El colectivo de bailarines profesionales Punkak Java celebró su quinto aniversario con una función en el Teatro J.J. Herrera, donde presentó Sol, una coreografía con dedicatoria especial “a todos aquellos que salieron de casa y no regresaron”.
Vestidos de blanco y mediante danza contemporánea y urbana, recrearon escenas dedicadas a la juventud, a la que sueña, que tiene metas, pero que inesperadamente es víctima de la inseguridad y la violencia que imperan en un país que alcanza a personas de todas las edades por igual.
“¡5, 10 o 15, 20/muertos pero sin razón/la gente ya está cansada/de ver tanta destrucción”.
Su danza no fue sólo una denuncia, fue un mensaje de paz para los espectadores, pues así como hubo una apuesta de parte de los creadores por hacer visible la situación actual de México, también hubo una preocupación por transmitir un mensaje de amor y fraternidad.
Hacia el final de la pieza, con la música y canto de la agrupación xalapeña Los Aguas Aguas, se escuchó: “¡No! yo no quiero ver el sol encerrado tras las rejas.../
Queremos que esta canción vaya trazando un destino/obreros y campesinos estrechemos nuestras manos/todos juntos como hermanos hagamos la libertad que nos dé justicia y paz a todos los mexicanos/.
Éste fue el inicio de una función en la que el público mostró su afecto a un grupo de jóvenes que han representado a Veracruz tanto en el país como en Estados Unidos, con premios por su creación, interpretación y el abordaje de temáticas cuyas líneas son la cultura y tradición de la entidad.
Con un teatro lleno, gritos, aplausos y un público cálido, Punkak Java y sus grupos invitados celebraron a la danza, a la identidad y a un pueblo que pide a gritos la pacificación local, nacional y mundial.