/ domingo 5 de mayo de 2019

¿Y la mafia del futbol Peje?

Buen día apreciado lector:

Está dicho y probado que hablar de política, religión y deportes siempre resultará complicado y bueno, en el caso de este reportero, lo que aquí se expresa son simples comentarios sobre observaciones a lo largo del camino recorrido, el curriculum vitae, dijera mi maestro de latín, el padre Modesto.

A raíz del triste papel que jugó en ésta y la anterior temporada el equipo representativo de nuestra entidad, Tiburones Rojos, en las redes sociales circulan toda clase de burlas a las que hacen eco los medios de comunicación sin atender a las causas.

A todos los que aman y quieren el juego del hombre, como decía el cronista Ángel Fernández, es bueno recordarles que la desgracia del Tiburón Rojo no necesariamente es culpa del dueño Fidel Kuri Grajales, sino de esa poderosa mafia que dirige a la Federación y a aquella que los ha dirigido siempre, la Federación Internacional, que como Rico McPato casi a diario recibe toneladas de billetes de todo el mundo y que no hace mucho sus más altos líderes fueron exhibidos también a nivel mundial sin que se hayan acabado sus execrables negocios.

A FGK lo conocí en la cuna del futbol, Orizaba, a mediados de los años 80; comenzaba la campaña de don Agustín Acosta por la gubernatura, me lo presentó el periodista Luis Rodríguez Zavala, algunos años menor que yo, lo aprecié como un joven que hablaba claro, directo y, efectivamente, con mucho ingenio y sarcasmo.

Por la prensa supe de su trayecto en la política como diputado federal en dos ocasiones, y en la actividad empresarial. Una vez lo saludé en un evento del presidente Peña Nieto, en la escuela naval en Antón Lizardo y llamó mi atención que como medalla, en vez de cruz, de su pecho colgaba una finísima figura cristalina de un tiburón.

Desde que adquirió al equipo FKG demostró su interés por devolverle esta tradición a los veracruzanos y lo defendió a capa y espada y con todo el riesgo para sus intereses personales y así como nos dio tristezas, también muchas satisfacciones y alegrías.

Claro que la Federación y los árbitros se ensañaron con él y con el club. Recientemente estuvo en un programa deportivo, creo de la empresa FOX, donde los conductores querían exhibirlo y los dejó con la boca abierta al presentar documentos que demuestran que está siendo sacrificado porque no se somete a las reglas de esa mafia.

A diferencia de los “villamelones”, quien conozca de cómo se las mascan las autoridades del futbol mexicano de toda la vida, sabrá de dónde se origina lo que le pasa a Fidel Kuri Grajales y a los Tiburones. ¡¡¡Jaroooochoos!!!

Tenga el lector una nueva semana de paz y armonía en su hogar.

gustavocadenamathey@hotmail.com

Buen día apreciado lector:

Está dicho y probado que hablar de política, religión y deportes siempre resultará complicado y bueno, en el caso de este reportero, lo que aquí se expresa son simples comentarios sobre observaciones a lo largo del camino recorrido, el curriculum vitae, dijera mi maestro de latín, el padre Modesto.

A raíz del triste papel que jugó en ésta y la anterior temporada el equipo representativo de nuestra entidad, Tiburones Rojos, en las redes sociales circulan toda clase de burlas a las que hacen eco los medios de comunicación sin atender a las causas.

A todos los que aman y quieren el juego del hombre, como decía el cronista Ángel Fernández, es bueno recordarles que la desgracia del Tiburón Rojo no necesariamente es culpa del dueño Fidel Kuri Grajales, sino de esa poderosa mafia que dirige a la Federación y a aquella que los ha dirigido siempre, la Federación Internacional, que como Rico McPato casi a diario recibe toneladas de billetes de todo el mundo y que no hace mucho sus más altos líderes fueron exhibidos también a nivel mundial sin que se hayan acabado sus execrables negocios.

A FGK lo conocí en la cuna del futbol, Orizaba, a mediados de los años 80; comenzaba la campaña de don Agustín Acosta por la gubernatura, me lo presentó el periodista Luis Rodríguez Zavala, algunos años menor que yo, lo aprecié como un joven que hablaba claro, directo y, efectivamente, con mucho ingenio y sarcasmo.

Por la prensa supe de su trayecto en la política como diputado federal en dos ocasiones, y en la actividad empresarial. Una vez lo saludé en un evento del presidente Peña Nieto, en la escuela naval en Antón Lizardo y llamó mi atención que como medalla, en vez de cruz, de su pecho colgaba una finísima figura cristalina de un tiburón.

Desde que adquirió al equipo FKG demostró su interés por devolverle esta tradición a los veracruzanos y lo defendió a capa y espada y con todo el riesgo para sus intereses personales y así como nos dio tristezas, también muchas satisfacciones y alegrías.

Claro que la Federación y los árbitros se ensañaron con él y con el club. Recientemente estuvo en un programa deportivo, creo de la empresa FOX, donde los conductores querían exhibirlo y los dejó con la boca abierta al presentar documentos que demuestran que está siendo sacrificado porque no se somete a las reglas de esa mafia.

A diferencia de los “villamelones”, quien conozca de cómo se las mascan las autoridades del futbol mexicano de toda la vida, sabrá de dónde se origina lo que le pasa a Fidel Kuri Grajales y a los Tiburones. ¡¡¡Jaroooochoos!!!

Tenga el lector una nueva semana de paz y armonía en su hogar.

gustavocadenamathey@hotmail.com