Las necesidades de la sociedad veracruzana son tantas y tan variadas que para el gobierno entrante será difícil decidir cómo y por dónde empezar para atenderlas.
Todas son prioritarias. Si se preguntara a los habitantes de la zona sur (Coatzacoalcos, Minatitlán y Acayucan) qué es lo preponderante, seguro responderían que la seguridad y empleo; en Los Tuxtlas plantearían la reconstrucción de la destrozada y peligrosa carretera, empleo y un hospital; los pobladores de la Cuenca del Papaloapan, sin duda, empleo; la zona centro (principalmente Córdoba, Orizaba y Cuitláhuac) seguridad; la capital Xalapa, seguridad; Veracruz-Boca del Río, servicios e infraestructura en los cinturones de miseria que forman decenas de colonias; la zona norte (Poza Rica, Tihuatlán, Tuxpan, Alamo, Pánuco), seguridad. Hay otras carencias, como ampliar la universidad pública para que miles de jóvenes puedan realizar sus estudios profesionales, por otra. El sector privado requiere de un ambiente de certeza jurídica, estabilidad y facilidades para invertir y crear nuevos empleos, y aquí la industria turística, tan importante en la generación de empleo y riqueza en un estado pleno de atractivos para los visitantes, merece un capítulo aparte para impulsarla y ser uno de los ejes rectores del progreso de la entidad; los productores agroalimentarios, empresarios, ganaderos, pescadores y agricultores tienen otras necesidades y es otro sector vital y estratégico que deberá tratarse con especial esmero. Ese es el gran rompecabezas que deberá armar la nueva administración estatal, en una entidad con enormes activos en recursos hidrológicos, agropecuarios y pesqueros, energéticos, centros logísticos con tres importantes puertos, entre ellos el más relevante del país, sus aeropuertos y autopistas, pero como aquí mismo se apunta, también con grandes pasivos a los que hay que enfrentar desde el primer día. ¿Por dónde comenzar? ¿Es primero la seguridad o la inversión para el empleo? ¿La infraestructura? ¿Abrir oportunidades de estudios para los jóvenes? Se debe tener una visión clara de la situación actual y del futuro, es clave, y marcará esa diferencia con la que Morena busca hincarse en la historia del país, y de Veracruz. Las críticas de cierto sector que no observa con agrado la incorporación de actores provenientes del PRI y del PAN al ejercicio de gobierno no debe preocupar mucho, finalmente si se cometiera un error se puede enmendar incluso en el corto o mediano plazo, más importante es que la inclusión siempre es positiva, y en todo caso, debe dársele el beneficio de la duda a la nueva generación en el ejercicio de gobierno.
LAS PROTESTAS EN LOS FOROS DE PACIFICACIÓN
Las protestas están haciéndose comunes en los foros de Pacificación que se realizan en varias partes del país, a propuesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Así ha sido en los realizados en ciudad Juárez y Chihuahua; en Morelia, Michoacán; en Torreón y Gómez Palacio, en Coahuila, y Durango, donde los familiares de los muertos y desaparecidos no aceptan otorgar el perdón a los victimarios. En Xalapa, donde se realizará este foro el próximo 9 de octubre, no puede esperarse una respuesta diferente. Como muchos otros colectivos, como Solecito en Veracruz, que han luchado por años para encontrar los restos de sus seres queridos, no comulgan con la idea de perdonar a los victimarios. Tal es el consenso hasta ahora, y de continuar en esa misma línea deberá respetarse el consenso. Los Foros siguen en las fechas siguientes: 21 de agosto en Cuernavaca, Morelos; 28 de agosto en Acapulco, Guerrero; 11 de septiembre en Tijuana, Baja California; 14 de septiembre en Nezahualcóyotl, Estado de México; 18 de septiembre en Monterrey, Nuevo León; 20 de septiembre en Saltillo, Coahuila; 25 de septiembre en Puebla, Puebla; 27 de septiembre en Tlaxcala, Tlaxcala; 1o. de octubre en Guadalajara, Jalisco; 4 de octubre en León, Guanajuato; 9 de octubre en Xalapa, Veracruz; 11 de octubre en Oaxaca, Oaxaca; 16 de octubre en Villahermosa, Tabasco, y 24 de octubre en la Ciudad de México.
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