Carteles de las películas que forman parte de la época gloriosa del cine mexicano permanecen en exposición en la Sala 4 de Ágora de la Ciudad, donde el visitante puede apreciar lo mismo piezas realizadas en los 40 por el veracruzano Ernesto García “El Chango” Cabral que otras diseñadas en décadas posteriores por encargo a agencias publicitarias.
El cartel, memoria del cine mexicano forma parte de las actividades de la Semana del Cine Mexicano en tu Ciudad, que actualmente se desarrolla en Xalapa con un programa diverso, el cual va, desde la proyección de películas y hasta talleres y conversatorios con invitados especiales.
Quien visite el recinto mencionado hallará una veintena de los carteles con los que se invitaba al público a conocer filmes como Las interesadas, Damiana y los hombres, El zarco, Las rosas del milagro y Leyenda de una máscara, por mencionar algunos.
Además de recordar las fechas y los sitios donde se podía apreciar este cine, así como los elencos actorales, los carteles brindan la oportunidad de rememorar cómo trabajaban los diseñadores, los colores y la tipografía que empleaban.
Lo expuesto es sólo una pequeña selección del acervo de la Revisión del cine mexicano de 1990, perteneciente al Imcine, instituto que año con año, desde que se creó la Semana…, facilita los carteles para que sean exhibidos, porque “a lo largo de la historia del cine, el cartel, con su variedad de propuestas estilísticas, la audacia de sus diseños, las explosiones de color y forma, se ha convertido en el alma de una película”.
Inicialmente concebido como un instrumento publicitario efímero, el cartel cinematográfico ha trascendido en el tiempo para convertirse en un elemento fundamental del séptimo arte que ha dejado su sedimento en la memoria colectiva.
Además de ser hoy uno de los medios de promoción más eficaces utilizados por la industria fílmica, el cartel en ocasiones es una obra artística que conjuga fotografía y diseño gráfico para sintetizar una propuesta cinematográfica.