/ jueves 7 de febrero de 2019

Violencia de género; el caso veracruzano

El problema de la violencia de género, y particularmente el de los feminicidios, ha encendido los focos de alarma en Veracruz.

En la plaza Clavijero, centro de Xalapa, por la tarde de este jueves cayó una mujer víctima de la violencia; si bien el caso carece de las características de un feminicidio como tal, no deja de llamar a la indignación.

No se trata de un reproche de las organizaciones no gubernamentales de mujeres, que con justa razón han alertado sobre los niveles a que llega la violencia en Veracruz, sino de un ambiente de generalizada indignación por casos con el ocurrido este jueves.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante 2018 ocurrieron en la entidad 87 feminicidios; sin embargo, la cifra podría ser mucho más elevada.

De forma reciente, el Observatorio Ciudadano del Feminicidio aportó cifras preocupantes, que confirman los primerísimos lugares que en el contexto nacional ocupa Veracruz en dicho problema.

Según dicha ONG, durante 2018 se registraron 172 homicidios contra mujeres y niñas veracruzanas; 111 de esos casos serían asesinatos en razón de género.

Hay activistas, sin embargo, que indican que la cifra podría ser mucho más alta, dado que las autoridades judiciales y de procuración de justicia tienden a clasificar la mayoría de los asesinatos de mujeres como homicidio y no como feminicidio. En razón de ello, la cifra oficial sólo consigna 87 casos de enero a diciembre de 2018, lo cual no deja de ser alarmante.

Lo cierto es que existe consenso en cuanto a que junto a Sinaloa, Estado de México, Chihuahua, Nuevo León y Ciudad de México, Veracruz es uno de los estados que más registra feminicidios y agresiones contra mujeres, lo que ha motivado dos alertas de género; la primera, emitida en noviembre de 2016 para los municipios de Boca del Río, Coatzacoalcos, Córdoba, Las Choapas, Martínez de la Torre, Minatitlán, Orizaba, Poza Rica, Tuxpan, Veracruz y Xalapa; y la segunda, de diciembre de 2017.

La alerta de violencia de género contra las mujeres es un mecanismo de protección que fue establecido en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; incluye acciones específicas, de emergencia, para enfrentar y erradicar la violencia feminicida. Al emitirse dicha alerta para Veracruz, el Gobierno del Estado aprobó los lineamientos operativos y constituyó el Grupo Interinstitucional que se encargaría de elaborar un programa de trabajo para atender las alertas.

El problema es que la violencia contra las mujeres en la entidad no sólo no cesa, sino que parece escalar todavía más. En ese contexto, el hecho registrado este jueves en el centro de la capital del estado es parte de una larga cadena de agresiones, todas lamentables e indignantes. Es decir, no puede verse como un caso aislado, sino como parte de un problema social que debe resolverse de forma urgente.

Por supuesto, es importante y necesaria la intervención del sector gubernamental y de los grupos de activistas que se enfocan en temas de género y derechos de las mujeres; sin embargo, es fundamental la participación de la sociedad en expresiones como la que protagoniza una parte del sector comercial y empresarial de Xalapa y otras ciudades veracruzanas en campañas como “NiUnaMenos”. Al final, se trata de un tema que debe involucrar a todos. @luisromero85

El problema de la violencia de género, y particularmente el de los feminicidios, ha encendido los focos de alarma en Veracruz.

En la plaza Clavijero, centro de Xalapa, por la tarde de este jueves cayó una mujer víctima de la violencia; si bien el caso carece de las características de un feminicidio como tal, no deja de llamar a la indignación.

No se trata de un reproche de las organizaciones no gubernamentales de mujeres, que con justa razón han alertado sobre los niveles a que llega la violencia en Veracruz, sino de un ambiente de generalizada indignación por casos con el ocurrido este jueves.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante 2018 ocurrieron en la entidad 87 feminicidios; sin embargo, la cifra podría ser mucho más elevada.

De forma reciente, el Observatorio Ciudadano del Feminicidio aportó cifras preocupantes, que confirman los primerísimos lugares que en el contexto nacional ocupa Veracruz en dicho problema.

Según dicha ONG, durante 2018 se registraron 172 homicidios contra mujeres y niñas veracruzanas; 111 de esos casos serían asesinatos en razón de género.

Hay activistas, sin embargo, que indican que la cifra podría ser mucho más alta, dado que las autoridades judiciales y de procuración de justicia tienden a clasificar la mayoría de los asesinatos de mujeres como homicidio y no como feminicidio. En razón de ello, la cifra oficial sólo consigna 87 casos de enero a diciembre de 2018, lo cual no deja de ser alarmante.

Lo cierto es que existe consenso en cuanto a que junto a Sinaloa, Estado de México, Chihuahua, Nuevo León y Ciudad de México, Veracruz es uno de los estados que más registra feminicidios y agresiones contra mujeres, lo que ha motivado dos alertas de género; la primera, emitida en noviembre de 2016 para los municipios de Boca del Río, Coatzacoalcos, Córdoba, Las Choapas, Martínez de la Torre, Minatitlán, Orizaba, Poza Rica, Tuxpan, Veracruz y Xalapa; y la segunda, de diciembre de 2017.

La alerta de violencia de género contra las mujeres es un mecanismo de protección que fue establecido en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; incluye acciones específicas, de emergencia, para enfrentar y erradicar la violencia feminicida. Al emitirse dicha alerta para Veracruz, el Gobierno del Estado aprobó los lineamientos operativos y constituyó el Grupo Interinstitucional que se encargaría de elaborar un programa de trabajo para atender las alertas.

El problema es que la violencia contra las mujeres en la entidad no sólo no cesa, sino que parece escalar todavía más. En ese contexto, el hecho registrado este jueves en el centro de la capital del estado es parte de una larga cadena de agresiones, todas lamentables e indignantes. Es decir, no puede verse como un caso aislado, sino como parte de un problema social que debe resolverse de forma urgente.

Por supuesto, es importante y necesaria la intervención del sector gubernamental y de los grupos de activistas que se enfocan en temas de género y derechos de las mujeres; sin embargo, es fundamental la participación de la sociedad en expresiones como la que protagoniza una parte del sector comercial y empresarial de Xalapa y otras ciudades veracruzanas en campañas como “NiUnaMenos”. Al final, se trata de un tema que debe involucrar a todos. @luisromero85