/ jueves 28 de junio de 2018

Voto de la mujer

El próximo domingo todos los ciudadanos veracruzanos deben salir a votar. Este acto cívico es un derecho y una obligación que tenemos que hacer efectiva.

Mucho ha costado a los mexicanos lograr este derecho. El movimiento maderista de inicios del siglo pasado se dio bajo el lema “Sufragio efectivo. No reelección” y las valientes mujeres lucharon desde la década de los años 20 del siglo pasado para que vieran el logro de tan importante realidad.

Sobre este segundo fenómeno social en México les quiero comentar, estimados lectores, a propósito de las elecciones del próximo domingo.

Los primeros antecedentes de la lucha de las mujeres para lograr ejercer el voto se registran en Yucatán en el periodo del gobernador Felipe Carrillo Puerto. Ese estado del sureste reconoció el voto de la mujer. Se eligió por votación, para diputadas al congreso estatal, a tres damas, entre ellas Elvia Carrillo Puerto, hermana del gobernador socialista, y otras tres mujeres. Sin embargo, cuando Carrillo Puerto fue asesinado en 1924, las mujeres fueron obligadas a separarse de sus cargos.

Otros estados que hicieron valer el derecho de votar a las mujeres fueron San Luis Potosí y Chiapas, pero al igual que en Yucatán fueron reprimidos estos avances y no procedieron en años subsecuentes.

En el periodo de la presidencia de Lázaro Cárdenas se envió una iniciativa de ley para que las mujeres tuvieran derecho a votar. Misma que fue aprobada por las cámaras de Diputados y Senadores, así como por las legislaturas de los estados, pero no entró en vigencia, por el temor en diferentes sectores predominantemente de hombres, que se oponían por temor a que las mujeres fuesen manipuladas para ejercer su derecho a votar.

El primer gran avance en este tema se logró durante la presidencia de Miguel Alemán Valdés en 1947, cuando se reformó el artículo 115 Constitucional que concedió a las mujeres el derecho de votar, pero solamente en las elecciones municipales.

Es hasta el periodo de gobierno de Adolfo Ruiz Cortines en el año de 1953 cuando se decretó que las mujeres mexicanas tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular.

En 1954 la mujer obtuvo el derecho a votar en todas las elecciones y en 1955 las mujeres mexicanas emitieron su voto en unas elecciones federales, con el fin de integrar la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión. La lucha de las mujeres fue difícil, pero se logró.

Estimado lector, este domingo hay que ejercer democráticamente el derecho a votar de manera secreta y directa, para elegir a nuestros representantes. Hay que hacerlo de forma razonada, libre y sin miedo. Es tu derecho y tu obligación.

carlos_jorge27@hotmail.com

El próximo domingo todos los ciudadanos veracruzanos deben salir a votar. Este acto cívico es un derecho y una obligación que tenemos que hacer efectiva.

Mucho ha costado a los mexicanos lograr este derecho. El movimiento maderista de inicios del siglo pasado se dio bajo el lema “Sufragio efectivo. No reelección” y las valientes mujeres lucharon desde la década de los años 20 del siglo pasado para que vieran el logro de tan importante realidad.

Sobre este segundo fenómeno social en México les quiero comentar, estimados lectores, a propósito de las elecciones del próximo domingo.

Los primeros antecedentes de la lucha de las mujeres para lograr ejercer el voto se registran en Yucatán en el periodo del gobernador Felipe Carrillo Puerto. Ese estado del sureste reconoció el voto de la mujer. Se eligió por votación, para diputadas al congreso estatal, a tres damas, entre ellas Elvia Carrillo Puerto, hermana del gobernador socialista, y otras tres mujeres. Sin embargo, cuando Carrillo Puerto fue asesinado en 1924, las mujeres fueron obligadas a separarse de sus cargos.

Otros estados que hicieron valer el derecho de votar a las mujeres fueron San Luis Potosí y Chiapas, pero al igual que en Yucatán fueron reprimidos estos avances y no procedieron en años subsecuentes.

En el periodo de la presidencia de Lázaro Cárdenas se envió una iniciativa de ley para que las mujeres tuvieran derecho a votar. Misma que fue aprobada por las cámaras de Diputados y Senadores, así como por las legislaturas de los estados, pero no entró en vigencia, por el temor en diferentes sectores predominantemente de hombres, que se oponían por temor a que las mujeres fuesen manipuladas para ejercer su derecho a votar.

El primer gran avance en este tema se logró durante la presidencia de Miguel Alemán Valdés en 1947, cuando se reformó el artículo 115 Constitucional que concedió a las mujeres el derecho de votar, pero solamente en las elecciones municipales.

Es hasta el periodo de gobierno de Adolfo Ruiz Cortines en el año de 1953 cuando se decretó que las mujeres mexicanas tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular.

En 1954 la mujer obtuvo el derecho a votar en todas las elecciones y en 1955 las mujeres mexicanas emitieron su voto en unas elecciones federales, con el fin de integrar la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión. La lucha de las mujeres fue difícil, pero se logró.

Estimado lector, este domingo hay que ejercer democráticamente el derecho a votar de manera secreta y directa, para elegir a nuestros representantes. Hay que hacerlo de forma razonada, libre y sin miedo. Es tu derecho y tu obligación.

carlos_jorge27@hotmail.com