La literatura italiana no sería la misma sin la presencia y la obra de Ítalo Calvino. Ni la italiana ni la mundial, a decir verdad, pues la obra de Calvino, sus novelas y sus cuentos, son ya referencia obligada al hablar de la literatura del siglo XX. Calvino visitó varios géneros literarios. En su juventud, cuando tenía alrededor de 18 años, era un asiduo visitante de los teatros italianos.
Ya inflamado por el virus de la literatura, Calvino escribió un sinfín de obras teatrales, aunque ninguna de ellas satisfizo los alcances literarios que buscaba el autor de Si una noche de invierno un viajero. Así, un año después, a los 19, en una carta a su amigo Eugenio Scalfari escribe: “He dejado el teatro, escribo ahora narrativa”. Este cambio de aires nos dio a un Calvino entregado al arte, un Calvino que nos ofreció algunos de los cuentos más memorables del siglo XX.
A la muerte de Calvino, en 1985, su viuda Esther Calvino se dio a la tarea de publicar casi todo lo que el autor italiano había dejado inédito, entre otras cosas algunos de los volúmenes fundamentales en la obra completa de él: Los amores difíciles, Bajo el sol jaguar, Por último, el cuervo; El camino de San Giovanni y el imprescindible Por qué leer a los clásicos.
Además delos anteriores títulos que se publicaron póstumamente, se publicó Los libros de los otros, libro del que se ha dicho es una continuación de Por qué leer a los clásicos.
Los libros de los otros es una recopilación de entre las cinco mil cartas que escribiera Calvino en vida; se publican aquí alrededor de trescientas. Esta selección se refiere a su trabajo como editor (labor, curiosamente, de la que poco se ha hablado, y que sin embargo fue una de las más importantes de Calvino, pues gracias a él muchos entonces jóvenes desconocidos se dieron a la imprenta y otros, ya conocidos, fueron consagrados por él) en la prestigiosa casa Einaudi.
Estas cartas son la muestra del lector atento que fue Calvino, quien dijo en una entrevista: “… la mayor parte del tiempo de mi vida la he dedicado a los libros de los otros. Y me alegro de ello…”. Esa dedicación marcó la línea a seguir de una de las editoriales más importantes a nivel mundial.
Elio Vittorini, Carlo Levi, Leonardo Sciascia, Elena Craveri, Natalia Ginzburg, Pietro Citati, Elsa Morante, Pier Paolo Pasolini, por mencionar sólo a algunos de los más importantes escritores italianos, son reconocidos aquí a través del ojo agudo de Calvino.