Si de algo está convencido el realizador mexicano José Álvarez, además de su pasión por la radio, es que en Veracruz hay infinidad de historias que vale la pena documentar. Por eso, tras filmar en 2011 Canícula, cuyo tema central es la cultura totonaca, volvió para hablar del dolor que viven los familiares cuando no ven regresar a sus familiares tras una jornada laboral.
Entrevistado vía telefónica, el director de cine comparte a los lectores de Diario de Xalapa que, conmovido por esta problemática, decidió recuperar testimonios de la tripulación del barco pesquero Blackfin, el cual naufragó en los mares veracruzanos, accidente después del cual no se volvió a saber de cinco pescadores tuxpeños.
José Álvarez dio vida a Los ojos del mar, un documental que tendrá su estreno nacional en salas comerciales el próximo 5 de abril.
Este trabajo, considerado una reflexión sobre el sentido de la vida y de la muerte, en 2017 formó parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, ganó el Gabriel Figueroa Film Found, que se otorga en el Festival Internacional de Cine de Los Cabos, y obtuvo el premio Interreligioso de la competencia internacional de largometraje, en la edición 48 del Festival Internacional de Cine de Nyon “Visions du Réel”, en Suiza.
Los logros obtenidos, de acuerdo con la crítica especializada, tienen que ver con la mirada íntima que hay hacia un hecho profundamente doloroso: cómo aceptar la muerte de un ser querido si no hay un cuerpo que dé cuenta de ello.
Al respecto, José Álvarez expresa que ahondar en esta temática no resulta nada sencillo: “En primer lugar está la complejidad de acercarse a la gente y ganar su confianza; luego viene cómo poder hacer que la cámara sea invisible y, finalmente, como realizador, de qué manera procesas emocionalmente todo lo que te está tocando escuchar para que no interfiera en la película”.
Añade que “el hecho de tener desaparecidos es una realidad muy dolorosa. Siempre se guarda cierta esperanza de que pueden volver, de que alguien pudo haberlos rescatado”.
En el caso de Los ojos del mar, es Hortensia, “la Morena”, mujer oriunda de Tuxpan, quien protagoniza la vibrante historia, a ratos amarga, pero en otros, con una fe conmovedora.
Sobresale el invento de un ritual que busca ayudar a sanar y a superar la pérdida de amigos y familiares.
Y es que José Álvarez acepta que le gusta retratar la práctica de la fe en distintos aspectos y en este caso buscó honrar a los desaparecidos en el mar.
El director de Flores en el Desierto, Canícula y Eco de la Montaña, que han sido presentados en festivales internacionales, extiende la invitación a los veracruzanos a conocer Los ojos del mar, así como los trabajos de documentalistas del país, “muchos de los cuales en la actualidad son reconocidos en distintas latitudes por presentar buenas historias con mejores personajes”.
