/ martes 11 de junio de 2019

Yunes y los ataques mediáticos contra Portilla

Cuando presentó la denuncia ante la Fiscalía General de la República contra el gobierno de Miguel Ángel Yunes por las irregularidades detectadas en el Sistema Estatal de Videovigilancia, el titular del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, Lorenzo Antonio Portilla Vásquez sabía que estaba en la antesala de una guerra mediática que se le vendría encima para deslegitimar su trabajo.

Y así fue. Unas horas después, el propio exmandatario veracruzano lanzó el primer adjetivo, “corrupto” y la frase que automáticamente lo subió a la carrera de la reelección en el Orfis, un tema en el que quizá ni había pensado.

“No serviré de Caja China para desviar la atención de los temas que lastiman a los veracruzanos, tampoco de escalón para que se reelija un auditor corrupto, protector de Duarte y de sus cómplices”.

En esa misiva, Yunes Linares no dio ninguna pista, señal o prueba de su presunta inocencia. Por el contrario, se dedicó a descalificar a Portilla Vásquez, molesto, porque había tomado la decisión de llevarlo al banquillo de los acusados.

La guerra mediática de Yunes Linares y de varios aspirantes a ocupar la titularidad del Orfis —algunos con muy oscuros antecedentes— ha significado para Lorenzo Antonio Portilla un desgaste que tendrá que sortear con inteligencia y puntualidad.

Así al parecer lo ha entendido y así lo expresa, por ejemplo, en el mensaje que difundió en redes sociales: “La imparcialidad en la fiscalización de los recursos públicos, es fundamental para garantizar un ejercicio apegado a derecho y justicia para todos; en el Órgano de Fiscalización Superior, quienes formamos parte de esta noble institución lo sabemos, por ello es que con frecuencia nos pronunciamos a favor de un ejercicio de nuestra labor sin distingo de partidos”.

“Constantemente realizamos auditorías de todo tipo, algunas a solicitud de la Comisión Permanente de Vigilancia, entre ellas técnicas, financieras, de deuda pública y disciplina financiera, de legalidad, de desempeño, así como evaluaciones de la participación ciudadana, siempre en cumplimiento de nuestras funciones, observando datos, números, materiales, proyectos, etc., jamás colores de partidos o filiaciones políticas”.

“Para muchos ha sido sencillo acusar que existe algún sesgo en nuestro trabajo, esto se debe a que se afectan intereses o los de partidos al recibir señalamientos de parte del Orfis, pues en ocasiones resulta más fácil acusar que probar, señalar irregularidades en nuestras tareas que no existen, ante la incapacidad para solventar sus propias faltas”.

Más claro, ni el agua.

A esto hay que sumarle dos factores que hacen ver que los vientos le corren a favor:

Uno, la estafeta que recibió este lunes 10 en Villahermosa, Tabasco, como coordinador regional de la Asociación Nacional de Organismos de Fiscalización Superior y Control Gubernamental, A.C. (ASOFIS) que comprende los estados de Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Tabasco y Veracruz.

Este nombramiento es sin lugar a dudas muy significativo como un reconocimiento a su trabajo y desempeño. Es muestra de la confianza que sus pares auditores le tienen y eso tiene que ver naturalmente con sus resultados.

El otro factor es lo que ayer anunció el senador Ernesto Pérez Astorga: la próxima semana el Senado de la República llevará a sesión extraordinaria un punto de acuerdo para exhortar a la FGR a que investigue a fondo los delitos de corrupción cometidos por Miguel Ángel Yunes Linares, particularmente en lo que se refiere al fallido proyecto de videovigilancia.

Si a esto le sumamos que Yunes Linares no tiene a su favor ni la simpatía del presidente Andrés Manuel López Obrador ni la del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, lo mejor que puede hacer es preparar a su equipo legal para enfrentar en tribunales las acusaciones y no con descalificaciones, petardos verbales y guerra mediática. @luisromero85


Cuando presentó la denuncia ante la Fiscalía General de la República contra el gobierno de Miguel Ángel Yunes por las irregularidades detectadas en el Sistema Estatal de Videovigilancia, el titular del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, Lorenzo Antonio Portilla Vásquez sabía que estaba en la antesala de una guerra mediática que se le vendría encima para deslegitimar su trabajo.

Y así fue. Unas horas después, el propio exmandatario veracruzano lanzó el primer adjetivo, “corrupto” y la frase que automáticamente lo subió a la carrera de la reelección en el Orfis, un tema en el que quizá ni había pensado.

“No serviré de Caja China para desviar la atención de los temas que lastiman a los veracruzanos, tampoco de escalón para que se reelija un auditor corrupto, protector de Duarte y de sus cómplices”.

En esa misiva, Yunes Linares no dio ninguna pista, señal o prueba de su presunta inocencia. Por el contrario, se dedicó a descalificar a Portilla Vásquez, molesto, porque había tomado la decisión de llevarlo al banquillo de los acusados.

La guerra mediática de Yunes Linares y de varios aspirantes a ocupar la titularidad del Orfis —algunos con muy oscuros antecedentes— ha significado para Lorenzo Antonio Portilla un desgaste que tendrá que sortear con inteligencia y puntualidad.

Así al parecer lo ha entendido y así lo expresa, por ejemplo, en el mensaje que difundió en redes sociales: “La imparcialidad en la fiscalización de los recursos públicos, es fundamental para garantizar un ejercicio apegado a derecho y justicia para todos; en el Órgano de Fiscalización Superior, quienes formamos parte de esta noble institución lo sabemos, por ello es que con frecuencia nos pronunciamos a favor de un ejercicio de nuestra labor sin distingo de partidos”.

“Constantemente realizamos auditorías de todo tipo, algunas a solicitud de la Comisión Permanente de Vigilancia, entre ellas técnicas, financieras, de deuda pública y disciplina financiera, de legalidad, de desempeño, así como evaluaciones de la participación ciudadana, siempre en cumplimiento de nuestras funciones, observando datos, números, materiales, proyectos, etc., jamás colores de partidos o filiaciones políticas”.

“Para muchos ha sido sencillo acusar que existe algún sesgo en nuestro trabajo, esto se debe a que se afectan intereses o los de partidos al recibir señalamientos de parte del Orfis, pues en ocasiones resulta más fácil acusar que probar, señalar irregularidades en nuestras tareas que no existen, ante la incapacidad para solventar sus propias faltas”.

Más claro, ni el agua.

A esto hay que sumarle dos factores que hacen ver que los vientos le corren a favor:

Uno, la estafeta que recibió este lunes 10 en Villahermosa, Tabasco, como coordinador regional de la Asociación Nacional de Organismos de Fiscalización Superior y Control Gubernamental, A.C. (ASOFIS) que comprende los estados de Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Tabasco y Veracruz.

Este nombramiento es sin lugar a dudas muy significativo como un reconocimiento a su trabajo y desempeño. Es muestra de la confianza que sus pares auditores le tienen y eso tiene que ver naturalmente con sus resultados.

El otro factor es lo que ayer anunció el senador Ernesto Pérez Astorga: la próxima semana el Senado de la República llevará a sesión extraordinaria un punto de acuerdo para exhortar a la FGR a que investigue a fondo los delitos de corrupción cometidos por Miguel Ángel Yunes Linares, particularmente en lo que se refiere al fallido proyecto de videovigilancia.

Si a esto le sumamos que Yunes Linares no tiene a su favor ni la simpatía del presidente Andrés Manuel López Obrador ni la del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, lo mejor que puede hacer es preparar a su equipo legal para enfrentar en tribunales las acusaciones y no con descalificaciones, petardos verbales y guerra mediática. @luisromero85