/ martes 11 de junio de 2019

 Veracruz: oposición endeble

A los veracruzanos que no simpatizan con Morena no les cayó nada bien que el gobernador Cuitláhuac García les expresara en tono sarcástico: “¡Lástima margaritos, llegó la cuarta transformación para quedarse!”; pero, a como hasta ahora se ven las cosas en Veracruz, pese a las críticas que diariamente se le hacen por los yerros y algunos vicios de su administración, todo hace suponer que la seguridad del mandatario lopezobradorista se debe a que no ve en la entidad una oposición fuerte y unida capaz de arrebatarles el poder.

Tampoco hay liderazgos sólidos opositores. Uno de los que se esperaba que sacara la casta luego de la estrepitosa derrota de su hijo en 2018 era el ex gobernador Miguel Ángel Yunes, ligado a poderosos grupos políticos y financieros nacionales que tampoco comulgan con el gobierno de la llamada 4T.

Y es que recuérdese que el 30 de noviembre pasado, el ex mandatario panista, al despedirse del cargo de gobernador, afirmó en la ciudad de Veracruz: “Me voy pero no me voy, aquí estaré entre ustedes, dejo un cargo pero nunca dejaré de ser un veracruzano que ama profundamente a Veracruz. Hoy se inicia de nuevo la lucha, la lucha sigue, hoy dejamos el gobierno del Estado, pero Veracruz requiere de hombres grandes para encabezar la grandeza de Veracruz, y en 2024 lucharemos para que Veracruz tenga un gobernador a la altura de su grandeza.”

Sin embargo, Yunes tiene sobre su cabeza la espada de Damocles luego de las cuatro denuncias de hechos que el auditor general del ORFIS, Lorenzo Antonio Portilla, presentó ante la FGR el pasado martes por los millonarios desvíos e inconsistencias financieras detectadas a su administración.

Y aunque contestó que “no responderé señalamientos falsos y torpes” porque “sería hacerles el juego”, reiterando que “continuaré en lo mío y seguiré en la lucha para lograr un cambio profundo en Veracruz y México”, Yunes dijo también al inicio de su mensaje que “desde el pasado 1 de diciembre estoy fuera de Veracruz dedicado a trabajar, estudiar y hacer deporte”, puntualizando que “me he mantenido al margen, y así continuaré…”

Empero Cuitláhuac sabe que el panista sigue dolido. Primero le recetó Vitacilina para el ardor y este domingo escribió en su cuenta de Facebook: “Pero su coraje y sus ataques son entendibles. No soportan que un maestro, académico de la Universidad Veracruzana y un pueblo al que no pudieron engañar ‘con el hijo de Yunes’ les pusieran un alto. Simplemente no lo soportan.”

En la elección local de 2021 se verá si al yunismo le alcanzará para la revancha del 2024.

AVISO

Debido a una ineludible intervención quirúrgica menor a la que será sometido su autor, esta columna dejará de publicarse ésta y la siguiente semana. Muchas gracias por su comprensión.

A los veracruzanos que no simpatizan con Morena no les cayó nada bien que el gobernador Cuitláhuac García les expresara en tono sarcástico: “¡Lástima margaritos, llegó la cuarta transformación para quedarse!”; pero, a como hasta ahora se ven las cosas en Veracruz, pese a las críticas que diariamente se le hacen por los yerros y algunos vicios de su administración, todo hace suponer que la seguridad del mandatario lopezobradorista se debe a que no ve en la entidad una oposición fuerte y unida capaz de arrebatarles el poder.

Tampoco hay liderazgos sólidos opositores. Uno de los que se esperaba que sacara la casta luego de la estrepitosa derrota de su hijo en 2018 era el ex gobernador Miguel Ángel Yunes, ligado a poderosos grupos políticos y financieros nacionales que tampoco comulgan con el gobierno de la llamada 4T.

Y es que recuérdese que el 30 de noviembre pasado, el ex mandatario panista, al despedirse del cargo de gobernador, afirmó en la ciudad de Veracruz: “Me voy pero no me voy, aquí estaré entre ustedes, dejo un cargo pero nunca dejaré de ser un veracruzano que ama profundamente a Veracruz. Hoy se inicia de nuevo la lucha, la lucha sigue, hoy dejamos el gobierno del Estado, pero Veracruz requiere de hombres grandes para encabezar la grandeza de Veracruz, y en 2024 lucharemos para que Veracruz tenga un gobernador a la altura de su grandeza.”

Sin embargo, Yunes tiene sobre su cabeza la espada de Damocles luego de las cuatro denuncias de hechos que el auditor general del ORFIS, Lorenzo Antonio Portilla, presentó ante la FGR el pasado martes por los millonarios desvíos e inconsistencias financieras detectadas a su administración.

Y aunque contestó que “no responderé señalamientos falsos y torpes” porque “sería hacerles el juego”, reiterando que “continuaré en lo mío y seguiré en la lucha para lograr un cambio profundo en Veracruz y México”, Yunes dijo también al inicio de su mensaje que “desde el pasado 1 de diciembre estoy fuera de Veracruz dedicado a trabajar, estudiar y hacer deporte”, puntualizando que “me he mantenido al margen, y así continuaré…”

Empero Cuitláhuac sabe que el panista sigue dolido. Primero le recetó Vitacilina para el ardor y este domingo escribió en su cuenta de Facebook: “Pero su coraje y sus ataques son entendibles. No soportan que un maestro, académico de la Universidad Veracruzana y un pueblo al que no pudieron engañar ‘con el hijo de Yunes’ les pusieran un alto. Simplemente no lo soportan.”

En la elección local de 2021 se verá si al yunismo le alcanzará para la revancha del 2024.

AVISO

Debido a una ineludible intervención quirúrgica menor a la que será sometido su autor, esta columna dejará de publicarse ésta y la siguiente semana. Muchas gracias por su comprensión.

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