importan las elecciones en los estados. Su prioridad es mantener la mayoría legislativa en la Cámara de Diputados, con lo que buscará continuar en el desmantelamiento de las instituciones que significan un equilibrio y contrapeso al Poder Ejecutivo.

López Obrador también ha dicho que la alianza pretende detener el avance de lo que ha llamado su “Cuarta Transformación”, y con ello que grupos políticos y económicos mantengan privilegios, basados en la corrupción y el abuso del poder. Tiene razón en lo primero pero se equivoca en lo segundo. Con una nueva mayoría en la Cámara de Diputados –y la mayoría de las gubernaturas del país-, la alianza “Va por México” sí pretende detener el avance de algunas reformas y mantener los derechos fundamentales que el cuatroteísmo considera privilegios.

¿Qué ofrecemos a los mexicanos en estas elecciones? Vamos a devolver un sistema de salud que garantice a las personas que no tendrán que sacrificar su patrimonio para atender una enfermedad grave. También vamos a recuperar el fondo de gastos catastróficos para que las instituciones de salud pública puedan prestar servicios de alta especialidad a pacientes con enfermedades graves.

Nadie volverá a pedir a los médicos que sean ellos quienes compren las medicinas, como lo hizo la 4T. La aplicación de las vacunas tampoco será mérito de una persona y de un partido político, sino de un programa eficaz del Estado.

Echaremos atrás la desaparición de los fideicomisos para dotar de recursos los programas de preservación del medio ambiente y cumplir con los compromisos de la agenda 20/30 sobre cambio climático. También vamos a recuperar los fideicomisos encargados de atender los desastres naturales.

Una nueva mayoría en la Cámara de Diputados permitirá volver a blindar las finanzas públicas, recuperando el Fondo de Estabilización que estaba destinado para crisis o contingencias y sin el cual la crisis económica hubiera llegado mucho antes de la pandemia. El país no colapsó gracias al ahorro de gobiernos anteriores.

Un triunfo de la alianza garantiza para 2022 un presupuesto federal con sentido común que aliente la economía y generen empleo. El gobierno mexicano podrá tener recursos adicionales si suspende de forma temporal proyectos que no son prioritarios en este momento como la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya.

Debemos preservar la autonomía del Banco de México para evitar que se convierta en la principal fuente de lavado de dólares del país, y al mismo tiempo, fortalecer a la industria eléctrica y petrolera para que el gobierno no las convierta en un hoyo negro de recursos públicos con cargo a los contribuyentes. Necesitamos energías limpias y más baratas.

Estas son sólo algunas de las razones por las que vamos a recuperar la mayoría en la Cámara de Diputados. Ayer iniciamos el camino hacia el 6 de junio.

Facebook.com/HectorYunes

Instagram: hectoryuneslanda

Twt: @HectorYunes

Ayer arrancaron las campañas políticas de lo que será la elección más grande y más importante en la historia moderna del país. Nunca se habían elegido tantos cargos de elección en una sola jornada; nunca el futuro del país depende tanto del resultado de las urnas.

Por ello, unas horas antes de que iniciaran las campañas de los candidatos a gobernadores y diputados federales, el presidente López Obrador volvió a interferir en el proceso electoral violentando el Acuerdo Nacional por la Democracia que él mismo convocó. La alianza “Va por México” le sigue dando mucha pica-pica.

El Presidente intenta imponer un falso dilema a los mexicanos: la elección servirá para decidir quiénes están con él y quienes están contra él. Eso es falso. Como lo dije a fines de diciembre del año pasado, la alianza “Va por México” trata de garantizar que el Estado mexicano siga teniendo los contrapesos que se establecen en la Constitución para acotar el presidencialismo, sin importar quien despache desde Palacio Nacional.

Ante la crisis social y económica que vive el país, necesitamos un Estado fuerte, no un presidencialismo autoritario. En consecuencia, no trata de frenar a López Obrador; sólo él lo ve como un asunto personal y por eso le genera tanta comezón en la piel. Ha decidido convertirse en el jefe de campaña de Morena.

En los primeros minutos de ayer domingo, los candidatos de la alianza para gobernar los estados de Chihuahua, Zacatecas, Sinaloa, Querétaro, Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Michoacán y Tlaxcala iniciaron sus actividades de campaña, al igual que los candidatos que aspiran a formar parte de la Cámara de Diputados en San Lázaro. Hace algunas semanas, las campañas se iniciaron en Campeche, Colima, Guerrero, Nuevo León, San Luis Potosí y Sonora.

Es evidente que al Presidente poco le importan las elecciones en los estados. Su prioridad es mantener la mayoría legislativa en la Cámara de Diputados, con lo que buscará continuar en el desmantelamiento de las instituciones que significan un equilibrio y contrapeso al Poder Ejecutivo.

López Obrador también ha dicho que la alianza pretende detener el avance de lo que ha llamado su “Cuarta Transformación”, y con ello que grupos políticos y económicos mantengan privilegios, basados en la corrupción y el abuso del poder. Tiene razón en lo primero pero se equivoca en lo segundo. Con una nueva mayoría en la Cámara de Diputados –y la mayoría de las gubernaturas del país-, la alianza “Va por México” sí pretende detener el avance de algunas reformas y mantener los derechos fundamentales que el cuatroteísmo considera privilegios.

¿Qué ofrecemos a los mexicanos en estas elecciones? Vamos a devolver un sistema de salud que garantice a las personas que no tendrán que sacrificar su patrimonio para atender una enfermedad grave. También vamos a recuperar el fondo de gastos catastróficos para que las instituciones de salud pública puedan prestar servicios de alta especialidad a pacientes con enfermedades graves.

Nadie volverá a pedir a los médicos que sean ellos quienes compren las medicinas, como lo hizo la 4T. La aplicación de las vacunas tampoco será mérito de una persona y de un partido político, sino de un programa eficaz del Estado.

Echaremos atrás la desaparición de los fideicomisos para dotar de recursos los programas de preservación del medio ambiente y cumplir con los compromisos de la agenda 20/30 sobre cambio climático. También vamos a recuperar los fideicomisos encargados de atender los desastres naturales.

Una nueva mayoría en la Cámara de Diputados permitirá volver a blindar las finanzas públicas, recuperando el Fondo de Estabilización que estaba destinado para crisis o contingencias y sin el cual la crisis económica hubiera llegado mucho antes de la pandemia. El país no colapsó gracias al ahorro de gobiernos anteriores.

Un triunfo de la alianza garantiza para 2022 un presupuesto federal con sentido común que aliente la economía y generen empleo. El gobierno mexicano podrá tener recursos adicionales si suspende de forma temporal proyectos que no son prioritarios en este momento como la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya.

Debemos preservar la autonomía del Banco de México para evitar que se convierta en la principal fuente de lavado de dólares del país, y al mismo tiempo, fortalecer a la industria eléctrica y petrolera para que el gobierno no las convierta en un hoyo negro de recursos públicos con cargo a los contribuyentes. Necesitamos energías limpias y más baratas.

Estas son sólo algunas de las razones por las que vamos a recuperar la mayoría en la Cámara de Diputados. Ayer iniciamos el camino hacia el 6 de junio.

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