En abril del próximo año se celebrarán los 500 años de la fundación del primer municipio de México (y América) y la República, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se reunirá en Veracruz como aquellas que organizó el expresidente José López Portillo con todo el gabinete, ministros de la Corte, gobernadores, senadores, diputados federales y locales y los alcaldes veracruzanos. El puerto es el único municipio del país declarado cuatro veces heroico y ha sido sede de los poderes nacionales en dos ocasiones, con Benito Juárez de 1857 a 1859, y Venustiano Carranza de 1914 a 1915; además, como en la época colonial, mantiene el título de Principal Puerto de Comercio Marítimo de México. Históricamente es de tradición liberal, pese a que ha gobernado el PAN en últimas fechas, más por los pésimos alcaldes priistas habidos que por definición política. De ahí que Veracruz tenga un alto y especial valor para el país. ¿Qué se propone hacer el nuevo gobierno para rescatar Veracruz? Enrique Peña Nieto inició la gran obra portuaria del siglo, pero increíblemente ningún otro gobierno federal se había interesado por hincarse en la historia del puerto. Está abandonado. Véase simplemente el lamentable estado en que se encuentra el Centro Histórico de la Ciudad, con edificios que son joyas arquitectónicas inermes ante el implacable paso del tiempo que los va desmoronando por la desidia de sus dueños para rehabilitarlos. No hay un decreto que faculte al gobierno a expropiar aquellos que estén en peligro de caer a pedazos, como está ocurriendo; o proteger las playas con escolleras para salvarlas de la erosión, o un mejor aprovechamiento turístico de sus arrecifes e islas, en paralelo a su protección ecológica. No existe, por ejemplo, un trabajo político visible que esté realizando el gobierno de Morena, estatal o federal, que busque cumplir y atraer al electorado, tampoco actores políticos relevantes que encabecen luchas sociales, ni trabajo de gestoría de sus diputados o regidores para satisfacer necesidades la población, en especial colonias que carecen de servicios públicos de drenaje, agua, alcantarillado, calles pavimentadas, alumbrado, y ni se diga seguridad. Hay pequeños segmentos, como la colonia Ana Carreto, que viven entre médanos y casuchas de plástico y cartón, con pisos y calles de arenosas, aguas negras corriendo por las calles en canales abiertos, sin alumbrado y robo de la luz con peligrosos cables que semejan telarañas. A 500 años de su fundación, Veracruz sigue siendo un municipio de contrastes, con grandes necesidades que solamente sus líderes políticos no ven, porque sólo piensan en el uso electoral de sus pobladores. Es muy lamentable.
RAMOS ALOR, COMO DEBEN ACTUAR LOS SECRETARIOS
Un ejemplo de cómo deben actuar los funcionarios del gabinete estatal lo acaba de dar el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, en Papantla. Hizo una supervisión sorpresiva al Hospital Civil de ese lugar el día 24 y encontró que solamente había un médico de guardia para atender a los pacientes, mujeres embarazadas en su mayoría. De acuerdo con datos, el titular de Salud se colocó una bata y comenzó a atenderlos. No llegaron el director ni el subdirector, que celebraban la nochebuena. Quién sabe qué decisiones tome el doctor Ramos Alor con ellos. El asunto es que si los funcionarios supervisaran a sus subalternos, muchas cosas cambiarían para bien en el gobierno, pero más para los veracruzanos que esperan que los funcionarios cumplan con sus responsabilidades. Debe reconocerse este acto de don Roberto y debe esperarse que su ejemplo sea tomado por sus pares. Enhorabuena.
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