/ jueves 17 de octubre de 2019

Veracruz y sus niveles de pobreza

El tema de la pobreza en Veracruz, y en general en las entidades del sureste del país, no es nuevo; es una deuda social que lleva décadas y afecta a millones de personas.

El titular de la Sedesol estatal, Guillermo Fernández Sánchez, señaló que seis de cada 10 veracruzanos enfrentan dicha condición, 5 millones de personas.

Debido a ese enorme reto, los gobiernos federal y estatal han canalizado recursos para adultos mayores, jóvenes estudiantes, amas de casa, pequeños emprendedores y productores agropecuarios.

Sólo en la entidad hay casi 3 millones de beneficiarios de programas sociales, de acuerdo con datos que se manejan en la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal.

El problema es que de no dar un giro importante en el sentido de las políticas públicas enfocadas al combate a la pobreza, el problema se mantendrá, por más recursos que se canalicen a los programas asistenciales.

A juzgar por los resultados de las políticas públicas instrumentadas en la entidad durante las últimas décadas en dicho rubro, el fenómeno de la pobreza no sólo no decrece, sino que aumenta cada vez más.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) informó que si bien la pobreza pasó de 11 a 7.4% en todo el país, esa reducción no se reflejó en Veracruz, entidad que junto con Oaxaca y Colima fue de las que registraron las peores cifras.

En la última década la pobreza en Veracruz aumentó 10 puntos porcentuales.

En 2008, el 51.2% de los veracruzanos eran pobres; en 2010 ese índice se ubicó en 57.6% y en 2018, en 61.8%.

En 2008 había 3 millones 800 mil veracruzanos pobres, números redondos; en 2010 fueron 4 millones 400 mil; en 2014, 4 millones 600 mil.

En 2016, año en que llegó Miguel Ángel Yunes Linares al Gobierno del Estado, había en Veracruz 5 millones 49 mil 500 habitantes en condición de pobreza; dos años después, en 2018, eran 5 millones 88 mil 600.

En 2018, Veracruz tuvo casi un millón 210 mil pobres más que hace 10 años.

Igual ocurre con la pobreza extrema: en 2016 Veracruz tenía un millón 332 mil personas en condición paupérrima; dos años después, la cifra se ubicó en un millón 457 mil.

En ese lapso, Veracruz tuvo tres gobernadores: Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes; cuatro si se cuenta el breve interinato de Flavino Ríos; y en materia de pobreza, todo sigue igual o peor que antes.

La historia reciente de nuestro país nos indica que una parte importante de los recursos que se destinan a los pobres se queda en la burocracia; por ello, el sector gubernamental ha determinado dos acciones: reducir el número de personas contratadas y disminuir los salarios de los trabajadores que ocupan los espacios más encumbrados, de subdirecciones para arriba en el organigrama; sólo en el área de programas de Sedesol, por ejemplo, la pasada administración federal operaba en Veracruz con unas 200 personas, hoy hay 100 y hacen lo mismo.

Por otra parte, el número de programas sociales también se redujo para mantener sólo a los sectores prioritarios, adultos mayores, jóvenes, mujeres y en general población vulnerable. Veremos, de cara al primer informe de López Obrador en el gobierno federal, y de Cuitláhuac García en el de Veracruz, cómo se delinean las estrategias y los programas para sacar de la pobreza a los millones de personas que hoy viven en condiciones de rezago y carencias sociales. @luisromero85


El tema de la pobreza en Veracruz, y en general en las entidades del sureste del país, no es nuevo; es una deuda social que lleva décadas y afecta a millones de personas.

El titular de la Sedesol estatal, Guillermo Fernández Sánchez, señaló que seis de cada 10 veracruzanos enfrentan dicha condición, 5 millones de personas.

Debido a ese enorme reto, los gobiernos federal y estatal han canalizado recursos para adultos mayores, jóvenes estudiantes, amas de casa, pequeños emprendedores y productores agropecuarios.

Sólo en la entidad hay casi 3 millones de beneficiarios de programas sociales, de acuerdo con datos que se manejan en la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal.

El problema es que de no dar un giro importante en el sentido de las políticas públicas enfocadas al combate a la pobreza, el problema se mantendrá, por más recursos que se canalicen a los programas asistenciales.

A juzgar por los resultados de las políticas públicas instrumentadas en la entidad durante las últimas décadas en dicho rubro, el fenómeno de la pobreza no sólo no decrece, sino que aumenta cada vez más.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) informó que si bien la pobreza pasó de 11 a 7.4% en todo el país, esa reducción no se reflejó en Veracruz, entidad que junto con Oaxaca y Colima fue de las que registraron las peores cifras.

En la última década la pobreza en Veracruz aumentó 10 puntos porcentuales.

En 2008, el 51.2% de los veracruzanos eran pobres; en 2010 ese índice se ubicó en 57.6% y en 2018, en 61.8%.

En 2008 había 3 millones 800 mil veracruzanos pobres, números redondos; en 2010 fueron 4 millones 400 mil; en 2014, 4 millones 600 mil.

En 2016, año en que llegó Miguel Ángel Yunes Linares al Gobierno del Estado, había en Veracruz 5 millones 49 mil 500 habitantes en condición de pobreza; dos años después, en 2018, eran 5 millones 88 mil 600.

En 2018, Veracruz tuvo casi un millón 210 mil pobres más que hace 10 años.

Igual ocurre con la pobreza extrema: en 2016 Veracruz tenía un millón 332 mil personas en condición paupérrima; dos años después, la cifra se ubicó en un millón 457 mil.

En ese lapso, Veracruz tuvo tres gobernadores: Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes; cuatro si se cuenta el breve interinato de Flavino Ríos; y en materia de pobreza, todo sigue igual o peor que antes.

La historia reciente de nuestro país nos indica que una parte importante de los recursos que se destinan a los pobres se queda en la burocracia; por ello, el sector gubernamental ha determinado dos acciones: reducir el número de personas contratadas y disminuir los salarios de los trabajadores que ocupan los espacios más encumbrados, de subdirecciones para arriba en el organigrama; sólo en el área de programas de Sedesol, por ejemplo, la pasada administración federal operaba en Veracruz con unas 200 personas, hoy hay 100 y hacen lo mismo.

Por otra parte, el número de programas sociales también se redujo para mantener sólo a los sectores prioritarios, adultos mayores, jóvenes, mujeres y en general población vulnerable. Veremos, de cara al primer informe de López Obrador en el gobierno federal, y de Cuitláhuac García en el de Veracruz, cómo se delinean las estrategias y los programas para sacar de la pobreza a los millones de personas que hoy viven en condiciones de rezago y carencias sociales. @luisromero85