/ martes 25 de junio de 2019

Xalapa, infartada y en venta

Buen día apreciado lector:

Hombre de campo y de ciudad, filósofo del pueblo, orgullo de la huasteca veracruzana, don Raymundo Flores Bernal, a sus 80 años de vida, más cuerdo y visionario que muchos empoderados jovencitos, acaba de hacer una observación tan preocupante, como la misma indolencia de la que hacemos gala sus habitantes.

Después de hacer espléndida reseña sobre las virtudes de la capital del estado de Veracruz, de lo que luego mencionaré; Flores Bernal contempla a Xalapa “infartada por el tránsito denso, apestosa a gasolina quemada, sedienta estacional, regada en colonias periféricas chaparras y changarreras”.

De los pocos viejos sabios que se conocen a lo ancho y largo de la geografía veracruzana, añade que los problemas urbanos básicos de Xalapa “junto a la inseguridad creciente y la delincuencia impune que azota al país, son el de la movilidad restringida que ya es un tapón para la productividad y el crecimiento; el desabasto de agua potable, paradoja en una zona de ríos, manantiales y temporales de lluvia; el de la parálisis administrativa, la crisis de ejecutividad que no permite por una burocracia lastrante, mandarinesca, diabólica con usos del virreinato en la era digital, que fluya la inversión…, el estilo de gobierno plebiscitario en épocas de crisis económica solo agrava las cosas”.

Por si eso fuera poco, recoge comentarios de que “Xalapa debe tener a la entrada un gran letrero que diga “Xalapa en renta, Xalapa en venta”, en relación al estancamiento en el mercado inmobiliario. Por miles las casas se ofrecen en renta o en venta y las cosas no avanzan; ciudad de burócratas, estudiantes y pequeños comerciantes, tiene una economía anémica que depende fundamentalmente de la inversión federal y la magra inversión de los particulares; ninguna de las dos fluye suficientemente”.

Propone, sugiere entonces: “Parece que la salida pudiera ser el estímulo a la inversión industrial, la fuerte promoción turística en un nicho especial de cultura gastronómica y ciudad para el retiro (como San Miguel de Allende, Chapala y otras).

“Hoy como nunca antes, con un presupuesto federal raquítico por los gigantescos planes asistenciales y de infraestructura selectiva se necesita en Xalapa inversión de los particulares en las actividades económicas con déficit, fábricas, crecimiento urbano vertical, simplificación de la tramitología espesa, fortalecimiento de los servicios urbanos (públicos).

“Pienso que esa debe ser la visión para el futuro, gobierno y ciudadanía, hacienda pública y recursos privados aplicados ya, sin aduanas a la prioridad fundamental: creación de empleo, crecimiento y bienestar social. Las visiones esencialistas de ideologías, preferencias partidarias, o estrategias electoreras (que no electorales) debieran en este caso ser relegadas en función de inmensos apremios por el futuro del país nublado ahora por señales ominosas”. Más claro ni el agua, don Ray, ¿lo están oyendo…?

Paz y armonía en su hogar, no olvide cuidar el agua.

gustavocadenamathey@hotmail.com

Buen día apreciado lector:

Hombre de campo y de ciudad, filósofo del pueblo, orgullo de la huasteca veracruzana, don Raymundo Flores Bernal, a sus 80 años de vida, más cuerdo y visionario que muchos empoderados jovencitos, acaba de hacer una observación tan preocupante, como la misma indolencia de la que hacemos gala sus habitantes.

Después de hacer espléndida reseña sobre las virtudes de la capital del estado de Veracruz, de lo que luego mencionaré; Flores Bernal contempla a Xalapa “infartada por el tránsito denso, apestosa a gasolina quemada, sedienta estacional, regada en colonias periféricas chaparras y changarreras”.

De los pocos viejos sabios que se conocen a lo ancho y largo de la geografía veracruzana, añade que los problemas urbanos básicos de Xalapa “junto a la inseguridad creciente y la delincuencia impune que azota al país, son el de la movilidad restringida que ya es un tapón para la productividad y el crecimiento; el desabasto de agua potable, paradoja en una zona de ríos, manantiales y temporales de lluvia; el de la parálisis administrativa, la crisis de ejecutividad que no permite por una burocracia lastrante, mandarinesca, diabólica con usos del virreinato en la era digital, que fluya la inversión…, el estilo de gobierno plebiscitario en épocas de crisis económica solo agrava las cosas”.

Por si eso fuera poco, recoge comentarios de que “Xalapa debe tener a la entrada un gran letrero que diga “Xalapa en renta, Xalapa en venta”, en relación al estancamiento en el mercado inmobiliario. Por miles las casas se ofrecen en renta o en venta y las cosas no avanzan; ciudad de burócratas, estudiantes y pequeños comerciantes, tiene una economía anémica que depende fundamentalmente de la inversión federal y la magra inversión de los particulares; ninguna de las dos fluye suficientemente”.

Propone, sugiere entonces: “Parece que la salida pudiera ser el estímulo a la inversión industrial, la fuerte promoción turística en un nicho especial de cultura gastronómica y ciudad para el retiro (como San Miguel de Allende, Chapala y otras).

“Hoy como nunca antes, con un presupuesto federal raquítico por los gigantescos planes asistenciales y de infraestructura selectiva se necesita en Xalapa inversión de los particulares en las actividades económicas con déficit, fábricas, crecimiento urbano vertical, simplificación de la tramitología espesa, fortalecimiento de los servicios urbanos (públicos).

“Pienso que esa debe ser la visión para el futuro, gobierno y ciudadanía, hacienda pública y recursos privados aplicados ya, sin aduanas a la prioridad fundamental: creación de empleo, crecimiento y bienestar social. Las visiones esencialistas de ideologías, preferencias partidarias, o estrategias electoreras (que no electorales) debieran en este caso ser relegadas en función de inmensos apremios por el futuro del país nublado ahora por señales ominosas”. Más claro ni el agua, don Ray, ¿lo están oyendo…?

Paz y armonía en su hogar, no olvide cuidar el agua.

gustavocadenamathey@hotmail.com