Con dos de sus mejores obras termina el ciclo Hirokazu Koreeda, programado en junio por el Departamento de Cinematografía de la Universidad Veracruzana. Se trata de De tal padre, tal hijo (Soshite chichi ni Naru, Japón, 2013) y Nuestra pequeña hermana (Umimachi Diary, Japón, 2015), cintas que abordan el tema de la familia con problemáticas diferentes.
Mientras De tal padre, tal hijo nos remite a la posibilidad paterna de desprendimiento del lazo consanguíneo, Nuestra pequeña hermana apela a la conciliación de varias hermanas, no obstante el alejamiento de los padres. Con poca distancia de tiempo en cuanto a producción, ambas son parte de una filmografía de primera línea sobre el comportamiento familiar en el ámbito actual, sostenidas con el rigor y sensibilidad habituales del japonés Hirokazu Koreeda.
En De tal padre, tal hijo, detrás de su hermetismo y formalidad, Ryota (Masaharu Fukuyama) descubre que su verdadero hijo fue cambiado por otro en el hospital donde nació, viviendo su hijo de sangre con otras personas. Su severidad lo enfrenta al padre de su hijo, quien despliega un comportamiento de mayor relajamiento. Aunque el sacudimiento es mayor, Ryota deberá reformular el camino andado para evaluar de otra manera las nuevas circunstancias que rebasan su voluntad.
El guion del director interroga sobre el papel actual de la paternidad, la forma de educar a los hijos, las relaciones de afecto y la posible relatividad del lazo sanguíneo como impronta definitiva de la relación filial. En su momento, De tal padre, tal hijo recibió el premio del jurado en el Festival de Cannes y el premio del público en el Festival de San Sebastián.
Sobre una familia reconfigurada trata Nuestra pequeña hermana, conmovedora historia sobre tres hermanas que después de asistir al funeral del padre que las abandonó cuando niñas, conocen y rescatan a una hermanastra pequeña (hija del padre con otra mujer), integrándola al espacio cotidiano donde viven.
De nueva cuenta Koreeda aborda los pormenores de la familia, en este caso de varias hijas luchando por salir airosas por sí mismas, a pesar de la separación y la ausencia de los padres.
Mediante una anécdota sencilla en la que se descubre el devenir de la vida a través de la cotidianidad en espacios del presente asaltados frecuentemente por el pasado nostálgico o hiriente, se abre un mundo vital de la existencia humana en una familia que aprende en la intimidad a entablar relaciones, convivir y procurar amor. Entrañable cinta de Koreeda que, al igual que De tal padre, tal hijo, recibió el Premio del Público en el Festival de San Sebastián.
De tal padre, tal hijo y Nuestra pequeña hermana se exhiben en el Aula Clavijero ubicada en la calle Juárez 55, en el centro de Xalapa, hoy y pasado mañana, respectivamente, a las 18 horas.
