/ lunes 19 de agosto de 2019

Cine diario / El cine caníbal de Avengers: Endgame

La historia del núcleo totalizante de Marvel se lanza contra el villano Thanos quien ha aniquilado a buena parte de los habitantes del universo

Cuando en 1990 se presentó Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes, ante las críticas de algún segmento del sector intelectual, el escritor Carlos Monsiváis acotó que no había que explicar al Divo de Juárez como fenómeno social, sino al público que lo sigue.

En este tono, cabe enunciar lo mismo que el gran Monsi: para entender el enorme (y extraño) fenómeno mundial del filme Avengers: Endgame hay que entender, explorar o estudiar a los públicos que asisten a verlo.

Los hermanos Anthony y Joe Russo plantean en esta aparente clausura de la saga de los héroes del mundo Marvel un asunto de cine comercial: la taquilla es antes que nada, masacrando – incluso – cualquier intención estética.

Avengers: Endgame es un testimonio de nuestra época en términos del público que ha hecho de las redes sociales su razón de ser. El ensalzamiento de cine como producto de consumo (que, de hecho, lo inauguró George Lucas en 1977 con Star Wars).

La historia del núcleo totalizante de Marvel se lanza contra el villano Thanos quien ha aniquilado a buena parte de los habitantes del universo. El regreso al tiempo, vía la mecánica cuántica, cuando Thanos juntó las seis gemas mortales es el punto central de la misión de los súper héroes.

Los hermanos Russo dejan la inspiración en aras de la conclusión aseada, que no enfade a los fans. Supeditan el engranaje sicológico de los personajes al ritmo de una puesta en escena demencialmente coordinada, dosificada para el lucimiento del elenco de estrellas.

Avengers: Endgame es una coreografía visual desangelada, burilada sí en lo técnico pero sin contrapesos ontológicos. La razón del villano en el filme anterior, Avengers: Infinity War, ahora se desdibuja ante un causal bastante cuestionable (como predecible): modificar el pasado para que siga la pachanga.

Tomando como pivote, cuales Virgilios que bajan al mundo dantesco de Thanos, a un puñado de héroes: Capitán América, Iron Man, Hulk, los hermanos Russo están sujetados a consumir una tercera parte del filme (que dura tres horas) a explicar el porqué de la saga predecesora y no se ocupa en demasía en el escudriñamiento de algunos de los otros personajes que lucen más que nada como invitados de lujo: Capitana Marvel, Fury, etc.

Avengers: Endgame es una experiencia ulterior al cine mismo. Es un fenómeno, la instalación del consumismo digital, del achique de la aldea global que anunciaba McLuhan en los setentas. O lo que plantea Scolari (2008: 70) que todos estos discursos son, a su manera, persuasivos, ya que buscan impulsar una acción producida por una multinacional.

Avengers: Endgame es la crónica inmaterial de una generación de cinéfilos cuyas credenciales a priori son pertenecer a un universo de fans que son celosos vigías de los héroes que, al ingresar al mundo de los Lumiere, se apoderan de fórmulas y clichés que están dirigidos a un consumidor altamente caníbal de este tipo de cine…

Cuando en 1990 se presentó Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes, ante las críticas de algún segmento del sector intelectual, el escritor Carlos Monsiváis acotó que no había que explicar al Divo de Juárez como fenómeno social, sino al público que lo sigue.

En este tono, cabe enunciar lo mismo que el gran Monsi: para entender el enorme (y extraño) fenómeno mundial del filme Avengers: Endgame hay que entender, explorar o estudiar a los públicos que asisten a verlo.

Los hermanos Anthony y Joe Russo plantean en esta aparente clausura de la saga de los héroes del mundo Marvel un asunto de cine comercial: la taquilla es antes que nada, masacrando – incluso – cualquier intención estética.

Avengers: Endgame es un testimonio de nuestra época en términos del público que ha hecho de las redes sociales su razón de ser. El ensalzamiento de cine como producto de consumo (que, de hecho, lo inauguró George Lucas en 1977 con Star Wars).

La historia del núcleo totalizante de Marvel se lanza contra el villano Thanos quien ha aniquilado a buena parte de los habitantes del universo. El regreso al tiempo, vía la mecánica cuántica, cuando Thanos juntó las seis gemas mortales es el punto central de la misión de los súper héroes.

Los hermanos Russo dejan la inspiración en aras de la conclusión aseada, que no enfade a los fans. Supeditan el engranaje sicológico de los personajes al ritmo de una puesta en escena demencialmente coordinada, dosificada para el lucimiento del elenco de estrellas.

Avengers: Endgame es una coreografía visual desangelada, burilada sí en lo técnico pero sin contrapesos ontológicos. La razón del villano en el filme anterior, Avengers: Infinity War, ahora se desdibuja ante un causal bastante cuestionable (como predecible): modificar el pasado para que siga la pachanga.

Tomando como pivote, cuales Virgilios que bajan al mundo dantesco de Thanos, a un puñado de héroes: Capitán América, Iron Man, Hulk, los hermanos Russo están sujetados a consumir una tercera parte del filme (que dura tres horas) a explicar el porqué de la saga predecesora y no se ocupa en demasía en el escudriñamiento de algunos de los otros personajes que lucen más que nada como invitados de lujo: Capitana Marvel, Fury, etc.

Avengers: Endgame es una experiencia ulterior al cine mismo. Es un fenómeno, la instalación del consumismo digital, del achique de la aldea global que anunciaba McLuhan en los setentas. O lo que plantea Scolari (2008: 70) que todos estos discursos son, a su manera, persuasivos, ya que buscan impulsar una acción producida por una multinacional.

Avengers: Endgame es la crónica inmaterial de una generación de cinéfilos cuyas credenciales a priori son pertenecer a un universo de fans que son celosos vigías de los héroes que, al ingresar al mundo de los Lumiere, se apoderan de fórmulas y clichés que están dirigidos a un consumidor altamente caníbal de este tipo de cine…

Salud

¿Cómo se construye el autoestima de las infancias? Psicóloga pide escucharlos y amarlos

Afirma que tener autoestima alta permite saber que se cuenta con las herramientas y habilidades para enfrentar retos

Local

Más demanda, pero menos producción en productos de jarciería, ¿cuál es el motivo?

Lo que sí está bastante escaso y caro son todos los productos como estropajos y escobetas elaboradas con raíces naturales

Elecciones 2024

¿Cómo identificar la violencia política en razón de género? Consejera del OPLE responde

Este tipo de violencia se da por elementos de género que se relacionan con actos machistas que "se pueden distinguir fácilmente"

Elecciones 2024

Sistema de impartición de justicia es fallido en Veracruz: Angélica Sánchez 

Angélica Sánchez Hernández, candidata de Movimiento Ciudadano al Senado de la República, asegura que en el Poder Judicial hay un trabajadores impuestos o recomendados

Cultura

¿Desinterés o falta de educación? Veracruzanos desconocen qué pasó el 21 de abril de 1914

El Obelisco a los Héroes Veracruzanos fue erigido a la memoria de los ciudadanos que combatieron contra las tropas americanas

Cultura

Con Festival del Mestizaje y película, buscan promover las Rutas del Emperador Carlos V

En Veracruz se busca darle reconocimiento ya que todo lo que hizo Hernán Cortés fue a nombre de Carlos V