Muchas conexiones convierten al estado de Veracruz en eminente epicentro electoral. En la elección 2018 varios se juegan la vida o la muerte política, es cosa de revisar bien.
Por ejemplo, la responsabilidad del candidato al Gobierno del Estado por el PRI-PVEM, José Yunes Zorrilla, es considerado uno de los mejores amigos de José Antonio Meade, el abanderado a la presidencia de México.
La buena imagen de los “pepes” se contrapone con lo que marcan algunas encuestas, en donde presuntamente, se encuentran en un segundo o tercer lugar, según de donde provenga la medición.
Para José el veracruzano, el reto es mayúsculo, como quien dice, le tocó bailar con la más fea. Y es que apenas en 2016, el PRI por primera vez perdió la gubernatura en la entidad.
Sin embargo, la situación ha ido mejorando en las últimas semanas para el de Perote; los altos índices de inseguridad y desempleo en el estado de Veracruz le podrían dar al abanderado del PRI la gran oportunidad de emparejarse con sus competidores.
Pero en esencia, la competencia en Veracruz tiene muy atento tanto a Meade como al candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien busca la contundencia de su triunfo en el estado de Veracruz, considerada una de las entidades estratégicas para consolidar la llegada a la presidencia.
Tanto José Antonio Meade como López Obrador tienen especial interés en Veracruz, uno por su gran cercanía y aprecio por José Yunes Zorrilla y el segundo, porque considera esta tierra como suya, incluso con fuertes lazos de familia.
A nivel local, los partidos en el poder buscan refrendar su triunfo y continuar en Palacio de Gobierno, sin embargo, la competencia no está resultando tan fácil como lo esperaban.
Las encuestas reales apuntan que el candidato del Frente, Miguel Ángel Yunes Márquez, no ha podido despegarse del crecimiento del abanderado de Morena, Cuitláhuac García; incluso el crecimiento de Pepe Yunes los trae ya bastante preocupados.
La importancia de Veracruz a nivel electoral se refrendó esta semana, tan sólo con revisar la cantidad de visitas políticas; desde el presidente Enrique Peña, hasta López Obrador, quien pasa mucho tiempo en distintas regiones del estado.
El más alejado de Veracruz parece ser el queretano Ricardo Anaya, candidato presidencial del Frente, quien a lo mejor, ni siquiera conocía más de dos ciudades de la entidad poco antes de convertirse en todopoderoso del PAN.
ÁGORA.- Varios se preguntan ¿Por qué ofrecer recompensa por el exfiscal, si hasta hace poco paseaba despreocupado por cualquier calle?
Todo apunta que se trata de otro escándalo mediático en tiempo electoral.
@monicamarena
