/ martes 19 de marzo de 2019

Van por Winckler

Después de la ola de ataques a diversas bases de la Fuerza Civil y narcobloqueos en carreteras federales del centro y sur de Veracruz por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación, tanto el secretario de Gobierno, Éric Cisneros, como el gobernador Cuitláhuac García, han acusado al fiscal general Jorge Winckler de haber sido omiso en la ejecución de órdenes de aprehensión en contra de algunos criminales.

Este martes, entrevistado en Radio Fórmula, Winckler pidió que le demuestren exactamente a qué delincuentes ha protegido, y amagó con proceder contra los funcionarios que le imputan estar coludido con el crimen organizado.

Esta nueva embestida del gobernador y su segundo de abordo para remover al fiscal parece no tener vuelta atrás, luego de los fallidos juicios políticos que los diputados de Morena no pudieron consumar a principios de febrero por falta de votos para alcanzar la mayoría calificada en el Congreso local.

Para deshacerse de Winckler, una pieza relevante en esta nueva arremetida de Palacio de Gobierno será el flamante delegado estatal de la Fiscalía General de la República, Gonzalo Medina Palacios, quien asumió dicho cargo el pasado primero de marzo.

Y es que este abogado, quien entre 2016 y 2017 fue fiscal de distrito en San Andrés Tuxtla y Huatusco, se sumó a Morena en 2018, formando parte del equipo de transición con el actual secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien inicialmente lo había colocado en el Instituto Veracruzano de la Defensoría Pública.

Otra pieza clave sería Alain López Sánchez, alias “La Liebre”, capturado hace 15 días tras el arribo de las fuerzas federales a Coatzacoalcos. Este sicario era lugarteniente de Hernán Martínez Zavaleta, (a) “El Comandante H”, ex jefe de plaza de Los Zetas en el sur del estado, quien antes de ser detenido a finales de junio de 2017 por agentes federales en los límites de Veracruz y Tabasco, operaba libremente. Inclusive en el proceso electoral de 2016 coincidió en una comida en Cosoleacaque con Fernando Yunes Márquez, a la sazón senador e hijo del entonces candidato del PAN a la gubernatura.

Hasta el día de la captura de “La Liebre”, el pasado 4 de marzo, Winckler no había solicitado ninguna orden de aprehensión en contra de él, pese a que desde julio del año antepasado el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes había ofrecido una recompensa de un millón de pesos a quien informara sobre su paradero, pues era señalado como el autor material de la masacre de una familia entera, entre ellos cuatro menores de edad, ejecutados en una colonia porteña el 24 de junio de 2017.


Después de la ola de ataques a diversas bases de la Fuerza Civil y narcobloqueos en carreteras federales del centro y sur de Veracruz por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación, tanto el secretario de Gobierno, Éric Cisneros, como el gobernador Cuitláhuac García, han acusado al fiscal general Jorge Winckler de haber sido omiso en la ejecución de órdenes de aprehensión en contra de algunos criminales.

Este martes, entrevistado en Radio Fórmula, Winckler pidió que le demuestren exactamente a qué delincuentes ha protegido, y amagó con proceder contra los funcionarios que le imputan estar coludido con el crimen organizado.

Esta nueva embestida del gobernador y su segundo de abordo para remover al fiscal parece no tener vuelta atrás, luego de los fallidos juicios políticos que los diputados de Morena no pudieron consumar a principios de febrero por falta de votos para alcanzar la mayoría calificada en el Congreso local.

Para deshacerse de Winckler, una pieza relevante en esta nueva arremetida de Palacio de Gobierno será el flamante delegado estatal de la Fiscalía General de la República, Gonzalo Medina Palacios, quien asumió dicho cargo el pasado primero de marzo.

Y es que este abogado, quien entre 2016 y 2017 fue fiscal de distrito en San Andrés Tuxtla y Huatusco, se sumó a Morena en 2018, formando parte del equipo de transición con el actual secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien inicialmente lo había colocado en el Instituto Veracruzano de la Defensoría Pública.

Otra pieza clave sería Alain López Sánchez, alias “La Liebre”, capturado hace 15 días tras el arribo de las fuerzas federales a Coatzacoalcos. Este sicario era lugarteniente de Hernán Martínez Zavaleta, (a) “El Comandante H”, ex jefe de plaza de Los Zetas en el sur del estado, quien antes de ser detenido a finales de junio de 2017 por agentes federales en los límites de Veracruz y Tabasco, operaba libremente. Inclusive en el proceso electoral de 2016 coincidió en una comida en Cosoleacaque con Fernando Yunes Márquez, a la sazón senador e hijo del entonces candidato del PAN a la gubernatura.

Hasta el día de la captura de “La Liebre”, el pasado 4 de marzo, Winckler no había solicitado ninguna orden de aprehensión en contra de él, pese a que desde julio del año antepasado el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes había ofrecido una recompensa de un millón de pesos a quien informara sobre su paradero, pues era señalado como el autor material de la masacre de una familia entera, entre ellos cuatro menores de edad, ejecutados en una colonia porteña el 24 de junio de 2017.


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