/ domingo 18 de diciembre de 2016

Manantial de palabras  / Tabaco

Por Alberto Calderón P.

Miró sus dedos amarillos de tanto tabaco; igual se encontrabanlos dientes que le quedaban. Desaliñado, sin rasurar, puso su carafrente al espejo; éste seguía mudo como siempre. No eraprotagonista de historias fantásticas,  sólo mostraba larealidad de sus ralos pelos canosos espaciados sobre flácidoscachetes; en la cabeza unas cuantas cerdas coronaban esa calvapecosa. Un pensamiento fugaz pasó por su mente: limpiar su casa;desistió de inmediato, no era muy necesario, había cosas másimportantes como prender otro cigarro.

A estas horas debió ser como el octavo. Qué más da. Seacercó a la hornilla de la estufa y jaló aire por su boca paraatraer el fuego, sintió cómo el humo pasó por su garganta queenseguida reaccionó con una involuntaria tos de casi medio minuto;los ojos espantaban hasta el diablo, le brotaron lágrimas quelimpió con su brazo; esa tos crónica sólo se le calmó al darleotro jalón,  que fue tan fuerte que la brasa iluminó su cara,llenando sus pulmones de nicotina, y el rito se volvió a hacerpresente.

Con el dedo índice golpeó el lomo del pitillo y la otra manola enconchó haciendo las veces de cenicero; el carbón cayó y deinmediato lo ingirió. Se vio los pies sucios, miró en direccióndel cuarto de baño pero no tenía humor para estar debajo de laregadera; corrió la cortina y abrió la ventana para tirar lacolilla; el último residuo lo miró quemarse en su jardín queahora era una extensión de su basurero; donde debería nacer elpasto morían los últimos vestigios de sus chicotes junto a otrosdesechos inservibles.

Mas allá la banqueta parecía limpia, un poco más lejos unajacaranda estaba floreando. Pasó una motocicleta haciendo un ruidoespantoso. Cállate hijo de la chinga…, cof, cof, cof., un nuevoacceso de tos le impidió mandar lejos al repartidor de tortillas.En la esquina los vecinos esperaban el camión de pasaje, de latienda salían y entraban señoras quedándose a platicar en laacera, más allá se veía cómo subía el valle con un verdeintenso de variadas tonalidades.

Miró hacia adentro, todo en desorden, sucio; la casa toda olíaa tabaco revuelto con aromas acres; los muebles tenían las marcasde las colillas mal puestas. Con una mano tomó su refresco decola; con la otra giraba la perilla para abrir la puerta de lacalle; al fin lo hizo y salió. Otra vez a toser, ahora menos.Avanzó unos cuantos pasos arrastrando sus chanclas, se paró en ellímite de su casa y la banqueta, miró el horizonte, era unhermoso día soleado de diciembre, ni una sola nube. A lo lejos sedejaba ver en toda su majestuosidad la montaña coronada con uncofre de piedra, con un cigarrillo aún sin encender, y en la otramano su lata de refresco, extendió los brazos a lo alto, con sucamiseta de tirantes, y dijo “qué bonito día”.

Por Alberto Calderón P.

Miró sus dedos amarillos de tanto tabaco; igual se encontrabanlos dientes que le quedaban. Desaliñado, sin rasurar, puso su carafrente al espejo; éste seguía mudo como siempre. No eraprotagonista de historias fantásticas,  sólo mostraba larealidad de sus ralos pelos canosos espaciados sobre flácidoscachetes; en la cabeza unas cuantas cerdas coronaban esa calvapecosa. Un pensamiento fugaz pasó por su mente: limpiar su casa;desistió de inmediato, no era muy necesario, había cosas másimportantes como prender otro cigarro.

A estas horas debió ser como el octavo. Qué más da. Seacercó a la hornilla de la estufa y jaló aire por su boca paraatraer el fuego, sintió cómo el humo pasó por su garganta queenseguida reaccionó con una involuntaria tos de casi medio minuto;los ojos espantaban hasta el diablo, le brotaron lágrimas quelimpió con su brazo; esa tos crónica sólo se le calmó al darleotro jalón,  que fue tan fuerte que la brasa iluminó su cara,llenando sus pulmones de nicotina, y el rito se volvió a hacerpresente.

Con el dedo índice golpeó el lomo del pitillo y la otra manola enconchó haciendo las veces de cenicero; el carbón cayó y deinmediato lo ingirió. Se vio los pies sucios, miró en direccióndel cuarto de baño pero no tenía humor para estar debajo de laregadera; corrió la cortina y abrió la ventana para tirar lacolilla; el último residuo lo miró quemarse en su jardín queahora era una extensión de su basurero; donde debería nacer elpasto morían los últimos vestigios de sus chicotes junto a otrosdesechos inservibles.

Mas allá la banqueta parecía limpia, un poco más lejos unajacaranda estaba floreando. Pasó una motocicleta haciendo un ruidoespantoso. Cállate hijo de la chinga…, cof, cof, cof., un nuevoacceso de tos le impidió mandar lejos al repartidor de tortillas.En la esquina los vecinos esperaban el camión de pasaje, de latienda salían y entraban señoras quedándose a platicar en laacera, más allá se veía cómo subía el valle con un verdeintenso de variadas tonalidades.

Miró hacia adentro, todo en desorden, sucio; la casa toda olíaa tabaco revuelto con aromas acres; los muebles tenían las marcasde las colillas mal puestas. Con una mano tomó su refresco decola; con la otra giraba la perilla para abrir la puerta de lacalle; al fin lo hizo y salió. Otra vez a toser, ahora menos.Avanzó unos cuantos pasos arrastrando sus chanclas, se paró en ellímite de su casa y la banqueta, miró el horizonte, era unhermoso día soleado de diciembre, ni una sola nube. A lo lejos sedejaba ver en toda su majestuosidad la montaña coronada con uncofre de piedra, con un cigarrillo aún sin encender, y en la otramano su lata de refresco, extendió los brazos a lo alto, con sucamiseta de tirantes, y dijo “qué bonito día”.

Local

Dirigente del SEPEV dice que Sedarpa lo denunció por presunto secuestro

Manifiesta que también han tratado de obligar a empleados de la Sedarpa a realizar señalamientos directos en su contra

Cultura

¡Se abre el telón! Cinco obras de teatro para ver este fin de semana en Xalapa

Para ver en familia, amigos, pareja o solos, estas puestas en escena invitan a descubrir la creatividad y la emoción del teatro

Turismo

¡Aromático y exquisito! Vive el tercer Festival de la Vainilla en Papantla

El evento tiene la intención de darle un mayor realce a la vainilla natural

Elecciones 2024

Falso el tema de las propiedades de las que habla Arturo Castagné, dice Rocío Nahle

Aseveró que desde hace 10 años presenta de manera anual su declaración patrimonial y es pública

Elecciones 2024

¿Desesperados? Morena critica denuncia de Arturo Castagné a Rocío Nahle

Señala que es un acto desesperado de atacar a la abanderada morenista porque encabeza las preferencias de los electores

Deportes

Pesistas xalapeños obtienen pase a Juegos Conade 2024, ¿quiénes son?

Veracruz estará bien representado en la halterofilia, deporte que por muchos años a traído al estado numerosas medallas