/ domingo 29 de julio de 2018

Veracruz, con el peor transporte público

Si cumple su palabra, el actual Gobierno del Estado tendría que retirar en los próximos días miles de unidades del transporte urbano de pasajeros viejos, sucios y peligrosos, así como taxis que no cumplen con las condiciones mínimas para otorgar el servicio, y suspender o cancelar definitivamente otras miles de concesiones debido a que en el plazo establecido sus titulares no regularizaron la documentación legal de éstas. Mañana finaliza el programa de reordenamiento del transporte público, al cual seguía su modernización, pero por lo que se observa ni siquiera el primero de estos dos objetivos se logrará en el bienio, sea por el desorden que presentaban los padrones o la complejidad de muchísimos casos, incluyéndose la excesiva carga de trabajo que no pudo resolver el área de Transporte Público y por lo cual fue imposible desarticular el monopolio de taxis y taxis piratas que usufructúan ilegítimamente unos cuantos vivales en el estado, especialmente exfuncionarios que cometieron tráfico de influencias, sus familiares y líderes de organizaciones sociales y políticas, lo que en parte explica por qué el servicio de transporte público de Veracruz es uno de los peores de la República. ¿Se van a dar a conocer quiénes son esos flotilleros?, ¿también los veracruzanos conocerán cuántas unidades de esta modalidad eran utilizadas por la delincuencia organizada para secuestros y halconeo?, ¿a cuántos conductores les revocaron la licencia para trabajar en el servicio público debido a sus antecedentes penales o por no pasar las pruebas antidoping que se aplicaron? Hay muchas preguntas que se deben responder y dar a conocer, pues esas concesiones de taxis, de acuerdo con la ley, sólo tendrían que detentarlas trabajadores en reconocimiento a los años prestados a este servicio y que constituyen un patrimonio familiar, y no podría tenerlas cualquier otra persona que tiene dinero para adquirirlas. Estas irregularidades son las que se corregirían en este reordenamiento del transporte público y depurar un padrón que no se actualizó por deliberada omisión de quienes tuvieron ese deber legal, con el propósito de validar irregularidades. El asunto es que no hay los resultados esperados y ni siquiera información oficial de lo que en realidad se alcanzó, el estado en que queda el transporte y, cosa importante, lo que aún falta por hacer y que deberá atender en lo inmediato el gobierno estatal entrante de Cuitláhuac García Jiménez. Esperemos.


DELEGADO REGIONAL DEL INAH, EN PROBLEMAS

Son muchas y muy serias las acusaciones en contra del actual delegado regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Veracruz, Julio Ignacio Martínez de la Rosa, que siguen haciendo trabajadores de esa institución y, por lo menos, exige una investigación por la Contraloría de la dependencia, pero por igual de la Función Pública y de la Auditoría Superior de la Federación, puesto que si se comprueban esos dichos habría un daño patrimonial. Lo que plantea uno de los denunciantes, Gabriel del Valle Ferral, líder del Sindicato de Trabajadores Administrativos, Técnicos y Manuales del INAH en Veracruz, es que dicho funcionario no solamente desatiende las 17 zonas arqueológicas del estado, por lo cual se encuentran plagadas de maleza y reptiles que anidan en esas condiciones, sino que el dinero para ese fin no se sabe adónde va a parar y, asimismo, que existen alrededor de 30 aviadores, entre ellos una señora de sociedad. ¿Qué hay de cierto en todo este affaire? Debe investigarse, porque la realidad sí coincide con esos señalamientos contra Martínez de la Rosa. Vaya a darse una vuelta por cualquiera de los sitios arqueológicos bajo la responsabilidad del INAH en el estado de Veracruz y lo constatará. Vaya, tan sólo en el Centro Histórico de la ciudad y puerto de Veracruz, el abandono de edificios es evidente, con paredes donde crecen ¡árboles!, cornisas que se desprenden por su mal estado, edificios que sirven de basureros y refugio de malvivientes, mal, pésimamente mal. Pero hay protección de los altos niveles, por eso no se resuelve este tipo de ilícitos.

