Con la pequeña pala metálica atrapó las palomitas de ese cubo transparente y las acomodó en un recipiente de cartón…
Que cómo complementamos nuestras golosinas, pues con un vaso de refresco del que escapaban frenéticamente las burbujas, ritual previo para entrar al mágico espacio oscuro que nos traslada a vivir y sentir las más variadas historias; esa noche disfrutamos de Green Book.
El libro verde del conductor negro fue escrito por un cartero de Nueva York quien reunió información de los lugares seguros para los negros; era una guía turística que ofrecía información de restaurantes, hoteles, bares, estaciones de servicio para cargar gasolina y no correr peligro durante la segregación racial en los estados Unidos; circuló como un manual entre 1936 y 1967 y es parte medular de la película Green Book, que en días recientes obtuvo el Óscar como la mejor película.
Basada en una historia de la vida real cuyo guion original se llevó un merecido Óscar, un afamado pianista de jazz es contratado por su compañía disquera Cadence Records para realizar una gira por el sur de los Estados Unidos en 1962; le proporcionan un espectacular auto azul, pero necesita un chofer y protector, una especie de guardaespaldas, para realizar su recorrido de dos meses. Contrata a un rudo norteamericano blanco de origen italiano, actuado por Viggo Mortensen en el papel de Tony Vellalongo, y emprenden una aventura en donde Don Sirley, actuado por Mahershala Ali, ganó este año el Óscar como mejor actor de reparto.
Un negro con gran prestigio en el piano realiza presentaciones en muchas de las pequeñas ciudades, ahí va siendo víctima del racismo, lo golpean en un bar, no le permiten comprar en tiendas para blancos, tampoco comer en ciertos restaurantes. En sus presentaciones es reconocido como un virtuoso, pero le dan como camerino el cuarto de las escobas; no se puede hospedar en cualquier lugar. A medida que avanza la gira se multiplican las humillaciones por el color de su piel, su chofer pierde los estribos en más de una ocasión por tratar de para esas injusticias; al final regresan de su gira en el tiempo acordado, sanos y salvos, conociéndose cada uno de ellos, haciendo una profunda amistad.
“En la vida real”, como coloquialmente se dice, Don Shirley fue el nombre artístico de Donald Walbrigde Sirley; grabó una gran cantidad de álbumes de jazz con influencia clásica, escribió sinfonías, obras para piano y violín. Tony Vallelonga vivió en el Bronx, trabajó como portero en el Centro nocturno Copacabana durante 12 años, ahí conoció a Nat King Cole y a Frank Sinatra. Fue actor, apareció como comensal en la película El padrino, en la serie La ley y el orden y Los soprano. Ambos fueron grandes amigos. Murieron en 2013 Vallelonga, el 4 de enero, y Sherley, el 6 de abril.
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