/ martes 1 de junio de 2021

Violencia en el proceso electoral

Prácticamente no hay antecedentes de un proceso electoral tan violento en Veracruz. Las agresiones, amenazas y ataques contra candidatos se registran cada vez con más frecuencia en la entidad y no hay autoridad capaz de poner freno a la situación.

En Yanga, el abanderado del Partido Acción Nacional a la alcaldía, Gerson Morales, fue víctima de un atentado armado. En este municipio fue asesinado Israel Castillo Ruiz, quien es hermano del dirigente municipal del albiazul.

Un día antes, Jimmy Jonathan Zúñiga Rendón, también panista, candidato a la alcaldía de Tepatlaxco, denunció un ataque armado contra su domicilio

Sobre estos hechos, el Comité Directivo Estatal del PAN emitió un boletín por la noche de este lunes, en el que exige al gobierno estatal una actuación contundente contra las responsables.

En su parte medular, el comunicado de la dirigencia estatal panista señala que “el que vivimos, es uno de los procesos electorales más violentos en la historia de Veracruz, muestra de la ineptitud del gobierno que ha preferido usar a las instituciones de seguridad en la cacería y hostigamiento político contra la oposición, en lugar de cumplir con su función de proteger a las y los ciudadanos”.

Los panistas recordaron que Veracruz concentra el 23 por ciento de los casos de ataques contra aspirantes y candidatos en todo el país, lo que convierte a la entidad en la más violenta de la República.

Ni Tamaulipas, ni Guerrero, ni Sonora, ni Baja California Norte, estados que antes eran referencia nacional de violencia, registran las alarmantes cifras de Veracruz en materia de ataques contra actores políticos. Señala AN que en menos de 40 horas se han registrado ataques armados contra candidatos del PAN en los municipios de Las Minas, Tepatlaxco y Yanga; y sostiene que los ataques se suman a los casos registrados contra candidatos en Tehuipango, Astacinga y Playa Vicente.

El Movimiento Ciudadano también ha levantado la voz contra la violencia durante el proceso electoral: este martes, Sergio Gil Rullán se refirió a los ataques, amenazas de muerte y agresiones que han sufrido sus candidatos.

En general, prácticamente todos los partidos políticos, con la única excepción del que está en el poder, han externado su preocupación por el clima de violencia que rodea al proceso electoral.

Habría que decir, sin embargo, que en el asunto de la violencia que se registra en las elecciones de Veracruz el culpable no estaría en las secretarías de Gobierno o de Seguridad Pública; ni siquiera en la gubernatura del Estado; sin embargo, sí existe la percepción de que aunque la violencia no sea generada ni alentada desde Palacio, sí es responsabilidad del Ejecutivo frenarla y combatirla, porque finalmente una de las razones de ser de todo gobierno es precisamente garantizar la paz y la tranquilidad de la población; y en ese contexto, en poco abona a dicho objetivo el permitir que las agresiones contra los protagonistas de la contienda electoral sigan en aumento.

Prácticamente no hay antecedentes de un proceso electoral tan violento en Veracruz. Las agresiones, amenazas y ataques contra candidatos se registran cada vez con más frecuencia en la entidad y no hay autoridad capaz de poner freno a la situación.

En Yanga, el abanderado del Partido Acción Nacional a la alcaldía, Gerson Morales, fue víctima de un atentado armado. En este municipio fue asesinado Israel Castillo Ruiz, quien es hermano del dirigente municipal del albiazul.

Un día antes, Jimmy Jonathan Zúñiga Rendón, también panista, candidato a la alcaldía de Tepatlaxco, denunció un ataque armado contra su domicilio

Sobre estos hechos, el Comité Directivo Estatal del PAN emitió un boletín por la noche de este lunes, en el que exige al gobierno estatal una actuación contundente contra las responsables.

En su parte medular, el comunicado de la dirigencia estatal panista señala que “el que vivimos, es uno de los procesos electorales más violentos en la historia de Veracruz, muestra de la ineptitud del gobierno que ha preferido usar a las instituciones de seguridad en la cacería y hostigamiento político contra la oposición, en lugar de cumplir con su función de proteger a las y los ciudadanos”.

Los panistas recordaron que Veracruz concentra el 23 por ciento de los casos de ataques contra aspirantes y candidatos en todo el país, lo que convierte a la entidad en la más violenta de la República.

Ni Tamaulipas, ni Guerrero, ni Sonora, ni Baja California Norte, estados que antes eran referencia nacional de violencia, registran las alarmantes cifras de Veracruz en materia de ataques contra actores políticos. Señala AN que en menos de 40 horas se han registrado ataques armados contra candidatos del PAN en los municipios de Las Minas, Tepatlaxco y Yanga; y sostiene que los ataques se suman a los casos registrados contra candidatos en Tehuipango, Astacinga y Playa Vicente.

El Movimiento Ciudadano también ha levantado la voz contra la violencia durante el proceso electoral: este martes, Sergio Gil Rullán se refirió a los ataques, amenazas de muerte y agresiones que han sufrido sus candidatos.

En general, prácticamente todos los partidos políticos, con la única excepción del que está en el poder, han externado su preocupación por el clima de violencia que rodea al proceso electoral.

Habría que decir, sin embargo, que en el asunto de la violencia que se registra en las elecciones de Veracruz el culpable no estaría en las secretarías de Gobierno o de Seguridad Pública; ni siquiera en la gubernatura del Estado; sin embargo, sí existe la percepción de que aunque la violencia no sea generada ni alentada desde Palacio, sí es responsabilidad del Ejecutivo frenarla y combatirla, porque finalmente una de las razones de ser de todo gobierno es precisamente garantizar la paz y la tranquilidad de la población; y en ese contexto, en poco abona a dicho objetivo el permitir que las agresiones contra los protagonistas de la contienda electoral sigan en aumento.