Escriba a opedro2006@gmail.com


Si cumple su palabra, el actual Gobierno del Estado tendría que retirar en los próximos días miles de unidades del transporte urbano de pasajeros viejos, sucios y peligrosos, así como taxis que no cumplen con las condiciones mínimas para otorgar el servicio, y suspender o cancelar definitivamente otras miles de concesiones debido a que en el plazo establecido sus titulares no regularizaron la documentación legal de éstas. Mañana finaliza el programa de reordenamiento del transporte público, al cual seguía su modernización, pero por lo que se observa ni siquiera el primero de estos dos objetivos se logrará en el bienio, sea por el desorden que presentaban los padrones o la complejidad de muchísimos casos, incluyéndose la excesiva carga de trabajo que no pudo resolver el área de Transporte Público y por lo cual fue imposible desarticular el monopolio de taxis y taxis piratas que usufructúan ilegítimamente unos cuantos vivales en el estado, especialmente exfuncionarios que cometieron tráfico de influencias, sus familiares y líderes de organizaciones sociales y políticas, lo que en parte explica por qué el servicio de transporte público de Veracruz es uno de los peores de la República. ¿Se van a dar a conocer quiénes son esos flotilleros?, ¿también los veracruzanos conocerán cuántas unidades de esta modalidad eran utilizadas por la delincuencia organizada para secuestros y halconeo?, ¿a cuántos conductores les revocaron la licencia para trabajar en el servicio público debido a sus antecedentes penales o por no pasar las pruebas antidoping que se aplicaron? Hay muchas preguntas que se deben responder y dar a conocer, pues esas concesiones de taxis, de acuerdo con la ley, sólo tendrían que detentarlas trabajadores en reconocimiento a los años prestados a este servicio y que constituyen un patrimonio familiar, y no podría tenerlas cualquier otra persona que tiene dinero para adquirirlas. Estas irregularidades son las que se corregirían en este reordenamiento del transporte público y depurar un padrón que no se actualizó por deliberada omisión de quienes tuvieron ese deber legal, con el propósito de validar irregularidades. El asunto es que no hay los resultados esperados y ni siquiera información oficial de lo que en realidad se alcanzó, el estado en que queda el transporte y, cosa importante, lo que aún falta por hacer y que deberá atender en lo inmediato el gobierno estatal entrante de Cuitláhuac García Jiménez. Esperemos.


DELEGADO REGIONAL DEL INAH, EN PROBLEMAS

Son muchas y muy serias las acusaciones en contra del actual delegado regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Veracruz, Julio Ignacio Martínez de la Rosa, que siguen haciendo trabajadores de esa institución y, por lo menos, exige una investigación por la Contraloría de la dependencia, pero por igual de la Función Pública y de la Auditoría Superior de la Federación, puesto que si se comprueban esos dichos habría un daño patrimonial. Lo que plantea uno de los denunciantes, Gabriel del Valle Ferral, líder del Sindicato de Trabajadores Administrativos, Técnicos y Manuales del INAH en Veracruz, es que dicho funcionario no solamente desatiende las 17 zonas arqueológicas del estado, por lo cual se encuentran plagadas de maleza y reptiles que anidan en esas condiciones, sino que el dinero para ese fin no se sabe adónde va a parar y, asimismo, que existen alrededor de 30 aviadores, entre ellos una señora de sociedad. ¿Qué hay de cierto en todo este affaire? Debe investigarse, porque la realidad sí coincide con esos señalamientos contra Martínez de la Rosa. Vaya a darse una vuelta por cualquiera de los sitios arqueológicos bajo la responsabilidad del INAH en el estado de Veracruz y lo constatará. Vaya, tan sólo en el Centro Histórico de la ciudad y puerto de Veracruz, el abandono de edificios es evidente, con paredes donde crecen ¡árboles!, cornisas que se desprenden por su mal estado, edificios que sirven de basureros y refugio de malvivientes, mal, pésimamente mal. Pero hay protección de los altos niveles, por eso no se resuelve este tipo de ilícitos.

Escriba a opedro2006@gmail.com