/ lunes 20 de enero de 2020

Veracruz, quinto lugar en obesidad

Una nueva presea ha logrado Veracruz. Quinto lugar nacional con personas excedidas de peso.

Gorditos. Barrigones. A tono, digamos, con el título del libro clásico del caricaturista Rius en el siglo pasado: “La panza es primero”. Y que la panza tome la forma arquitectónica caprichosa que desee y por donde la lleve la grasa y, claro, las picadas y gordas, y los panes y los chocolates, y la cerveza y las cheladas.

¡Viva la vida sedentaria! ¡Y a seguir mirando los juegos de futbol en la tele con un cartoncito de cervezas al lado y cheetos y papitas!

Veracruz, primer lugar nacional en feminicidios. Y en secuestros. Y en embarazo de adolescentes. Y en abortos. Y en cáncer de mama.

Y, claro, la gran reserva electoral del país para ganar elecciones, igual, igualito, que en la Ciudad de México, la metrópoli más grande del mundo, y el Estado de México.

Una medalla más para Veracruz. Quinto lugar nacional en gordos.

Incluso, hasta podría darse el riesgo de que “La bamba” perdiera su lugar como el himno nacional y una canción lo sustituyera: “¡Gordo, gordo de mi vida, cuánto te quiero!”.

Japón, con más flacos en el mundo

Ene número de veces, las secretarías de Salud federal y estatal “se cortan las venas” anunciando el lanzamiento de un programa de salud para convertir el país en una nación como los países asiáticos, Japón por ejemplo, con el mayor número de flacos en el planeta.

Gente, pues, con una dieta rigurosa. Y un ejercicio físico de todos los días, inquebrantables, sin treguas.

Incluso, han lanzado campañas distractoras asegurando que por fin la comida chatarra dejará de venderse en las escuelas, por ejemplo, cuando la Secretaría de Educación de Veracruz pactó con la Pepsi-cola la venta del refresco en el sistema educativo básico de norte a sur y de este a oeste.

Uno que otro gobernador, por ejemplo, han alardeado de que se ejercitan todos los días como cuando Javier Duarte citaba a la mitad del gabinete y a reporteros, fotógrafos y camarógrafos para hacer ejercicio a las 6 de la mañana en la USBI de Xalapa y semanas después, pura faramalla.

Hay veces cuando Miguel Ángel Yunes Linares corre en el bulevar Ávila Camacho y le han tomado la foto para publicitarse, digamos, para decir al gobierno de Veracruz que ahí está, en activo, moviéndose.

“¡La panza es primero!”

En la homilía dominical, el arzobispo de Xalapa dijo que somos un pueblo de pecadores. Todos, sin excepción, pues se peca en pensamiento, palabra, obra y omisión.

Y de acuerdo con la Iglesia católica, la gula es uno de los pecados capitales.

Y la glotonería… en alimentos y refrescos tiene a Veracruz en el quinto lugar nacional de gorditos.

Figuramos, entonces, en la estadística. Y a mucha honra porque por más y más que desde el gobierno cacareen una política deportiva, pocas veces ha trascendido y cuando tal, solo en una mínima parte de la población, los deportistas y jóvenes en un 90%.

Queda comprobado que la educación deportiva en las escuelas primarias y secundarias constituye un fiasco, pues están llenas de estudiantes excedidos de peso y es cuando, en todo caso, se va formando la disciplina de la vida.

Pero igual de alarmante es la estadística de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). México, documenta, ocupa el segundo lugar mundial en adultos gordos. 7.25 de la población mayor del país está excedida de peso.

El país, hecho una calamidad.

Una nueva presea ha logrado Veracruz. Quinto lugar nacional con personas excedidas de peso.

Gorditos. Barrigones. A tono, digamos, con el título del libro clásico del caricaturista Rius en el siglo pasado: “La panza es primero”. Y que la panza tome la forma arquitectónica caprichosa que desee y por donde la lleve la grasa y, claro, las picadas y gordas, y los panes y los chocolates, y la cerveza y las cheladas.

¡Viva la vida sedentaria! ¡Y a seguir mirando los juegos de futbol en la tele con un cartoncito de cervezas al lado y cheetos y papitas!

Veracruz, primer lugar nacional en feminicidios. Y en secuestros. Y en embarazo de adolescentes. Y en abortos. Y en cáncer de mama.

Y, claro, la gran reserva electoral del país para ganar elecciones, igual, igualito, que en la Ciudad de México, la metrópoli más grande del mundo, y el Estado de México.

Una medalla más para Veracruz. Quinto lugar nacional en gordos.

Incluso, hasta podría darse el riesgo de que “La bamba” perdiera su lugar como el himno nacional y una canción lo sustituyera: “¡Gordo, gordo de mi vida, cuánto te quiero!”.

Japón, con más flacos en el mundo

Ene número de veces, las secretarías de Salud federal y estatal “se cortan las venas” anunciando el lanzamiento de un programa de salud para convertir el país en una nación como los países asiáticos, Japón por ejemplo, con el mayor número de flacos en el planeta.

Gente, pues, con una dieta rigurosa. Y un ejercicio físico de todos los días, inquebrantables, sin treguas.

Incluso, han lanzado campañas distractoras asegurando que por fin la comida chatarra dejará de venderse en las escuelas, por ejemplo, cuando la Secretaría de Educación de Veracruz pactó con la Pepsi-cola la venta del refresco en el sistema educativo básico de norte a sur y de este a oeste.

Uno que otro gobernador, por ejemplo, han alardeado de que se ejercitan todos los días como cuando Javier Duarte citaba a la mitad del gabinete y a reporteros, fotógrafos y camarógrafos para hacer ejercicio a las 6 de la mañana en la USBI de Xalapa y semanas después, pura faramalla.

Hay veces cuando Miguel Ángel Yunes Linares corre en el bulevar Ávila Camacho y le han tomado la foto para publicitarse, digamos, para decir al gobierno de Veracruz que ahí está, en activo, moviéndose.

“¡La panza es primero!”

En la homilía dominical, el arzobispo de Xalapa dijo que somos un pueblo de pecadores. Todos, sin excepción, pues se peca en pensamiento, palabra, obra y omisión.

Y de acuerdo con la Iglesia católica, la gula es uno de los pecados capitales.

Y la glotonería… en alimentos y refrescos tiene a Veracruz en el quinto lugar nacional de gorditos.

Figuramos, entonces, en la estadística. Y a mucha honra porque por más y más que desde el gobierno cacareen una política deportiva, pocas veces ha trascendido y cuando tal, solo en una mínima parte de la población, los deportistas y jóvenes en un 90%.

Queda comprobado que la educación deportiva en las escuelas primarias y secundarias constituye un fiasco, pues están llenas de estudiantes excedidos de peso y es cuando, en todo caso, se va formando la disciplina de la vida.

Pero igual de alarmante es la estadística de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). México, documenta, ocupa el segundo lugar mundial en adultos gordos. 7.25 de la población mayor del país está excedida de peso.

El país, hecho una calamidad.

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