Lo dicho ayer por María Elvira Domínguez Lloreda, directora del diario El País, de Cali (Colombia) y presidenta de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), es tan real como la violencia que sufre Veracruz desde hace dos sexenios, un bienio y casi un año del actual gobierno. El estado, expresó, “es de alto riesgo” para el ejercicio del periodismo. Ella, a quien preocupan las libertades, encontró esa razón para trasladarse al estado y sostuvo una reunión en Xalapa con periodistas críticos y la presidenta de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), Ana Laura Pérez Mendoza. Escuchó los planteamientos de los comunicadores convocados, y tomó nota, que más tarde hizo llegar al gobernador Cuitláhuac García Jiménez. De 2011 a la fecha, la organización civil Artículo 19 contabilizó 17 agresiones fatales a la prensa durante el gobierno del priista Javier Duarte de Ochoa, y tres desaparecidos (de 2010 a 2016), además de los crímenes de Ricardo Monlui Cabrera, colaborador de El Sol de Córdoba y Diario de Xalapa, en Yanga, el 19 de marzo de 2017 cuando gobernaba el panista Miguel Ángel Yunes Linares, y recientemente Jorge Celestino Ruiz Vázquez, reportero gráfico de El Gráfico de Xalapa, el 3 de agosto pasado en Actopan, durante el actual gobierno morenista. De hecho, Veracruz se ha convertido en el lugar más letal del mundo para los periodistas, sólo superado por Afganistan y Siria. ¿Puede hacer algo la SIP para frenar estos actos criminales? No se cree, si bien es bienvenido el respaldo de esa acreditada organización en contra de estos lamentables casos que se presentan en la entidad. En días anteriores han amenazado a varios periodistas, uno de ellos Julio Ortiz, quien presentó denuncia y hasta ahora no hay resultados de la investigación, pese a que la Fiscalía General del estado cuenta con las pruebas suficientes para identificar al responsable, y el lunes en Xalapa una vivienda fue robada a plena luz del día, cortadas las protecciones con segueta, llevándose de ella todos los objetos de valor, pero en especial, dos computadoras donde el periodista Roberto Valerde García, director de un importante medio del norte del estado, guarda información para elaborar los artículos que publica. La denuncia también ya está presentada, y es ésta una parte importante para evitar atentados: que la autoridad atienda con prontitud estas abiertas amenazas contra comunicadores, en vez de argumentar, como ha dicho el mandatario veracruzano, de que no es posible “poner un policía a cada periodista”, misma frase que acaba de repetir Jorge Morales, secretario ejecutivo de la CEAPP, el periodista Roberto Valerde, a quien sin embargo sí le proporciona seguridad en el medio de comunicación para el que presta sus servicios. Esperemos que la visita de la señora Maris Elvira Domínguez Lloreda, sea para bien de los comunicadores.
NO LE PARTIERON LA MADRE A MORENA
En el video que le tomaron y difundieron por redes sociales se vio a un Miguel Ángel Yunes Márquez retador, ofensivo, acusando que hay panistas (que) pretenden arrodillarse ante Morena y obedecer órdenes de este partido político (…y) Tratar de desestabilizar la estructura interna del PAN: “no vamos a permitirlo, vamos por el PAN ‘bueno’, que le va a romper la madre a Morena”. Ese discurso de arenga provocó aplausos en esa comida a la que convocaron quienes hasta el domingo fueron los mandones en el panismo estatal. Sin embargo, tras la elección interna donde resultó ganador Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, esas sonrisas se borraron y, los del grupo político contrario, lo celebraron. Se equivocaron los Yunes y, ahora, reman contra la corriente.
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